Sin llegar a creerlo

Veintiocho

Todos padecían angustia por lo que sucedería en el mundo virtual, ese mundo que muchos amaban porque podían ser otras personas sin recibir algún comentario negativo. Sin embargo, el miedo los invadía y no querían hacer algún movimiento o nunca más despertarian de ese sueño eterno. Sabían que si accesaban hasta esas alturas, sus datos serían atrapados y sólo serían convertidos en millones de píxeles que volarian en ese mundo hasta llegar al centro de aquella torre que se encargaba de absorver y unir todo para un sólo propósito, el final del mundo cibernético. Querían ayudar pero el constante miedo los invadía y preferían ya no ver aquella transmisión en vivo que hacían los único avatares que se encontraban ahí.

Aquellos dos periodistas deambulaban por esos lugares en la búsqueda de alguna señal de vida o algo que les pudiera asegurar la victoria pero nada aparecía. Estaban con los ánimos por el piso, su heroína Playmaker no había podido hacerle frente a su enemigo jurado Revolver y ambos habían desaparecido. Imaginaron que ellos ahora se habían convertido en esa información que recolectaban y ahora sólo esperarian el fin.

O eso creyeron cuando vieron como la cima de aquella torre empezaba a moverse. Gritaron de terror porque creyeron que el final ya estaba ahí y ni siquiera les habían dado tiempo de cerrar sesión. Pero grande fue su sorpresa al ver que la cima se había modificado para que sólo dos personas tuvieran el último duelo.

Dos destellos de luz se hicieron presente. Miles de píxeles aparecían para formar a dos personas. Gritaron llenos de ilusión al ver que Playmaker y Revolver habían regresado al escenario de su destino final. Los periodistas realmente se lamentaban de no poder acercarse más y poder escuchar las palabras que probablemente los rivales estarían compartiendo. Pero mientras tuvieran la exclusiva en video, era mejor para todos saber cual iba a ser el futuro de su amado mundo.

Después de que Kusanagi se asegurará de que Ryoken y Yusaku no se golpearon al momento de que sus cuerpos cayeron hasta llegar al piso después de la inmersión total. Miro con total tristeza al de cabellos blancos. Sin duda, era un amable chico que siempre alegraba a Yusaku y que sin duda, hasta le había empezado a tener cariño por hacer que esa chiquilla tuviera una mejor vida. Suspiró. Para su desgracia, ya no podía cambiar nada.

Realmente se lamentaba de obligar a la chica a ese duelo cuando era ella la que menos quería al saber esa verdad. Se lamentaba por no decirle que podía ignorar aquel acuerdo que hicieron cuando se conocieron y que podía ser feliz con Ryoken, no la iba a culpar por lo que fuera a pasar. ¿Qué clase de persona era para pensar primero en sus propios deseos que en los ajenos? Mejor ya no quería pensar o realmente se iba a lamenta más.

Cargo sus cuerpos para que estos se quedarán recargados en la pared, juntos. Sonrió. Tal vez sería el último momento que los vería juntos, así que no pudo evitar tomarles una foto. Al asegurarse que estaban bien, se levantó. Miro la pantalla de aquel cuerpo sin vida del doctor Kogami e hizo sus manos puños al saber que no pudo hacer nada por su hermano. Aquella persona estaba más cerca de lo esperado y ahora, ya no podría vengarse más, ya no podría saber más de lo que contó Ryoken.

No podía quedarse ahí y seguir lamentando lo que ya no pudo hacer. Ahora le tocaría apoyar a Yusaku, rezaria para que Playmaker resulte ganadora y una vez que el duelo termine, ellos dos pudieran arreglar sus diferencias. Así que salió con mucha prisa, no dio oportunidad de cerrar la puerta de la casa para subirse a la cabina y esperar a que su equipo encendiera para continuar con el duelo.

—Confío en ti Yusaku —Susurraba. Vio las imagenes del duelo en su pantalla—. Ganarás, no importa si pierdes, yo siempre te apoyaré.

.o.

Playmaker realmente agradecía que aquellos periodistas no lograrán grabar el audio de su duelo. Sabía que las turbulencias por aquellas Data Storm los mantenía alejados, era lo justo para que aún pudiera cambiar de parecer a Revolver. Aunque siendo sinceros, le daba igual hasta ese punto, que todo el mundo supiera sobre su admiración al ciberterrorista y que este era su pareja al mismo tiempo, le daba igual las críticas que recibiría, lo único que realmente le interesaba era que el duelista frente a el dejará el orgullo por su propio bien.