˚₊· ͟͟͞͞➳❥ 𝑯𝒐𝒔𝒑𝒊𝒕𝒂𝒍 𝑷𝒔𝒊𝒒𝒖𝒊𝒂𝒕𝒓𝒊𝒄𝒐ੈ✩‧₊˚

☆20☆

El albino se separó del abrazo y observó a su hermano, mismo color de cabellos, estilo de gafas, ropas coloridas, pero noto que estas ya no eran como antes, tenía colores variados si, pero estos eran un tono más cálidos, noto como el pelimorado llevaba consigo una libreta, una vieja libreta.

—Aún la tiene con él...— murmuró.

—Si...— respondió el azabache que estaba junto a Reaper.

El pelimorado abrió la libreta y buscó en una de las muchas páginas en las cual antes estaba escribiendo, al encontrarla soltó un suspiro y dio vuelta a esta "Lo siento" decía en grande tenía algo escrito abajo pero esto se encontraba tachado.

—No... no tienes de que disculparte— hablo de forma lenta. El de lentes sonrió con tristeza  y movió sus labios como si tratara de sacar palabras de su garganta, quería gritarle que si necesitaba, que no merecía ser perdonado, pero no lo lograba, nunca lo lograría —Nunca te odie Fresh— dijo colocando su mano en la mejilla del menor —Nunca lo voy a hacer— Lo volvió a abrazar esta vez reteniendo las lágrimas, el menor sorprendido por lo que su hermano le dijo comenzó a llorar... llorar en silencio, llorar en el hombro de su hermano mayor, llorar y ser abrazado por su hermano.

—Owww... que linda escena— susurró Reaper para que el azabache fuera el único en escucharlo.

—Si lo sé— dijo este.

—Oye... ¿quién es?

—Nuestro hermano— dijo observando a los otros dos —Si me disculpas— regresó su mirada hacia donde Reaper —Voy a ver a Ink— Este asintió en señal de despedida.

Pov Error.

Se alejó de aquel pasillo con la única esperanza de que ambos hermanos lograran resolver sus problemas sin necesidad de que Reaper interviniera, camino por los para llegar hasta el cuarto de Ink, al llegar notó que la puerta de este estaba abierta, se asomó para ver si el menor se encontraba ahí o había decidido salir como siempre hacia, para su suerte si estaba ahí, para su mala suerte, notó que el menor llevaba consigo una camisa de fuerza.

—¿Ink...?— murmuró entrando en la habitación, el menor al escuchar la voz del azabache volteó la cabeza y el mayor vio lágrimas bajando por las mejillas de este —¡¿Qué pasó?!— preguntó alarmado al ver al menor.

—Yo... no sé... Error, quítame esto, por favor, duele— murmuró lo último bajando la cabeza, el azabache sin entender porque el menor llevaba consigo esa camisa, se levantó y corrió hasta donde se encontraba el  enfermero que cuidó de Ink la noche.

—¿Por qué tiene una camisa de fuerza?— preguntó molesto asustando al muchacho, este dio un pequeño brinco y volteó a ver a Error —Oye te hice una pregunta— volvió a hablar el azabache.

—Doctor Error, bueno verá es qu-

—Ink Comyet, camisa de fuerza, motivo y razón por el cual le colocaron eso sin autorización— interrumpió al enfermero.

—Es que... no es algo tan importante, solo no dejaba de colorear en la pared, decía que sus amigos le pedían que dibujar y para que dejara de marcar las paredes se las colocamos y-

—Sabe que puedo mandar a que te despidan verdad, tú no tienes la autoridad de decir que colocarle o no a un paciente, y mucho menos por una razón tan estúpida— dijo casi gritando —será mejor que busques la mejor excusa para darle al jefe, porque de aquí sales sin empleo— amenazo el azabache mirando directamente a los ojos avellana del muchacho, se alejó del enfermero y regresó a la habitación de Ink, el de mechas coloridas aún se encontraba llorando, ya no soportaba el dolor en sus brazos.

El albino sintió como ese dolor iba disminuyendo a medida que sentía que el mayor le soltaba las hebillas en su espalda, al terminar de soltar cada una le ayudó a quitarse la camisa, el menor se dio la vuelta y abrazó con fuerza el azabache llorando en el hombro de este mientras murmuraba cosas sin sentido.

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~Hay personas que se quejan por las voces en su cabeza, detestan escuchar cómo estás les dicen que hacer y que no hacer. Hay otras personas que simplemente se sienten completos con ellas, son parte de ellos, nunca se alejarán de ellas.~