Solo fue una broma
Posterior a llorar en el pecho de Sam por lo que me parecieron años, este se quita su chaqueta y me rodea con su ella para luego tomarme al estilo nupcial, empezando a caminar, rumbo al interior del ruidoso local. Sin embargo y a pesar del bullero que era perceptible a más de dos cuadras, mi mente no se encontraba allí, no estaba prestando atención a aquel insignificante detalle, esta vagaba en cada segundo que viví al lado del hombre que se hace llamar Fausto, en cada palabra que aquel hombre pronuncio y en el peligro que pude haber llegado a poner a mi madre y a mi terremotico, porque si, al tener mi nombre he puesto a lo que más amo en peligro.
¿Y el porqué de esa conclusión?, sencillo...
Si me iban a matar por contestar una llamada, es más que obvio que Fox, Ripper y ese tal Fausto son hombres peligrosos, capaces de hacer lo impensable solo para mantener su imperio, pero aquello solo me abre a una pregunta más ¿Quién es Daniel?
Quien es el hombre con el que he convivido estos dos años y pico, quien es ese hombre que me ha estado mintiendo y que se hace apodar Fox, ¿en que estará metido?
¿Mafia? ¿Drogas? La verdad que no lo sé, pero planeo averiguarlo y con el dolor de mi alma entregarlo a la policía apenas termine de comprender que es lo que está ocurriendo, porque si Fausto me iba a matar, ¿qué ha hecho Fox para mantener su imperio? La respuesta a esa pregunta, me hace temblar y pegarme más al cuerpo de Sam, quien lo nota y afianza su agarre por debajo de mi cuerpo, zurrándome luego algo que no logre entender.
Tengo miedo, miedo por mi mamá, por mi terremotico, por Sam... Por mí.
¿Qué será de mi vida luego de esta noche?
¿Regresaran para terminar lo que empezaron esta noche?
Sea lo que sea, debo ser valiente, fuerte... Sé que la situación va a empeorar, pero seguiré indagando, necesito averiguar la verdad y así encerrar a un peligroso mafioso o traficante o lo que haga Daniel. ¿Por qué me tiene que pasar esto a mí?
¿Por qué me tocó ver la verdad de esta manera?
— ¡¿Por el amor al cielo?! — Aquella voz asustada y aterrorizada resuena en mis oídos, por lo que al fin salgo de aquel estado pensativo y giro un poco mi cabeza denotando a un hombre mayor, de buen cuerpo y de rasgos algo tosco, ojos cafés y muy poco cabello —. ¿Pero que les paso? — pregunta mientras abría una puerta, que supongo yo nos darán acceso a los camerinos de la última vez.
— La intentaron asaltar, gracias a dios que llegue justo a tiempo. — ¡Ja! Ojala aquello hubiese sido un intento de robo, estuviese menos aterrada.
"Eso te pasa por meterte donde no te llaman, yo te lo dije."
Tú de nuevo... ¿Es que nunca te callaras?
"No, porque sigues vive."
Idiota.
"¿Ahora me vas a insultar? Que inteligente, insultarte a ti misma."
No te aguanto, eres... ¿Para qué discuto contigo? Yo decidí ignorarte y eso es lo que haré en estos momentos, no me ayudas en nada.
"Ignórame, pero no puedes ignorar el hecho de que Daniel te mintió y que yo tenía razón."
Eres insoportable, ¿Es que acaso...?
— Jul. — El suave tacto en mi hombro me hace regresar a mi realidad, notando que el hombre que grito espantado al vernos ya no está y que me encuentro recostada en una butaca, en los mismos camerinos de la vez pasada. Miro (luego de ver a mi alrededor) a Sam, quien se notaba muy preocupado, yo dejo escapar un suspiro ante eso.
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Amor En La Gran Manzana
Romance- Hay oraciones o palabras que debemos pensar antes de decirlas, ya que se los podrías estar diciendo a la persona menos indicada. Julieth Franco