Él me gusta.

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Capítulo 3.

Camila's Pov.

Debo admitir que fue difícil poder dormir, mi mente me atormento con imágenes de Damon, cuando nos conocimos y cuando volvimos a encontrarnos.

Me ducho y me pongo algo cómodo, un pantalón deportivo color negro y una blusa de color gris, recojo mi cabello en un moño despeinado y bajo a desayunar; me encuentro con Bonnie y Elena con una mano en su frente y los ojos cerrados.

-Buenos días, solecitos.

-¡Shhh!- Dicen al unísono. Me asomo a la cocina y no hay nadie, aún es temprano y todos están dormidos, voy a está y sirvo dos vasos con agua junto con un par de aspirinas. Las pongo frente a ellas.

-Oh, que hermoso, gracias Camila.- Bonnie los toma dándome una sonrisa. Elena me sonríe y solo asiento.
Regreso a poner el café.

-Necesito... ir por algo de comida.- Veo a las chicas mientras subo el cierre de mi sudadera.

-Damon tiene una nevera abajo.- Elena me ve confundida.

-Yo no bebo sangre de humanos.- Le sonrío.- Sangre adicta.- Levanto los hombros.

-¿Igual a Stefan?- asiento.- Pensé que solo era él.

-Si bueno, en ocasiones el vicio es más fuerte que tú.- Aprieto mi coleta y me dirijo hacía la puerta.



Creo que Stefan entenderá que Bambi no es una de mis películas favoritas ahora.
Limpio las comisuras de mis labios, hago una mueca de fastidio, el cuerpo sin vida del venado me afirma que me pasé un poco.
Me pongo de pie y empiezo el camino de regreso; he avanzado ya demasiado, escucho un crujir tras de mí, me detengo y trato de escuchar, puedo percibir una respiración cerca de mí.

Sigo caminando, con cautela, vuelvo a escuchar las hojas crujir bajo sus pisadas, giro y no veo a nadie, giro y doy un respingo.

-Lamento asustarte.- Un joven un poco más alto que yo estaba delante de mí.- No era mi intensión.

-Está bien, solo que no hay mucha gente por aquí.- Toco mi pecho tratando de calmarme.

-Lo mismo pienso, ¿Caminata matutina?- Asiento, sonriéndole.- Oh, lo siento, mi nombre es Andy.

-Hola.- me extiende su mano, acerco la mía.- Camila.

-Bien, Camila, ¿Puedo acompañarte?- Le sonrío.

-Claro, Andy.- Reímos.



-Entonces mi amigo Chad, corrió tan rápido que choco contra la pared, no la había visto.- Río con él, me detengo en la puerta de la casa.- Linda casa.- La ve de arriba abajo.

-Gracias, eres muy amable Andy.- Le sonrío.

-Oye.- giro a verlo, pasa una mano por su cabello.- Pensaba que tal vez podríamos ir a tomar un café o algo.- Suspiro.

-Oh, Andy...-La puerta se abre a mis espaldas.

-Oh, no gracias ahorita no queremos galletas.- Veo a Damon.- ¿Por qué no te vas?

-Lo lamento.- él se encoje de hombros.- Adiós, Camila.

-Espera.- Veo a Damon de reojo.

-¿Te parece mañana a las 10?- Ladeo la cabeza, él me sonríe ampliamente, asiente.- Te veo mañana.- Se va con una sonrisa.-¿Qué demonios te sucede?

-Vamos Camila, es muy poco para ti.- Me quito mi sudadera y giro a verlo.

-¿Desde cuándo tu determinas eso? Por lo que sé, no tienes ningún derecho.- La casa está muy callada.- ¿Dónde están todos?

-Caroline y Elena fueron con las niñas a un parque, Bonnie y Enzo fueron a ver una película, Stefan... Bueno no sé dónde esté.- Pongo los ojos en blanco.

-Voy a darme una ducha, Damon, haz algo productivo.

-Estoy demasiado aburrido.

-¿Por qué no me haces algo de comer?- Levanta una ceja.- Como el buen amigo que eres, anda.- Me dirijo a mi recámara, entro al baño y abro la llave del agua, me doy una ducha rápida, enrollo una toalla en mi pecho.
Salgo a mi cuarto y busco algo de ropa en el closet, me pongo un pantalón de mezclilla y busco una blusa.

-Lindo sostén.- Giro a ver hacia la puerta y veo a Damon recargado, pongo mi blusa rápido.

-¡Sal de aquí!

-Quería saber si querías jugo o que hiciera un agua natural.

-¿No pudiste esperar a que bajara?

-No, era algo realmente importante.- Me ve de arriba abajo.- Como sea.- Se gira para salir.

-Deberías de respetar a Elena, Damon.- Se detiene, está de espaldas.- No me parece justo, sigues coqueteando conmigo y estás con ella, ¿A qué estás jugando?- Se gira.

-Ella hace que me sienta bien conmigo mismo.

-Entonces, ¿por qué haces esto?

-La atracción que siento por ti, me vuelve loco.- Nuestras miradas están conectadas.- Sé que tu también lo sientes, como si te asfixiaras, lo único que quiero hacer es tenerte entre mis brazos, poder tocar tu rostro, escuchar tu respiración al dormir.- Empieza a caminar hacia mí.- Simplemente tu olor, tu presencia me hace querer besarte.- Estamos a unos centímetros de distancia, ¡Esto está mal! Pero no puedo detenerme, algo muy dentro de mí no pelea, levanta una mano y acaricia mi mejilla, cierro los ojos al sentir el contacto.- Estoy tan confundido, Camila, no quiero dañarla ni a ti, pero no sé qué hacer. Eres algo irresistible para mí.- Pasa su mirada a mis labios, siento su aliento chocar con ellos, cierro los ojos.

¡No! No puedo hacerle esto a Elena; tomo sus manos y lo alejo de mí.

-Creo que debes de irte.- Lo veo directamente a los ojos.- No está bien esto, Damon, por favor, vete.- Asiente, sale de la habitación, cerrando la puerta tras él.
Suelto el aire contenido, en mi cuerpo corre cierta desesperación, tengo un nudo en mi garganta.
Me abstengo de bajar en lo que resta del día y me acuesto a pensar en todo lo que ha pasado, unos toquidos en mi puerta me desconcentran.

-¿Cam, puedo pasar?- Es Enzo.

-Pasa.- Digo sin ánimos.

-¿Estás bien, pequeña?- Me siento en la cama, asiento mientras lo veo acercarse.- Damon preparó comida para ti, dijo que no quisiste.

-No tenía ganas.- le doy una sonrisa como puedo.

-¿Sucede algo?- Frunzo el ceño.- ¿Te hizo algo?

-Y-yo, no, todo está bien, solo que me siento algo cansada.

-¿Estás segura?- Asiento.- Tal vez no estés comiendo bien, ¿Ultima vez que lo hiciste?

-Hoy por la mañana, por cierto.- Le hago una sonrisa pícara.- Conocí a alguien.

-Uhh, una víctima, pobrecillo.- golpeo su brazo.- Es broma, ¿Cómo se llama?

-Andy, me invitó a salir mañana a almorzar.- Levanto ambas cejas.

-Me alegro, tienes que seguir adelante.



-Entonces, ¿Qué quieres pedir?- Veo que mueve sus manos nervioso.

-Mmm, creo que pediré unos waffles, ¿Tú?

-Pediré un omellet.- Le sonrío. Pedimos la orden junto con un jugo de naranja y un café.- El chico de ayer... ¿Es algo tuyo?- Abro los ojos sorprendida.- Lo siento, ¿Muy pronto?

-Está bien, es mi ex novio, o algo así.

-¿Vives con él?

-En realidad, vivo con mi mejor amigo, su hermano, su actual novia y varias personas más.

-Oh, entiendo.

Pasamos la mañana hablando sobre él, sobre mí, cosas que nos interesan o nos disgustan; hace tanto que no me sentía así, tan... humana, esto me gusta, él me gusta.

No Rules. |Damon Salvatore| Segunda Parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora