Taehyung observaba como la chica cargaba una bolsa de detergente de aproximadamente cinco kilogramos. Estaba más delgada desde la última vez que la vio hace un par de días por la escuela. Ya no la veía mucho desde que el año escolar había empezado unas semanas atrás. Lo único que sabía es que ella estaba trabajando y se lo podía notar en las ojeras que tenía aunque el gorro le oscureciese el rostro.
Se acercó. Y Oh Jiyeon volteó a mirarme, asustada, pero luego me sonrió. Y esa vez esa sonrisa. Era muy muy bonita aquella sonrisa. Siempre me había parecido linda desde pequeños. Sus ojos desaparecían y la hacía ver como un osito. Sí, la hacía muy tierna y bella y
La bolsa que tenía la colocó en el carrito y luego procedió a hablarme. Le seguí sin dejar de observar como hablaba y lo feliz que estaba. Jiyeon no era así. Se veía diferente y no sabía que era, entonces le vi mirando la hora y fruncir el ceño.
Ojalá no se enoje.
Le oí decir. Hacía casi dos años nos habíamos alejado por completo. Y no podía culpar al hecho que había sido la mudanza. Ella me venía a ver junto con Jimin de vez en cuando a jugar la consola o jugar uno - en la que ella era una experta-. Sin embargo, por su tono de preocupación supe que hablaba de un chico. No sabía cómo podía deducir eso, pero se trataba de Jiyeon, mi ex mejor amiga de infancia. Como si fuera el destino la abuela me dio el alcance en la caja y coloqué la botella de aceite grande en el carrito.
La observé hablando con mi abuela muy animada. Me quedé mirando detenidamente. Taehyung...¿Cuándo admitirás que te gusta Jiyeon? Jimin siempre se lo decía, pero era irónico. Solo estaba curioso de ella. Ella no era ni siquiera mi tipo. Solíamos hablar de vez en cuando, pero casi era poco tiempo. Hasta podría decir que hacía más de medio año no nos dirigíamos la palabra más que un simple saludo en los pasillos. Y he ahí el porque Jimin se estaba acercando más a ella, porque decía que ya no soportaba vernos alejados. Él era testigo incluso de que cada vez que ella salía de la academia frente al parque, no quería quedarse mucho tiempo, aunque ahora ni siquiera asistía a ella por su trabajo o eso Jimin le había comentado.
No sabía porqué, pero a veces verles a los dos por los pasillos hacia que pensara ? qué sucedió realmente entre nosotros? ¿Por qué Jiyeon de la noche a la mañana se alejó? Jimin siempre decía que era por sus notas. Ella tenía un buen promedio junto con el de Jimin. Ambos estudiaban juntos y pertenecían a la directiva estudiantil. Sí, quizá era eso, pero también Jimin tenía más oportunidad que yo para acercase, si era honesto.
Salí de mi trance cuando ella me miró y luego dio una afirmativa a mi abuela. ¿Qué? ¿Qué sucedía?
Salimos de la tienda de conveniencia tratando de entender que sucedía hasta que nos dirigimos al auto del padre de Jiyeon. Nos llevaría a casa. Ella era tan pura. Verle manejando fue otra de las cosas que me llamó la atención. ¿Cuándo había aprendido a manejar? Sentía que no la conocía
Verle comer era otra cosa que era digna de ver. Parecía una ardillita con nueces en la boca, toda repleta de comida. Era su postre favorito y me daba ternura verle comer con gran esmero, hasta que vio su celular y maldijo. Se tenía que ir porque debía cocinarle a su padre.
—Mierda, Jin se va a enojar.
Volvió a hablar consigo mismo, pero el nombre había quedado. Jin. Quizá estaba saliendo con ese chico o ya era su novio. Le acompañé a la puerta y pronto le vi subirse al auto. Ella solo vivía a unas cuántas cuadras así que pronto estaría ahí. Cerré la puerta cuando mi abuela se quedó mirando.
—Está muy enamorada. Es una pena que le hayan robado el corazón y no hayas sido tú.
Mi abuela me miró con pena y luego cogió el plato donde Jiyeon había comido. Me quedé estático.
Mierda.
Jimin había tenido razón todo el tiempo, pero aún no lo quería creer.
A mí no me podía gustar Jiyeon.
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Blind + Ksj + Kth ✔️
Fanfiction«Debí saber que me estaba involucrando con alguien como tú, pero estaba cegada» Oh Jiyeon conoce a Kim Seokjin en el momento más vulnerable de su vida, llevándola a sentir sensaciones de placer y dolor que nunca había sentido. Sin embargo, sabía que...