Un final perfecto
"3 años después."
-Julieth-
— Sam cinco minutos más — pronuncio fastidia mientras me doy la vuelta y me acomodo mejor entre las sabanas, al hacer aquello siento como este deja escapar un suspiro pesado.
— No quería hacer esto mi Electro-Jul, pero no me dejas opción. — Y sin previo aviso este se lanza encima de mí y empieza un ataque apoteósico de cosquilla contra mí, despertándome de inmediato junto a un montón de carcajadas que provocaban que de mis ojos lágrimas saliera — ¿Te despertaras? — me pregunta sin detenerse.
— Si... Si... ¡Basta! – pronuncio a lo que puedo y luego de unos minutos más este se detiene, pero no se baja.
— Buenos días mi amor.
— Buenos días mi Sam. — Besa mis labios con dulzura luego para así empezar a jugar con el borde del camisón que traía puesto, ya sabía yo por donde venía, pero hoy será un día bastante movido y quedarnos entre sabanas no es una opción —. Mi amor odio detenerte pero recuerda que hoy tenemos un día muy movido — Este bufa por aquello y posterior a dejar un beso en mi frente se baja.
— Solo porque tenemos un día difícil no te hago lo que estoy pensando, pero ni pienses que en la noche te salvaras cariño. — Sonriendo ante aquello me levanto de la cama, camino hacia él para así atraerlo un poco a mí tomándolo con delicadeza de su camiseta gris.
— ¿Y quién dijo que me quiero salvar? — Trato de sonar lo más seductora posible y al parecer da resultado puesto que su sonrisa cambia a una picarona.
— Jul será mejor que salgas de aquí, de lo contrario te retendré y no dejare que salgas así se esté cayendo el mundo.
— Corriendo mi amor.
Y luego de dejar un rápido beso en sus labios salgo de la habitación rumbo al baño, sin embargo cuando veo a mi hermana cocinando me detengo en seco y la miro extrañada.
— ¿Meli, que haces aquí? — le pregunto y esta me sonríe.
— Me siento sola en el departamento Jul, así que me viene a escondías para hacerle un rico desayuno a las dos personas que más amo.
— Espera ¿Brincaste el balcón? — Aquello lo pregunto con horror.
— Tranquilízate que la diferencia entre ambos balcones son milímetros, no me pasara nada.
— Ella es de las mías, hola Meli. — Habla un Sam a mi espalda muy sonriente.
— No la defiendas Sam, se pudo haber lastimado. — Lo miro horrorizada de tan solo pensar en las posibles consecuencias.
— Tranquila huracán yo no soy tan torpe como tú, hola Sam. — Con aquel argumento regreso la mirada hacia mi tormento pero a sabiendas que contra eso no puedo discutir termino por bufar bajo y revolver mi cabello, ¿Qué haré con ella?
— Sera mejor que me bañe.
— Mejor hermanita. — Se carcajea con fuerza y veo como Sam niega en silencio.
Sin más que agregar me introduzco en el cuarto de baño, para así empezar a retirar todo lo que cubría mi cuerpo con rapidez. Al terminar camino a la ducha y abro el grifo graduando la temperatura.
En la correcta me introduzco y dejo que el agua recorra cada rincón de mi cuerpo, para proseguir a empezar a lavarme.
Mientras lo hacía iba recordando lo que iba a pasar el día de hoy.

ESTÁS LEYENDO
Amor En La Gran Manzana
Romance- Hay oraciones o palabras que debemos pensar antes de decirlas, ya que se los podrías estar diciendo a la persona menos indicada. Julieth Franco