Un beso revelador
Mi teléfono suena que suena, por lo que con flojera me acomodo en la cama y con torpeza busco el aparato que a la final lo encuentro en mi bolsillo trasero de mi pantalón. Aún adormilada y sin prestarle atención a quien podría ser tomo la llamada.
— ¿Si? — pregunto para luego dejar escapar un largo bostezo.
— Mi princesa, ¡Ooo! gracias a dios que te encuentras bien ¿estás en casa? — Al entender que el que me estaba llamando era Daniel y que ahora su voz resuena en el altavoz del aparato, el sueño desaparece y el dolor retoma sus escalas desbastadoras así como también una ira descomunal empieza hacerle compañía al primer sentimiento.
Imbécil, mil veces imbécil y yo más imbécil por dejarte hacerme daño, pero no más, yo no soy coleto de nadie.
— Y a ti que te importa — dicho esto colgué la llama y tire el teléfono a un lado, mientras mis lágrimas volvían hacer ese mismo recorrido, sintiendo en cada lagrima como mi corazón se seguía rompiendo y como la ira me iba invadiendo. ¿Cómo pude permitirle tanto?
Solo basto un mes para que me diera cuenta de con quien he estado estos dos años, con quien he compartido mi vida, con quien he desperdiciado mi tiempo.
Solo se necesitó un mes, para que mi mundo se halla puesto de cabeza, para entender que Daniel solo me utilizaba como juguete y que yo tape todos sus errores. Ahora que lo pienso bien, ahora que me está pasando todo esto y veo el lado macabro de ese hombre, no fue un error traer a Dan conmigo, porque así caí en mi realidad, en mi cruda realidad.
"...Esto no es amor es destrucción..."
"¿Amor o costumbre Jul?..."
Cuánta razón tuviste Sam, esto me estaba destruyendo y me acostumbre a esa destrucción, porque yo si estuve enamorada y recalco el "estuve" por qué esta situación acabo lo que sentía por Daniel, dejando a su paso un dolor intenso, él se aprovechó de que soy ingenua y fácil de manipular, ese rubio jugo conmigo y yo lo deje porque no quería ver la realidad, siempre tape la realidad con la mano pensando que esta iba a desaparecer.
Los golpes, los gritos, los celos, su lado oscuro siempre estuvo allí, solo que nunca quise verlo, siempre quise tener la esperanza de que cambiaria, pero tuve que pasar un mes de infierno para entender que él nunca cambiara, que siempre me lastimaría, que yo nunca le importe, siempre fui su pasatiempo favorito, que retomaba cuando quería jugar y me tiraba cuando estaba aburrido, maldito imbécil.
¿Cómo pude permitirle que jugara conmigo de esta manera?
"...Por cierto ¿cómo te fue ayer con Katy?...
...De mil maravillas, esa mujer sabe cómo moverse en la cama..."
Y entonces en mi mente se vuelve a recrear el momento en que Daniel y ese tal Blake alardeaban de esa tal Katy, el momento justo cuando mi realidad me golpeo.
Pero qué hijo...
"Ten cuidado con tu vocabulario Juli."
Tu mejor no te metas porque de lo contrario...
Pero antes de que continuara con mi discusión interna el celular volvió a sonar, por lo que lo tomo y veo que es Sam, sin dudarlo atiendo la llama.
— Ya casi estoy...
— No es Samthiago quien te habla Juli, soy Gustavo. — Su tono de preocupación enciende mis alarmas.
— ¿Qué paso? ¿Por qué usted tiene el celular de Sam? — pregunte rezando porque a él no le haya pasado nada grave.
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Amor En La Gran Manzana
Romance- Hay oraciones o palabras que debemos pensar antes de decirlas, ya que se los podrías estar diciendo a la persona menos indicada. Julieth Franco