LXXII

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Cogí la botella de vino y vacié la última gota que había en ella. Mamá estaba abajo con papá y no se daban cuenta, aún, del estado emocional en el que estaba. Era mejor así. Me quería ahogar en alcohol puesto que me sentía mal. Seokjin me necesitaba y lo único que había hecho ha sido golpearlo y botarlo de casa.  Me había dado todas las explicaciones posibles y sí, sonaba creíble. Aún así no quita el hecho de que me había sido infiel con la tal Minkyung. Con solo recordar los gemidos de Seokjin junto con los de la chica me daba asco. Me levanté de la cama, mareandome en el camino, y me dirigí a donde había dejado mi celular.

Estaba de cientos de mensajes, pero sobretodo los de Seokjin eran los que ganaba. 71 mensajes por responder. Me acosté de vuelta en la cama leyendo los mensajes. Seokjin me hacía recordar cada momento vivido con él. Mientras más leía más me daba cuenta que lo extrañaba.

—Te odio.

Susurré, tratando de convencerme. Entonces mis ojos cayeron sobre una frase.

¿No extrañas cuando te hacía el amor cada día?

Y bajé el celular. Las mejillas me ardieron y no precisamente de vergüenza ni del alcohol. Seokjin sabía cómo moldearme, cómo hacerme gritar hasta llegar al séptimo cielo. Debía admitir que sí, extrañaba eso, pero lo extrañaba más él.  Entonces lo siguiente.

Te estaré extrañando ahorita mismo, pero no volveré a tí Kim Seokjin. No me vuelvas a buscar.

Sí, eso era lo correcto.

Antes de volver a caer en tu juego.

Blind + Ksj + Kth ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora