Pasados tristes
Al llegar a mi departamento, abro la puerta con prisa (ya que el frio me está matando) y corro hacia el baño, llegando en tiempo record a este. De allí tomo dos toallas grandes para así ir a la cocina, donde ya un Sam empapado empezaba a preparar un rico café.
Con una sonrisa, me acerco por detrás para así depositar la toalla sobre sus hombros y luego proceder a enrollar mis pequeños brazos sobre su imponente abdomen, este de inmediato comienza a acariciar mis manos con su pulgar derecho, gesto que me hace sonreír un poco más.
Posterior a varios segundos, siento como deja escapar todo el aire comprimido en sus pulmones, luego se da la vuelta obligándome a alejar mis brazos de su cuerpo, no obstante, la distancia dura puco, ya que este me vuelve a atraer a su cuerpo en un nuevo abrazo.
Sam luego de acomodarnos, con sus manos empieza a acariciar mi espalda y cabello mientras dejaba reposar su barbilla sobre mi cabeza, yo aproveche esto para enterrar mi cara en su pecho y mis brazos se vuelven a enrollar al alrededor de su cuerpo, esto era lo que necesitaba.
— No sabes el miedo que tengo en estos momentos mi Jul — pronuncia triste pero sin intenciones de acabar con aquel abrazo que me brinda tanta protección.
— ¿Por qué? — pregunto en un hilo de voz.
— Odio mi pasado, y si yo lo odio tu...— Se detiene y siento como vuelve a suspirar, esta vez un poco más fuerte, sé que esta abatido por esta situación —. Tu también podrás odiarlo y por ende te iras. — su voz suena quebrada, rota y eso me termina por derrumbar la última pared que forme esta mañana cuando me entere de todo esto, lo amo demasiado como para verlo tan abatido, tan destruido... tan vulnerable.
Sin embargo, no respondo de inmediato, sino que comienzo a hacer formas raras en su espalda, mientras disfruto aquel momento, queriendo trasmitirle tan solo con mi presencia que no me iré, a pesar de querer en un principio dicha cosa, pero ahora siento que si me voy y lo dejo, me destruiré, más que como me paso con Daniel, y no hablo de la partida sino de la relación, Dani me destruyo, Sam me volvió a unir y si me alejo me volveré a romper y no quiero, no quiero sentirme gris nuevamente, quiero sonreír, sonreír a su lado.
"Tu deberías oírme más seguido Juli, yo te advertí que estabas enamorada de Sam, y que no podrás irte así como así, pero tú de terca siempre me ignoras."
Y es lo que seguiré haciendo, amiga mía.
— No me iré Sam, te has convertido en algo muy importante para mí y si me alejo de ti siento que me romperé y no quiero... No quiero sentirme triste nuevamente. — Al terminar de decir aquello sus caricias se detiene y sus brazos se afianza con fuerza (pero sin hacerme daño) a mi cintura
— Eso lo dices porque aún no la escuchas.
Entonces en ese punto término el abrazo, liberándome con pesar de la calidez de su cuerpo para dejar un beso casto en sus labios y así tomar su mano y encaminarlo hacia la sala.
Al estar allí, me siento en el sofá obligándolo a él a hacer lo mismo.
"Espero que lo escuches más que a mí."
Tú cállate.
— Bien soy toda oído — Este me sonríe y luego deja escapar otro suspiro.
— ¿Segura que la quieres oír?
— ¿Esa no fue la condición para venir hasta acá? – le pregunto y este asiente.
— Bien, la historia de Killer comienza cuando yo tenía quince años, mi madre acababa de fallecer y no sabía qué hacer con mis hermanas, las cuales tenían ocho y diez años respectivamente para ese momento. — Suelta mi mano y baja la mirada —. Deje la escuela y me metí a trabajar, queriendo mantener a la única familia que me quedaba pero me sentía agobiado nada era suficiente, mis hermanas pasaban hambre y me estaba quedando sin opciones, desesperado ubique a nuestra abuela materna y luego de rogarle ella accede a quedarse con mis hermanas mientras yo me arreglaba financieramente. — se detiene por un momento y veo como se elimina un par de lágrimas con su mano derecha.
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Amor En La Gran Manzana
Romance- Hay oraciones o palabras que debemos pensar antes de decirlas, ya que se los podrías estar diciendo a la persona menos indicada. Julieth Franco