Sin llegar a creerlo

Diez

Yusaku no había tenido ánimos de ir a la escuela ese día quería quedarse ayudar a investigar junto con Kusanagi algunas posibles causas y ayudas para Aoi, era su primera razón, sabía que nadie le esperaría en la entrada con los 'Buenos días' y muchos menos que podría discutir con alguien en el grupo de duelos porque por el momento había sido interrumpido debido a que la escuela no quería que ningún estudiante saliera herido con los recientes ataques de Hanoi a VRAINS. Quedarse en cama era su segunda razón e ir al hospital a ver que pasaba con Aoi y quedarse un buen rato ahí era su última razón.

Para su desgracia, Ryoken había ido temprano por ella, le obligó a que se pusiera su uniforme,  le dio un ligero desayuno, al igual que preparó su almuerzo y la fue a dejar a las puertas de la escuela. Se había asegurado que la chica había entrado y no había escapado como veces anteriores había hecho y que le había contado.

—Aoi estará bien —Le dijo mientras manejaba a su escuela—. Es mejor que te distraigas haciendo otras cosas que quedarte en casa y deprimirte.

—Pero...

—Y no voy a cambiar de opinión —Habló Ryoken con una sonrisa cuando la vio inflar ligeramente sus mejillas.

Escuchaba aburrida las clases, veía a Shima un tanto ilusionado mirando su tableta para saber que le esperaba en el mundo virtual al igual que estaba en la espera que Playmaker o Go Onizuka aparecieran. Sintió su celular vibrar, aprovecho que el maestro estaba conversando con uno de sus compañeros para sacarlo y poder contestar.

"Espero que tengas un buen día y no te estés aburriendo o pensando como escaparte de las clases. Es mejor que no me contestes o me daré cuenta que no estas prestando atención aunque se que las palomitas se pondrán azules por que lo leíste. Espero también poder verte en la noche, si no podemos entonces te llamaré. Te quiero."

Sus mejillas se calentaron al leer la última palabra. Aunque de sus labios hasta el momento no habían salido esas palabras, ahora que Ryoken las escribía se sentía realmente bien y que su corazón golpeara su pecho, bueno, podía decirle a los profesores que se empezaba a sentir mal y estos le dejarían ir a la enfermería. Probablemente no era una opción. Dejo su celular a un lado y empezó a realizar los tantos ejercicios que el profesor de matemáticas había dejado para el final de la clase y que a la mayoría le costaba terminar. Realmente sorprendió a todos con su buen ánimo y claro, ver como ella había resuelto todo eso en sólo unos minutos y tan rápido había ido a que le calificaran.

Ella estando en buen estado de ánimo daba miedo, más que cuando se le veía sería o hasta un tanto enojada. Incluso cuando terminaron las clases, la chica salió tarareando una canción mientras caminaba a donde se encontraba Kusanagi en su usual puesto de perritos. Aunque el sabía la verdad de aquella sonrisa, la dejo atender.

—¡Hola chicos! —Una duelista de cabello azul aparecía en las pantallas del parque llamando la atención de todos—. ¡Blue Angel ha regresado! Playmaker, pagarás por lo que me has hecho —Alzó sus manos y su rostro levemente enojado.

Yusaku no podía creer lo que veía en pantalla. Había alguien que se decía ser Blue Angel y descaradamente le llamaba para tener un duelo. Tuvo que entrar al camión y rectificar si se trataba de la verdadera o sólo una copia. Sólo tardaron un par de minutos para ver a la amiga de Yusaku aún en la cama de hospital.

—Aoi Zaizen sigue en el hospital —Dijo Kusanagi—. Sin duda es una trampa para que vallas.

—¡No vallas Yusaku-sama! —Gritó la IA desde su disco de duelos—. Ellos te quieren destruir ¡Fue plan de los bastardos de Hanoi!