Kate & Ethan ✔️ | YA EN FÍSICO

E x t r a 3 .

Capítulo 11

Ethan

6 de octubre de 2018

Tuve un despertar extraño. Hacía más calor que de costumbre y sentía más pesado el cuerpo, como si algo estuviese inmovilizándome. Abrí los ojos, confuso. Tardé un par de segundos en asimilar la imagen que había frente a mí.

¿Qué demonios...?

Alguien dormía a mi lado. Alguien que pude reconocer rápidamente en cuanto me espabilé un poco, aunque no por eso quedé menos desconcertado.

Kate estaba abrazada a mí. Muy abrazada. Su pierna rodeaba mi estómago y sus brazos abrazaban el mío como si se tratase de un peluche. Su cabello le tapaba parte de la cara, e instintivamente decidí apartárselo suavemente para verla mejor. Joder, era preciosa.

A esta distancia podía ver cada pequeño detalle de su rostro sin problemas. Podía escuchar su respiración saliendo de su boca ligeramente entreabierta, podía incluso contar sus pecas, apenas perceptibles normalmente.

Rara vez tenía la oportunidad de observarla de este modo, tan abiertamente, sin la necesidad de contenerme.

Sin embargo, me estaba matando tenerla tan cerca de ese modo. ¿Qué estaba haciendo en mi cama? Sabía que ella y Zoe habían llegado tarde la noche anterior, pero ¿como diablos había acabado Kate ahí?

La aparté con cuidado. No sabía muy bien qué hacer. No quería despertarla, pero tampoco sabía si era buena idea dejarla dormir allí. Seguramente mis padres estaban despiertos ya, y probablemente se preguntarían por qué Kate estaba en mi habitación. Y yo no quería tener que contestar a una pregunta de la cual no sabía la respuesta.

Sabía que lo mejor era despertarla, pero dormía tan plácidamente que no me veía capaz de hacer eso.

Finalmente, cogí aire y acaricié su mejilla con el dorso de mis dedos. Ella frunció el ceño y se movió unos centímetros. No pude evitar esbozar una sonrisa. Cada movimiento suyo me parecía increíblemente adorable.

Volvió a moverse, esta vez un poco más. Al parecer, había conseguido despertarla simplemente rozándole la mejilla suavemente. Qué sueño más ligero.

Me levanté un poco y apoyé mi cabeza contra la pared. Segundos más tarde, ella fue abriendo los ojos lentamente.

—¿Despierta, princesa?

Parece que mis palabras le sentaron como si le hubiese despertado tirándole un vaso de agua fría por encima. Abrió los ojos del todo, y levantó la cabeza para mirarme con una expresión horrorizada.

Vaya, esa no era la reacción que esperaba... ¿Tan terrible es despertar a mi lado?

—Esto... —murmuró mientras trataba de controlar el pánico. Parecía sumamente nerviosa, y casi me dieron ganas de tranquilizarla. Sin embargo, era demasiado divertido ver cómo decidía manejar la situación —. ¿Buenos días?

Me costó bastante no soltar una carcajada. En lugar de eso, alcé una ceja. Kate me miró con una cara que parecía gritar "tierra, trágame". Estaba completamente ruborizada y subía y bajaba la mirada porque no podía hacer contacto visual conmigo por más de un par de segundos.