Capítulo 23.

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(5 semanas después...)


María José POV.


¿En que momento todo comenzó a ser un desastre? ¿Cómo se supone que tenía que sentirme ahora?

Sé que mi vida siempre a sido "genial y perfecta" crecí con una familia llena de alegría y amor, ¿Pero por qué no podía sentirme de aquella manera? ¿Por qué no podía solo despertar y continuar? ¿Por qué no me sentía una persona alegre? ¿Por qué no podía dejar de cuestionar todo lo que me pasaba?... ¿Qué es lo que uno tiene que hacer para sentirse seguro de si mismo?

¿Cuándo se supone tengo que dejar de sentirme de aquella manera? ¿Tendría fecha de vencimiento?

—¿Les han dicho algo?

Él mejor amigo de Daniela negó sentandose a mí lado, me dio un café y le agradecí con una leve sonrisa.

—Solo han pasado cinco semanas. Aún siguen haciendo investigaciones para encontrar a Mario y la hermana de Daniela dice que él estuvo en su casa  días antes de que encontrarán a su madre muerta.

—¿Por qué la tienen aquí aún si ya saben quién fue? -susurre mirando mis manos.-

—No es tan fácil como parece, Poché -Sebastián sonrió de lado pasando su brazo por mi cuello- no hay suficientes pruebas para comprar su inocencia.

—Todo esto es demasiado injusto.

—Lo sé -susurro él mejor amigo de Daniela y me abrazó dejando salir un suspiro leve.-

Sebastián era el más afectado en todo esto. Daniela era como una hermana para él y odiaba ver que ella sufría.
Él apenas dormía, apenas comía, él era quién se encargaba de saber cómo iba el caso de Daniela.

En sus ojos se podía notar las ojeras debido lo poco que dormía, solía pasar horas en la comisaría para saber algo positivo de Daniela pero siempre era todo lo contrario.

¿Qué tan ciego debes estar para no darte cuenta que el amor de una madre para una hija lo es todo? ¿A caso un hija que ama tanto a su madre sería capaz de matarla?

¡La sociedad suele ser muy mierda!

—¿Qué carajos haces aquí? Tenías que estar cuidando a tu hermana.

—También me da gusto verte, papi querido.

—Déjate de estupideces -mi padre me tomó del brazo y me levanto del asiento- no quiero verte aquí, no es un lugar para alguien como tú.

—¿Alguien como yo papá? -dije con un tono irónico safando mi brazo de su mano- ¿Quién se supone que soy yo? ¿Qué clase de persona soy según tú? -lo miré con gran enojo- ¡Dime quién soy por qué ni yo misma lo sé!

—¡Te prohíbo hablarme de esa manera María José!

—Lamento interrumpirlo agente Carlos pero necesitan de su presencia en el caso del secuestro -interrumpió uno de los oficiales.-

—Voy en un segundo -dijo mi padre mirando a él oficial quién solo asintió y se fue- te doy 10 minutos para que salgas de aquí.

—No lo haré -lo miré con gran seriedad metiendo mis manos en las bolsas de mi pantalón- mi novia está siendo acusada de algo que no cometió, ha estado aquí por cinco miserables semanas y no pienso dejarla sola.

—María José...

—Hagas lo que hagas no vas a sacarme de acá -lo interrumpí. Mi ansiedad comenzaba a hacerse presente- ¡No fuiste capaz de decirme que ella estaba acá! ¡Tuviste el descaro de mentirme en la cara, papá! ¿¡Este era tu plan de estar siempre unidos!?

Scary Love. »Caché.« ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora