Depresión || Mikellino.

19

Se levantó mas temprano de lo usual para únicamente ir a comprar la alacena, esta vez iría sin el castaño ya que este debía acompañar a Sparta al psicólogo. Quizá así el castaño podría pensar en la idea de ir al psicologo sin que el le obligara.

Al arreglarse se dirigió a la cocina preparando su habitual café, lo sirvió en dos tazas agarrando una de estás, se apoyó en el mueble de la cocina y comenzó a tomar el café.

─Buenos días Trolli.

Escuchó, ¿Hace cuanto se desperto? Le resto importancia aquello, vio como el mas bajo tomaba su taza y imitaba la posición en la que estaba. Aquello le ocasiono ternura de cierto modo.

─Buenos días Michael.

Le saludó sonriendo, dio los últimos sorbos al café y lo dejo en el lavavajillas, al ver aquello el ojigris comenzó a beber rapido, quemandose en ello.

─Bien, yo ire a comprar la alacena y tu tendrás que acompañar a Sparta al psicólogo. No me tardare así que cuando llegues estare aquí.

Dijo, el castaño infló sus mejillas con cierta molestia pero asintió, Trollino soltó una leve risa. Se notaba que no le gustaba levantarse temprano.

Al acabar dejo su taza en el lavavajillas junto a la taza del azabache, observó como el castaño se dirigía a tomar sus cosas, como su celular y las llaves de la casa, vio como se dirigía a la puerta para irse.

─Nos vemos.

Escuchó al castaño despedirse, soltó una suave risa casi como un suspiro al ver como sostenía también su billetera.

─Adios Mikel, te quiero.

Se dirigió a lavar las tazas. Espero unos cuantos minutos para al fin dignarse a ir al auto y encender este, manejando en dirección al supermercado mientras tarareaba una canción al azar.

Al llegar se estacióno. Cuando entro al supermercado inmediatamente se dirigió a la sección donde estaban los cafés, sacó un recipiente lleno de café en grano.

─No me arriesgare a comprar mas de un tarro, Mike me matara.

Dijo en voz alta, por ello soltó una risa. Con el recipiente en mano caminó buscando los cereales, agarró dos cajas. Finalmente saco unos cuantos yogures de distintos sabores y se dirigió a una caja.

Por lo que vio sobre el hombro de la señora que estaba al frente, la cajera no parecía de un buen humor. Trabajo es trabajo. El azabache pasó y dejo las cosas sobre la caja registradora, esta sin levantar la vista los paso para ver el precio.

─¿Pagara con efectivo o tarjeta...?

Habló con un tono de voz monótono, al levantar la vista aquella sombría mirada que la chica tenia cambio. Trollino juraba que brillaban de emoción, la chica le miro traviesa, mordiendo sus labios.

─Eres muy guapo.

Tenía unas inmensas ganas de decirle;  Me gusta un chico, y huir de allí con las cosas, pero Trollino es un caballero por lo que desvío su mirada con incomodidad y un rubor de vergüenza.

─Gracias... y pagare con efectivo.

Respondió, inmediatamente saco el dinero y se lo entrego a la cajera torpemente, se acerco para agarrar las bolsas y salió de allí caminando rápido, deseaba que lo que las chicas le veían de lindo también le atrayera a Mike, suspiro sintiéndose ingenuo. Se subió al auto dejando las bolsas en el asiento del copiloto, se apresuro a colocarse el cinturón y encender el auto, posteriormente salio del estacionamiento en dirección a su hogar.