Kate & Ethan ✔️ | YA EN FÍSICO

C u a t r o .

Desde niños hasta ahora,
ya no es un secreto;
Tú me vuelves loca,
Y te quiero, lo prometo.

✩

24 de septiembre de 2018

Después de recoger las fotocopias que Seth me había pedido, procedí a regresar al aula de música. El aula de arte estaba dos puertas antes del mío, y no pude evitar no echarle un vistazo.

Pude ver a Ethan de perfil, dibujando algo. Su mirada estaba fija en el papel, parecía realmente concentrado. A su lado había una chica de pie que le miraba fijamente. Movía sus labios, pero la distancia me impedía escuchar lo que ella decía. De repente, Ethan levantó la mirada y la giró hacia la puerta donde yo estaba. Cuando nuestros ojos se encontraron, él me dedicó una sonrisa que yo correspondí.

Cómo me hubiese gustado estar en el grupo de arte. Es una pena que no se me diera bien pintar.

Regresé al aula de música. Todos estaban sentados en la mesa, observando algo.

—¿Vagueando mientras yo trabajo? Qué falta de respeto —bromeé.

Abrí la boca de repente, cuando vi lo que estaban viendo con tanta curiosidad. Mi error. Había confundido mi libreta de lengua con la de los poemas. Dios, tenía que empezar a ser más ordenada.

Estaban justo en la página de la canción que escribí antes de que Killer69 comentara en mi publicación de Instagram.

—Oye, cerrad eso. No os he dado permiso para leerlo —espeté molesta—. ¿Se puede saber con qué derecho cotilleáis mis cosas sin preguntarme?

—Lo siento, Kat. Sally lo ha abierto y nos ha llamado a todos. Dijo que había encontrado nuestra canción para el concierto —se excusó el batería—. Y tenía razón, es genial. ¿La has escrito tú?

—Ey, no me echéis todas las culpas a mí —se defendió Sally—. Pero en serio, Kate, esto es perfecto. Hasta he pensado ya una melodía para la letra.

—Ni de coña —sentencié—. Ni siquiera está terminada.

—Pero podrías terminarla antes del concierto.

—Ya he dicho que no, ¿tan difícil es de entender?

—Por favor, Kat —pidió Garett.

—¡No! Se acabó la discusión —dije, ya molesta. Estaban locos si pensaban que iba a dejar que toda la escuela escuchase una canción tan personal.

—Dejadla en paz. No la vais a convencer, solo va a acabar enfadándose aún más —aseguró Seth.

—Exactamente —acordé.

—Anda, iros a ensayar la otra canción. Acabamos de escribirla, y aunque es cierto que la de Katherine es idónea, no necesitamos depender de ella. De momento utilizaremos la nuestra —ordenó Seth—. Ah y, Kate, tenemos que hablar.

Seth rio al ver mi cara de preocupación y añadió:

—No pongas esa cara, mujer. No voy a darte ninguna mala noticia.

—Está bien. —Me senté frente a él mientras los demás comenzaban a practicar el instrumental.

—Mira, Kate —comenzó—, sé que no te gusta cantar frente a otros, pero necesitas relajarte. Se nota mucho lo tensa que estás cuando subes al escenario y eso que aún ni siquiera tenemos público.