Jenny pov
- Hola, mamá- saludé con una gran sonrisa, pensando que me llamaba para decirme que ya había visto la foto que había subido.
- Jenny, tu padre ha vuelto- me quedé un par de segundos en silencio pensando que había escuchado mal. Pero cuando el silencio se hizo en la línea supe que había escuchado bien. Mi sonrisa desapareció y empecé a sentirme mareada. Eso no podía ser cierto, el abandono el país hace más de diez años, se marchó a Europa ¿Por qué había vuelto?
- Voy hacia allí ahora mismo, tomo el primer vuelo- dije al mismo tiempo que me levantaba del sofá para ir directa a la puerta.
- Jenny - escuché como me llamaba mi madre antes de que yo cortara la llamada. Tomé el pomo de la puerta para abrirla pero una mano me detuvo. Me giré para ver de quién era aquella mano y ahí estaba Lena, mirándome con preocupación. Me había olvidado de ella por un segundo, había olvidado que estaba con ella.
- ¿Que ocurre, Jenny?- me preguntó mirándome a los ojos yo solo agache la mirada. No le había contado aún nada- Jenny, por favor, dime que ocurre- sentí las manos de mi novia tomar mis mejillas para levantarme la cabeza y poder mirarme a los ojos- Confía en mi- dijo en un susurró.
- Me tengo que ir- susurré apartando la vista de sus ojos que me intimidaban en estos momentos. Escuché a Lena suspirar con pesadez.
- ¿No me lo vas a contar?- la miré unos segundos, observé a esos ojos que me volvían loca durante tres segundos seguidos y eso valió para desarmarme por completo y que las primeras lágrimas empezaran a salir de mis ojos. Lena me miró unos segundos antes de abrazarme con fuerza, diciéndome que todo estaba bien y yo lo sentía así, si estaba con Lena todo estaba bien. Escondí mi cabeza en su cuello, buscando sentirme segura en sus brazos.
La de ojos miel no dijo nada, solo continuó abrazandome y dejándome pequeños besos en mi cabeza.
- Gracias- susurré separándome un poco de ella, pero sin quitar sus brazos de mi cintura. Lena solo negó, dibujando una pequeña sonrisa sin alegría.
- ¿Estas mejor?- asentí sintiendo como su dedo pulgar limpiaba mis mejillas de los restos de lágrimas que seguramente tenía- ¿Segura?
- Si, amor, ya estoy mejor.
- Te lo voy a volver a preguntar ¿Qué ocurre? No te voy a presionar más si no me lo quieres decir, pero si puedo ayudar, dímelo, por favor- me mordí el labio unos segundos, buscando como poder explicarle algo que no había comentado en ningún momento.
- ¿Podemos sentarnos?- Lena asintió de inmediato y con sumo cuidado me guió hasta el sofá. Me senté en el y mi novia se sentó a mi lado, mirándome fijamente, sería- ¿Por donde empiezo?- pregunté mordiéndome el labio algo incómoda- ¿Alguna vez te has preguntado por qué no hay vida personal mía en las redes sociales? Muchos famosos tienen fotos con su familia y esas cosas pero yo no- Lena asintió- Bueno, eso tiene su explicación. Mi familia nunca ha tenido una buena economía, solo estábamos mi madre, mi padre y yo. Siempre nos había faltado dinero y que mi padre fuera un adicto al juego no ayudaba mucho. Habían meses que a duras penas pasábamos, entre la hipoteca, los gastos mis estudios y todo. Para que yo pudiera comer mi madre se servía un pequeño plato diciendo que no tenía hambre- mis ojos se humedecieron al recordar esto.
- Si no quieres seguir no hace falta, amor- susurró con un hilo de voz mi novia.
- Quiero contártelo, por mi, porque necesito que lo sepas- ella solo asintió antes de tomar mi mano y darle un leve apretón, dándome a entender que tenía su apoyo- Mi madre quedó embaraza de mi hermana y cuando mi padre se enteró le dio una paliza, intentando que mi madre perdiera el bebé. El decía que una boca más solo nos traería más desgracia. Ese día mi madre fue ingresada en el hospital y no perdió a mi hermana de milagro. Mi padre al enterarse de esto huyó, huyó por si denunciábamos, y porque sabía que con una persona más en la familia perdería dinero para jugar. Así que cogió los pocos ahorros que teníamos y se marchó del país- a este punto ya estaba llorando y Lena tenía los ojos humedecidos- Me convertí en modelo para tener más dinero, necesitaba dinero desesperadamente. Lena no soy la mujer que te piensas que soy, tengo un pasado que es mejor que nadie sepa y- sentí como Lena me abrazaba fuertemente.
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Mi dulce modelo
Romance¿Qué harías si te encontraras con la persona que más admiras y no la reconocieras? ¿Qué reacción tendrías si te enteraras de que la persona que más has odiado estos últimos meses resulta ser aquella persona que tanto quieres conocer? ¿Y cuando te di...