Capitulo 25

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Un cuento a medias.

Mientras Sam va tomando mis pertenecías puesto que he decidido vivir un tiempo en el departamento de mi salvador ya que aquí me cuesta sentirme segura, yo me encuentro en la sala analizando todo lo ocurrido con anterioridad y las palabras de Daniel.

Ahora todo me encaja, ahora entiendo más, se porque mi papá estaba tan paranoico semanas antes de su muerte, porque mamá discutía constantemente con él y el hecho de que no salía tan a menudo como era su costumbre. Sin embargo, aún me pregunto porque Gustavo o Paul no mencionaron ese detalle o porque Ripper me quería unir en santo matrimonio con el imbécil de Fox.

Esas dudas aún me carcomen el cerebro.

Pero por ahora quiero descansar, ya veré como les pregunto esto a los agentes que me salvaron la vida esta noche, por ahora quiero descansar mi tan ya cansada mente, poner mi cabeza sobre la almohada y así despegarme de este universo.

Aunque a pesar de esas dudas, la paz que me da el saber que Daniel e Ignacio están detrás de las rejas no se compara con ninguna otra sensación que he experimentado en mi vida. Claro está sé que aún están libre Ripper, Fausto, Andrés y Blake, pero sé que con el tiempo los irán atrapando y que ellos ya no representan una amenaza para mí ni para mi familia.

Esta noche puedo dormir tranquila, la pesadilla por fin ha acabado.

— Señorita Franco me he tomado el atrevimiento y le he hecho un poco de café. — Paul aparece en mi campo de visión con una enorme taza de café... ¡Mmm! Saben que mejor y aprovecho la oportunidad, es mejor tener una duda que dos.

— Gracias agente. — Tomo la taza entre mis manos y cuando este intenta retirarse yo agarro la manga de su uniforme, por lo que este me mira de manera extraña —. Disculpe pero puedo hacerle una pregunta.

— La que quiera señorita Franco.

— ¿Por qué no me dijo desde un principio que mi familia era parte del programa de protección del FBI? — le pregunto y este deja escapar un suspiro para luego ponerse de cuclillas y así estar en la misma estatura.

— Su padre pidió encarecidamente que sus hijas y esposa no se enterara de nada de lo que estaba ocurriendo cuando tuvimos el primer contacto en Venezuela, él quería protegerlas, pero su madre es muy intuitiva y ella al poco tiempo lo descubrió, pero estuvo de acuerdo con su padre de ocultar dicha información por el bien de ustedes, por desgracia usted salió a su madre y Fox se encapricho con usted, si eso no hubiese pasado tu no sabrías nada de esto.

Y eso me confirma que mi mamá sabe lo que está pasando, sabe que mi padre fue un narcotraficante de la peor calaña y ella nos ocultó esta información.

Pero por más que intente enojarme con ellos no puedo, mamá y papá solo querían protegerme de algo que era imposible de detener, ellos solo querían que nosotras viviéramos de una manera plena y feliz, sin toda esta locura de la mafia drogas y carteles. Por desgracia los planes de Ripper eran irrevocable y esto era inevitable.

— Gracias Paul, esa información vale oro. — Le regalo una sonrisa para así tomar un poco de aquel líquido vital para mí.

— No hay de que Julieth, lamento haberle ocultado ese detalle cuando le informe lo de su padre.

— No se preocupe, sé que fue un favor y que solo querían protegerme, pero la verdad siempre sale a la luz, por más que le quieran echar tierra. — Este por fin sonríe ante mi comentario y niega en silencio.

— Eso es cierto Julieth, ahora si me disculpa iré a terminar el papeleo de esos dos, ya no te harán más daño, eso te lo prometo.

Sin decir otra cosa se pone de pie y se retira, dejándome allí, con mis pensamientos a millón por hora.

Amor En La Gran ManzanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora