T r e s .

377K 24.3K 23.4K
                                    

Basta con una palabra tuya
para hacerlo enloquecer.
Pero duele que tu nunca
Lo podrás corresponder.

La boca se me hizo agua al ver a la camarera trayendo mi batido de oreo. Una vez estuvo frente a mí y tuve la oportunidad de probarlo, supe que tenía que llevar a Zoe a esa cafetería.

—Podría comer cientos de estos y no me cansaría —aseguré. Jensen rio y luego le dio un trago a su saludable batido de jengibre—. No sabes lo que te estás perdiendo.

—No me estoy perdiendo nada, no me gusta el chocolate.

Abrí los ojos sorprendida.

—Ahí acaba nuestra amistad. Ha sido un placer haberte conocido, monstruo. —Mi insulto le hizo reír. Incliné mi vaso para ofrecerle un poco de la bebida—. ¿Quieres probarlo?

Negó con la cabeza, pero después de que yo insistiera un poco acabó haciéndome caso. Su cara formó una mueca de asco que me decepcionó.

—No me puedo creer que no te guste —dije—. ¿Se puede saber qué clase de humano eres?

—Uno al que no le gustan los dulces.

—Entonces, muy humano no eres —bromeé.

—¿Eso en que me convierte? —preguntó divertido.

—¿En un alien? —Fue más una pregunta que una afirmación.

Jensen rio, negando con la cabeza.

—Oye, hay algo de lo que quería hablarte —su rostro se volvió sereno, aunque nada en su expresión me daba a entender que se avecinaba una mala noticia. Me calmé—. Has estado bastante callada respecto al concierto de octubre. Sinceramente, pensé que la idea te iba a emocionar. Subirse a un escenario es el sueño de cualquier persona que sueñe con dedicarse a la música.

—Sí me emociona —aseguré. Removí mi batido con la vista fija en el vaso—, pero nunca he cantado delante de gente.

—Bueno, cantas enfrente de nosotros.

—Es diferente, ¿sabes cuánta gente habrá? —La cabeza me daba vueltas solo de pensarlo—. Estará todo el instituto.

—Lo sé. Precisamente por eso tenemos que actuar ahí, es una oportunidad que no podemos dejar pasar.

—Lo sé, lo sé. No estoy pensando en dejaros tirados. No soy tan mala.

—Sé que no lo eres. Y no quiero presionarte.

—Claro. Sin presión —dije con sarcasmo.

—Sin presión. —Rio él—. A todo esto, tengo una pregunta, ¿cómo es que se te da tan bien escribir canciones?

Esa pregunta me pilló desprevenida. Dudé en contarle sobre mi cuenta de instagram, pero acabé descartando la idea.

—Escribo poemas. No es lo mismo, pero se parece —expliqué.

—¿En serio? Me gustaría leer alguno —dijo él. Parecía sincero y eso me asustó. No quería que nadie que no fueran Blanca o Heather los leyera—. ¿En qué te sueles inspirar?

En el hermano de mi mejor amiga, del que estoy perdidamente enamorada desde que tengo memoria, pensé en decir. No obstante, me contuve.

—Normalmente en lo que siento en ese momento, aunque a veces decido primero sobre qué quiero escribir. Me gusta, pero soy bastante mala.

—Permíteme dudarlo. He leído tus canciones, Kate, no hay forma de que seas mala.

Me encogí de hombros, avergonzada. No sabía qué responder.

Kate & Ethan ✔️ | YA EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora