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Caminaba por una de las principales calles de New York. No me preguntes cual porque era incapaz de responderte ya que estaba completamente desorientada.

Llegué apenas ayer a la gran ciudad y no se como conseguí llegar al hotel que me iba a hospedar.

Observaba repetidamente al Google Maps que me decía que estaba a 10 minutos andando de mi destino. Pero llevaba caminando por más de 15 minutos y seguía igual de lejos. Miré la hora. Menos mal que salí del hotel con una hora de antelación ya que sabiendo de mi mala suerte suponía que algo así me podría ocurrir.

Me detuve bajo la sombra que generaba un rascacielos y di un suspiro.

El calor en esta ciudad era insoportable y más aún si estabas a mitad verano. Así era, estábamos a mitad junio y lo único que tenía ganas ahora mismo era ir a la piscina de mi hotel y tirarme de cabeza. Pero luego recordé que tenía una entrevista de trabajo en uno de los edificios mas importantes de la moda y las ganas automáticamente se me pasaban.

Yo, Lena Miller tenía la oportunidad de cumplir mi sueño. Poder diseñar para una marca famosa.

Ahora mismo trabajaba en mi pueblo ayudando a los pequeños comercios que había con su diseño de ropa. Tuve la grandísima suerte de que un trabajador importante de Gucci, que no me acuerdo el cargo que tenía ya que estaba tan emocionada en ese momento que no me enteraba de nada, vio uno de mis diseños en una tienda del pueblo cuando estaba de vacaciones y me dijo que viniera hoy para hacer una prueba. Pero al ritmo que llevaba ni pruebas, ni mierdas. No llegaba ni de coña.

¿Y por qué no le preguntas a alguien, imbécil?- me recomendó una vocecita dentro de mi cabeza. E inmediatamente le hice caso y paré a la primera persona que pasaba por delante mía.

- ¿Si?- era un hombre alto, con barba y ojos grises.

- Disculpe me podría decir donde queda el edificio de MTM- nada más decir esto el chico me miró con el ceño fruncido.

- ¿Esto que es una broma a cámara oculta o que?- ahora era yo quien le miraba con el ceño fruncido.

- No se a que se refiere señor. Sólo le estaba preguntando si tenía la amabilidad de decirme donde queda ese edificio. Pero ya veo que no- repliqué yo y el hombre soltó una risita sarcástica. Se está riendo de mi.

- Mira niña- le interrumpí.

-- No soy ninguna niña, tengo mis 22 años- el volvió a soltar una risita y continuó.

- Todavía te saco 10 años. No se si eres ciega o estás haciéndome una broma, por tu bien espero que sea la segunda porque o si no tienes un grave problema de vista.

- ¿A que se refiere?- le pregunté cruzándome de brazos.

- A que usted señorita, está enfrente del edificio que está buscando- miré el edificio que había enfrente de mi. Un enorme rascacielos donde ponía MTM. Dios estaba enfrente. Lo tenía delante de mis narices.

Noté mi cara arder de la vergüenza. Y pasé de mirar el enorme edificio que había delante de mi a observar el suelo. Volví a oír la risita del hombre y eso me trajo a la realidad de nuevo.

Nada de agachar la cabeza. Eso le pertenecía a mi yo antigua. La que se ponía roja en seguida, la que era tímida, la que siempre daba la razón aunque los demás no la tuviesen sólo para no meterse en conflictos o caer bien a la gente. Ahora era una nueva Lena. Ahora me daba igual lo que pensara de mi la gente.

- Tienes razón, debería de haberme fijado, abuelo- el me tiró una mirada asesina y pareció que iba a decir algo pero el teléfono le sonó.

Cogió el teléfono y se marchó mientras atendía la llamada. Solté el aire que tenía contenido y volví a mirar el enorme edificio que tenía delante mía. En ese momento sonó mi teléfono. Lo saqué y miré que era una notificación de Google Maps.

Mi dulce modeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora