Kate & Ethan ✔️ | YA EN FÍSICO

V e i n t i c i n c o .

Somos todo y nada.
Como una estrella fugaz,
Una manzana envenenada.

✩

31 de octubre de 2018

Halloween. También conocido como Noche de Brujas.

La mayoría de los estudiantes de mi instituto se habían ido ya a casa a prepararse para la fiesta. Mientras tanto, yo y el resto de la banda seguíamos practicando.

Llevábamos ya media hora ensayando cuando un grupo de chicas tocó a la puerta. Eran las mismas que habían venido a escucharnos la otra vez.

—Hola —saludó una de ellas cuando Jensen les abrió la puerta. Había cuatro chicas en total.

Sally me había dicho sus nombres. Había ido a hablar con ellas para pedirles que asistieran a algunos ensayos antes del concierto y ellas habían aceptado encantadas. Lo cierto es que eran bastante agradables, eso ayudaba mucho a la hora de controlar mis nervios.

—Hola. —Les sonreí—. Pasad.

Las observé entrar, intentando recordar sus nombres. Si no recordaba mal, sus nombres eran Jule, Feline y Valerie.

—¿Hay alguna canción en especial que os gustaría que Kate cantase? —dijo Sally—. Podéis pedir la que sea, siempre y cuando Kate se sepa la letra.

Las tres se quedaron pensando un rato, pero finalmente, la morena, algo más tímida que las demás, habló.

—¿Puedes cantar I don't want to miss a thing de Aerosmith? —pidió.

Jensen me miró, expectante. Asentí con la cabeza; mi padre había puesto esa canción mil veces en el coche, me sabía la letra a la perfección.

—Yo también puedo tocarla en la guitarra —aseguró .

—Yo no me la sé —se encogió de hombros Sally.

—Podéis tocadla vosotros, ¿no? —intervino Garret, el batería, refiriéndose a Jensen y a mí—. Después de todo, hacemos este tipo de prácticas por Kate.

—Por mí bien —asintió Jensen.

—En realidad es incluso mejor si la atención se centra en ti, Kate. Es por eso que estamos ensayando, ¿no? Para que te acostumbres a la atención del público —dijo Sally.

—Sí. Está bien —acepté. Sally parecía sorprendida de que hubiese aceptado tan fácilmente, pero no dijo nada. Seguí a Jensen hasta el pequeño escenario que habíamos formado en la sala. Él cogió su guitarra española y se sentó en un taburete. Yo me instalé frente al micrófono, el cual estaba ya a mi altura.

—Cuándo tú digas —le dije a Jensen.

Comenzó a tocar la canción y yo cerré los ojos, concentrándome en la música y esperando al momento indicado para comenzar a cantar.

I could stay awake just to hear you breathing
Watch you smile while you are sleeping
While you're far away dreaming
I could spend my life in this sweet surrender
I could stay lost in this moment forever

Mi cuerpo comenzó a destensarse conforme cantaba cada verso. Seguía con los ojos cerrados e increíblemente nerviosa, pero estaba más cómoda que antes.

Aun así, no estaba del todo suelta. Las palabras no fluían con la misma facilidad con la que lo hacían en mis ensayos normales, pero esperaba que ellos no notaran eso. Seguí cantando hasta la última frase y cuando acabé, dejé salir una bocanada de aire.