Mi dulce modelo

4.

Pov Lena

Observé como la super modelo se deslizó dentro del ascensor.

La había visto en persona.

Aire.

¿Donde estaba el aire cuando más lo necesitabas?

La había visto y ella a mi. Había conocido a Jennifer Turner. Felicidad, eso era lo que sentía yo.

Ni siquiera habéis hablado. Eso no se puede llamar conocer. Sería más bien, verla pasar de lejos y darse cuenta de que por muy cerca que estés no vas a poder hablar con ella sin que te falte el aire. Si es que hablas con ella claro.

— ¿Lena? — dijo una voz. A mi espalda y me giré para ver a una sonriente Viky y acompañada de un chico alto de cabello castaño y ojos oscuros.

— Viky— dijé en forma de saludo y me levanté del sillón que había estado sentada todo el tiempo.

— Te presento a Javi, el es que te comenté que tenía el apartamento.

— H-hola, mucho gusto soy Lena— le di dos besos en la mejilla y este sonrió.

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— Entonces nos vemos a las 9 en the 80— dice y yo asentí.

Nos habiamos quedado hablando un rato en la recepción. Teníamos que quedar para hablar tranquilos sobre el apartamento. Además quería asegurarse de que la persona con la que va a compartir a departamento fuera buena.

En estos 20 minutos que hemos hablado me había enterado de varias cosas de el.

Entre ellas que trabaja maquillado a una modelo, y eso hace que este prácticamente todo el día fuera del departamento. Por ese motivo quedabamos a las 9 para poder hablar.

Me despedí de ellos y salí de la habitación. No tenía nada que hacer. Mas bien aquí en New York no tenía nada que hacer más que ir paseando por las calles, bueno, mejor dicho perdiéndome por las calles.

No estaba acostumbrada a estar sola, en mi antiguo pueblo éramos todos amigos y estábamos todos los días juntos. Asi que ahora sólo disfrutaba el pasear por las calles de New York sin rumbo fijo imaginandome mil maneras de yo conociendo a Jennifer, pensando en nuevos diseños para cuando llegué al hotel y me sienté en la silla para dibujarlos.

Si, sin duda estar sola era un placer que de vez en cuando te hacía bien. El desconectar del mundo te hacía bien.

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Pov Jenny

— Lo de siempre— pedí al camarero quien me muestra una sonrisa antes entrar de nuevo a la cocina.

Miré la cafetería una vez más. The 80 era mi cafetería favorita. Su estilo clásico de los 80, su música y sus deliciosos batidos de frutas hacían que me relajara en los dias más estresantes.

El camarero me trajo mi batido de sandía y le sonreí como agradecimiento.

Tenía ganas de relajarme y estar sola. Descansar por un largo periodo de los flashes apuntandome y de los periodistas haciéndome preguntas. Tenía ganas de gritar, de llorar, de contar chistes, de poder decir algo sin que un montón de personas me critiquen.

Pero todo eso era algo imposible. Mi vida es por completo publica. La gente sabe lo que estoy haciendo las 24 horas del día. Sabe que como y que no como. A quien veo y a quien no veo. Lo que supuestamente me gusta o deja de gustarme.

De verdad había veces que odiaba ser famosa y lo único que quería era enviar todo a la mierda y ser una persona normal.

Alguien entró por la puerta y enseguida oi un grito. Una fan...