Capítulo 22.

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(Para una mejor lectura escuchar Million Years Ago - Adele cuándo se te indique.)



Narrador's POV.



Las horas estaban siendo eternas para Daniela, uno de los oficiales la había llevado a una de las habitaciones de interrogación. En esta ocasión ella se sentía realmente agotada, furiosa, dolida y más rota que de costumbre.

¿Qué se supone que haces cuando la persona que te dio la vida y a quién más amas ya no está mas?

—Muy bien, señorita Calle, ¿Ya nos dirá el motivo por el cual mato a su madre?

—¡Ya les dije que yo no la mate!

—Señorita, las pastillas de este frasco claramente no son para la estabilidad en la salud -uno de los agentes saco de la bolsa en frasco y señaló el tipo de medicamentos que contenía- su padre a dicho que usted solía llevarle medicamentos a su madre.

—Eso es verdad -Daniela miraba con gran desesperación sus manos- yo trabajo por las noches para brindarle... -se quedó un par de segundos callada recordando lo sucedido hace unas horas atrás y las lágrimas salían de nuevo- mi madre tenía una enfermedad que ningún médico podía deducir y no podía llevarla a un hospital de calidad debido a que no teníamos una buena económica.

—Entonces por eso fue. Su madre era una carga en su vida y solo mantandola desaparecía y se quitaría ese gran peso.

—Parece que nunca tuvo una madre -dijo casi en susurro Daniela y se quitó una lágrima que caía por su mejilla.-

—¡No voy a permitir que...

—Fue suficiente -entro él agente Carlos- su abogado a llegado, la interrogaremos más tarde. Oficial lleve a la señorita a la celda.

—¿Qué está esperando? -Daniela miró con gran odio a él agente Carlos mientras le colocaban de nuevo las esposas- ya puede reírse en mi cara, finalmente ganó, ¿No?

—Llevensela -fue la única palabra que dijo él agente.-


(Poner la canción.)


Daniela fue llevada a una celda totalmente diferente a las que solía estar pero eso era lo que menos le importaba.
Se miró, se miró de pies a cabeza y comenzó a analizar su vida, analizó cada golpe que le daba su padre, analizó lo miserable que se sentía. Miró sus muñecas y a su cabeza llegaron como flashes cada arresto que había tenido a lo largo de su vida, sin importarle que estuvieran más presos en las otras celdas comenzó a llorar desesperadamente.

—Mamá... -susurro apretando los ojos y apretó con sus manos los barrotes de la celda- mamá perdoname, yo debía cuidarte, yo debía protegerte... Yo debía curarte.

La irá que sentía en ese momento era infrenable y comenzó a golpear los barrotes con gran enojo y tristeza.

—¡Yo debía cuidarte! -se dio la vuelta pasando ambas manos por su cabello y soltó un golpe en la pared- ¡Yo tenía que mantenerte con vida! -otro golpe en la pared se escuchó haciendo eco en la celda- ¡Yo debía, yo debía, yo debía!

Palabra tras palabra significa un golpe en la pared. Los nudillos comenzaron a sangrarle pero el dolor en las manos era lo que menos le importaba, eso podría curarse, ¿Pero el dolor interno podía hacerlo?

Cayó de rodillas a el suelo y volvió a mirar sus manos llorando con gran dolor, con furia, con desesperación. Se recargó en la pared abrazándose a su pies, escondió su cabeza en ellas y comenzó a balancearse sin dejar de llorar mientras salían ligeros gritos de su boca.

Scary Love. »Caché.« ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora