Un ataque explosivo
Posterior a salir del Central Parck, Sam me propone ir a comer helado en Broadway y aunque la idea al principio no me llamaba la atención (por obvias razones) su insistencia fue tal que al final termine cediendo ante su petición, por lo que emocionado nos conduce hasta donde dejo estacionada su motocicleta y posterior a entregarme mi casco ambos emprendimos el viaje hasta Ice & Vice.
El viento empezó azotar con fuerza una vez que arrancamos el vehículo, mis delgados brazos se afianza a la cintura de mi acompañante, dejándome embriagar por aquella corriente eléctrica que solo él me puede trasmitir, dejo reposar mi cabeza sobre su espalda y trato de mantener mis pensamientos a rayas.
Pero por más que lo intento, la tormenta se desata por momentos y el terror, la angustia así como también la rabia de saber que muchos me han mentido, me ataca sin precedente alguno, provocando que esa nube gris que espanten en el Central Parck regrese a mí, opacando de inmediato mis ánimos recuperados.
¿Por qué tuve que atender esa llamada?
De no haber atendido esa llamada, nada de esto estuviese pasando, nada...
"Si cariño, pero si no la hubieses tomado seguirías creyendo que Daniel te ama y que el cambiaria, pon los pies en la tierra niña"
¡Pufs!... Por más que odie darte la razón nuevamente, te la debo de dar. A pesar de que por culpa de esa llamada estoy metida hasta el fondo en esta situación, también debo aceptar que si no fuera por esa conversación con Fausto, jamás me hubiese detenido a pensar con quien realmente estoy compartiendo mi vida, nunca hubiera abierto los ojos, y a estas alturas Daniel me seguiría haciendo daño.
"Y tú se lo seguirías permitiendo."
Es cierto, a pesar de la situación en la que me encuentro, a pesar de que mi vida se está desmoronando, sin esa llamada jamás me hubiese separado de Daniel y jamás hubiese aceptado que me he enamorado de Sam.
Al final no todo es oscuridad como parece, hay algo de luz entre todo este asunto de mafia drogas y carteles.
Además de atenderla o no, esta situación igual me golpearía, al ser hija de un mafioso con reputación soy un blanco fácil, esto ya no depende de factores externos, nunca dependió, tarde o temprano me iba a ver en vuelta en esta situación.
La llamada.
El conocer a Sam.
Solo fueron detonantes que aceleraron las cosas.
Pero ahora que lo veo con un poco de tranquilidad, la duda de si mi madre sepa algo de los negocios turbios de papá me golpea el cerebro, haciéndome dudar de si madre es inocente o si es tan culpable como Cobra.
Debo llamarla en cuanto regrese al departamento y hacerle unas cuantas preguntas, claro está, tratando en lo posible de que no se percate que aquí yo estoy metida en un tremendo lio y que posiblemente pueda llegar a morir en manos de Fox, eso la volvería loca.
Las suaves caricias que Sam le empieza a proporcionar a mis manos me sacan de mis pensamientos, notando que el aire que daba contra mi cara había cesado y que ahora nos encontrábamos en un semáforo a la espera de que este cambiara.
— ¿Todo bien mi princesa?
Me pregunta y yo dejo escapar un suspiro. Tratando de sonar lo más normal dejo que mi voz fluya a través de mis cuerdas vocales.
— Todo bien Sam. — Deposito un beso en su espalda y como si eso fuera un acto reflejo este toma una de mis manos y en el dorso de esta deposito un casto beso.
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Amor En La Gran Manzana
Romance- Hay oraciones o palabras que debemos pensar antes de decirlas, ya que se los podrías estar diciendo a la persona menos indicada. Julieth Franco