V e i n t e .

285K 22.6K 11K
                                    

He escrito mil versos sobre tus labios,
Escribo versos sobre ellos
Porque no puedo besarlos.

Caminamos de la mano, hablando de cualquier cosa. Mis nervios se habían calmado, a pesar de que seguía sintiéndome en las nubes.

Estaba feliz, muy feliz.

Ethan me acompañó hasta casa y, cuando llegamos, no pude evitar sentir algo de tristeza al notar que el día se acababa, que tendría que separarme de él.

Ethan me dio un beso en la frente sin soltarme la mano. Yo lo cogí del cuello de la camiseta y junté mis labios con los suyos.

Tenía que sentirlos una vez más antes de despedirme de él.

Su mano abandonó la mía y se posó en mi mejilla. Era, de nuevo, un beso dulce.

Nuestros labios se movían lentos. Su brazo bajó a mi cintura y me acercó a él. Pude sentir el latido de su corazón, igual de agitado que el mío.

—Buenas noches, princesa —dijo cuándo nos separamos.

—Buenas noches —sonreí.

Entré al edificio y llamé al ascensor. Una vez dentro, miré mi reflejo en el espejo.

Mis labios estaban ligeramente hinchados, mis mejillas sonrojadas brillantes y una sonrisa tonta adornaba mi rostro.

Una sonrisa que gritaba "amor".

Irradiaba felicidad.

En el pasillo de casa me crucé con Jake, quien me miró alzando una ceja y con una sonrisa divertida.

—Si no te conociera pensaría que acabas de tener el polvo de tu vida —se burló—. Claro, que eso es imposible, porque tú eres más virgen que el aceite de oliva.

—Ja, ja, ja —puse los ojos en blanco. Sin embargo, la sonrisa seguía ahí—. Simplemente ha sido un buen día. ¿No puedo estar feliz?

—¿Acaso he dicho yo eso? —Rio—. ¿Y a qué se debe este buen humor? ¿Te han regalado un batido de oreo en la cafetería?

—No, ha pasado algo mucho mejor.

Él esperó a que yo siguiese y le contase más, pero cuando vio que no iba a hacerlo, dijo:

—¿No me vas a decir qué?

—No. —Reí. Ésta vez fue él quien rodó los ojos.

Me metí en mi habitación y saqué mi diario de uno de los cajones de mi armario. Aquel que escribí años atrás.

Pasé las páginas hasta encontrar aquella que hablaba de cómo sería besar a Ethan.

"08/11/13

Querido diario,

He visto una película donde los protagonistas se besaban bajo la lluvia y no he podido evitar pensar en Ethan. He imaginado cómo me sentiría si él me besara. Creo que sus besos sabrían a caramelo o a algo igual de dulce. Me gustaría besarlo bajo la lluvia. Quisiera que, si algún día pasa, sea cómo en las películas."

Sonreí ante el recuerdo, la imagen de una niña de once años escribiendo en un diario rosa y lleno de purpurina, con cara de enamorada, imaginando qué pasaría si el chico que le gusta le llegara a besar. En esa época todavía tenía esperanzas, me pasaba los días viendo series y películas románticas, leyendo novelas adolescentes llenas de clichés, convencida de que algún día viviría uno de esos clichés junto a Ethan.

Kate & Ethan ✔️ | YA EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora