CLXV

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Taehyung y yo subimos las escaleras mientras los demás se embreagaban a no dar más. Había tomado apenas y Taehyung no podía hacerlo. Estaba con medicación conforme a una infección en la garganta -la cual ya le había pasado en gran parte- y quería descansar, aunque lo único que haríamos sería hablar hasta que nos venza el sueño. Cerró la puerta tras de él, aún escuchando la música de fondo y los gritos de Jungkook junto a los de Jimin, quién sabe por qué, apenas era inteligible lo que se decía.

Soltó mi mano para que se quitara la ropa, yo procedí a amarrarme el cabello mientras me sentaba en su cama. Miré mi móvil tras finalizar. Una de la mañana. Apostaba que nos iríamos a dormir en una hora y algo. Nunca durabamos hasta las 3. Taehyung quedó solo en bóxer y se acercó a mí. —¿No vas a ponerte cómoda?

—Eh sí. —Dije. me había quedado mucho viendo el móvil así que procedí a quitarme la blusa y luego el pantalón. Mamá sabía que me quedaría a dormir con él, así que no había problema. Casi nunca lo había. Gateé hasta alcanzarlo y me recosté a su lado, dejándome abrazar por él. Estaba calientito y era muy cómodo. Septiembre de noche era algo seco y bastante ventoso, así que en cualquier momento mi piel se podía erizar por el frío, pero estando así, con Taehyung, era imposible.

Taehyung acariciaba mi piel con suavidad mientras hablaba. Aún me sorprendía como nosotros no hubiésemos llegado más allá de besos- muy calientes, por cierto-. Siempre cada vez que podíamos dormir juntos terminábamos así, casi desnudos en abrazos. Podía decir que era el mejor sentimiento que había en la tierra. Me hacía sentir querida y también me hacía pensar que no todo era sexo y besos para demostrar amor en la cama  Con tal solo me acaricié el cabello o me bese la frente para dormir Taehyung demostraba todo su amor.

Besó mi frente y luego buscó mis labios, torpemente por la oscuridad. Rodeé mi brazo tras su cuello para atraerlo exactamente al lugar y cuando nuestros labios chocaron mi corazón explotó de emociones. Sus labios eran como el chocolate, parecían derretirse más mientras se mojaban, y me parecían más y más deliciosos. Succionando, lamiendo y mordiendo. Era la gloria y mucho más cuando Taehyung acariciaba solo mi rostro para apreciar más el momento. Otra cosa que amaba de Taehyung es que el apreciaba cada momento que nos besabamos. No se dejaba ir por lo sexual, sino que apreciaba mi ser. Sí, él solo se dedicaba a besar mi boca. Nunca exploraba más mi ser a excepción aquel día en la playa. Sin embargo, esta vez era diferente. Pude sentir su mano bajar por mi espalda acariciándola muy lentamente hasta el nacimiento de mi espalda baja, apretando con un poco de fuerza para que me  impulsura hacia su pecho, despegando mi espalda del colchón. En tan solo un segundo yo estaba sobre él, entre sus piernas, sin dejar de besarle.

Sabía lo que sucedía. Él también pues cuando nos separamos por aire, él no dejaba de mirarme con cierto brillo que hacía que me perdiera en ellos. Mantuvimos nuestros rostros cerca, respirando muy, pero muy cerca. Entonces me impulsé, dejándome llevar por el amor y la lujuria que sentía por Kim. Esta vez Taehyung con menos temor acarició mi cuello con una mano, retirando pronto aquel nudo que había hecho en mi cabeza, y con su otra mano explorando cada vez mi cintura baja, apretándola más y más uno de mis glúteos. Sus labios dejaron los míos cuando él se incorporó en la cama, sentandonos. Sus dos manos ahora se posaban en mi cintura mientras succionaba en mi cuello.

Estaba en la gloria mientras él bajaba más por mi cuello deteniéndose en el nacimiento de mi busto. Aún sosteniendome, alejó una mano de mi espalda y la acercó a mí pecho, no tocandome, sino rozando mi piel erizada. Él parecía absorto en mi piel y verle curioseando con mi sostenedor hizo que yo sonriera. El verle bajar un tirón con suavidad mientras me besaba mi hombro contrario hizo que jadeara. Me lamía como si fuese de helado y luego dejaba besitos cortos en ello. Tomé su cabello y le peiné cuando el sostenedor cayó.

Me estaba viendo desnuda en su máxima totalidad por fin. Sus ojos se bañaban  de lujuria mientras me miraba. Le vi a abrir la boca dubitativo. —¿No estás tan mareada, no? No quisiera aprov...

Le interrumpí—¿Tienes condones?

Si no estuviera consciente, no le hubiera hecho esa pregunta sabiendo como era mi historial en el pasado. Él frunció el ceño. —Estoy yendo en serio, no me quiero aprovechar de ti.

Le sonreí. —Taehyung estoy sobria.  —cogí su rostro dándole un corto beso—, pero nos estamos salvando de un posible embarazo. ¿Tienes o no?

—Tonta. Y sí, si tengo.

Sonreí mientras me levantaba pues él se iba hacia su escritorio. Me di la vuelta cayendo en su colchón. No estaba nerviosa sino ansiosa. Sería la primera vez con él y mi piel estaba sensible gracias a sus besos. Acaricié mi cuello con cuidado y suavidad y noté un poco de humedad en ella gracias a sus últimos besos en ella. Taehyung pronto regresó con dos paquetes unidos y los colocó al lado de mi cabeza mientras se volvía a cernir sobre mí, besando mi frente con suma lentitud. Le abracé en el proceso, tomando toda su cintura.

Taehyung volvió a buscar mi boca después de unos segundos envueltos en un abrazo y nuestro objetivo volvió, pero esta vez más firme. Sus besos dejaron de ser tiernos para ser más intensos y firmes. Mis piernas se abrían más bajo él apunto de enredarlas sobre su espalda para que esté más cerca de mí y mi boca. Su sexo -ya duro- rozaba mi zona con gran fuerza. Aún estado con ropa parecía que me estuviera prenetando. Era lo más erótico que había presenciado en mi vida: el verlo sudando mientras se presionaba con locura a mi cuerpo, queriendo quitar el espacio inexistente al mismo espacio. Se alejó y supe porque lo hizo cuando tiró de mí ropa interior con rapidez y luego el la suya.

Mi corazón desbocado estaba apunto de morirse mientras le veía recorrer con su mano todo el largo de su miembro, asegurándose que el condón esté bien colocado. Aguanté la respiración cuando él volvió a mí. Se acercó a mí rostro, acariciando con una mano y con la otra apuntaba a mi entrada.

—¿Tienes miedo?

No lo tenía. Por alguna razón ahora estaba nerviosa. No era virgen hacía más de medio año, había tenido relaciones varias veces. No tenía miedo al dolor, sino miedo a la forma en que me sentía morir. Mi corazón nunca había estado tan nervioso, pero que haya preguntado eso me calmaba un poco, he de admitir. Moví la cabeza, negando y él centró su mirada en el nacimiento de mis piernas. Y el roce presente en dicha entrada me sacó todo el aire posible. Y en el momento preciso que se fue entrando y estuve apunto de abrir la boca por la intromisión bastante satisfactoria fui callada con un beso.

Taehyung colocó ambas manos a mi lado mientras se introducía lentamente, pero firme hasta donde mis paredes más le permitían. No dejaba de besarme incluso cuando mi boca quería soltar muchas gemidos por la invasión en mi ser. Uno salió cuando él se retiró y volvió a entrar con parsimonia. Mierda. Una, dos, tres veces. Taehyung se movía lentamente bien y tortuoso para mí, hasta que aquellos movimientos empezaron a ser más y más rápido haciéndome gemir sobre su boca incontables veces. Mis piernas se cerraban más sobre su espalda haciendo que su pecho desnudo chocara con él mío, pero sin impedir su constante movimiento.

Estaba en la gloria. Sus besos tanto en mi boca como en mi cuello, o sus gemidos que soltaba a la par que yo eran de otra dimensión. Lo que sucedía parecía ser irreal. Taehyung era dominante o simplemente no tenía tanta fuerza para yo tomar el control luego de como él me había sometido. Estaba rendida con él, al punto que ni siquiera me quejé cuando hizo que mi cuerpo girara de golpe, quedando boca abajo.

Los besos que acompañaban mi columna vertebral eran los que más me habían gustado hasta el momento. Mandaba cosquillas en mi ser, pero no ese tipo de cosquillas que te hacía reír, sino que te hacía erizar y sentirte más caliente, y eso que ya creía que lo estaba. Entonces su mentón se centró en mi hombro cuando se introdujo de vuelta en mi sacándome un fuerte gemido que apostaba que los chicos me habían oído. No, exageraba. La música era muy alta aún. El vaivén volvió mientras escuchaba muchas cosas en mi oído. Taehyung era demasiado erótico. No esperaba que fuera así. La forma que me tocaba parecía que me hacía erupcionar.

Sinceramente nunca me había sentido así.

Nunca

Blind + Ksj + Kth ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora