Capítulo 4.

6.3K 449 49
                                    



María José POV.



—Es grato verte también.

—Lo siento... Me refiero a mi torpeza y eso -conteste con nerviosismo.-

El volver a ver a esta chica me era algo confuso, especialmente por que la veía en la estación de policía en la que trabajaba mi padre.

—Puede que esto suene tonto pero... ¿Qué haces aquí?

Ellas dejo salir una pequeña risa y dejó el teléfono que tenía en manos de vuelta en su lugar mientras posaba su mirada en mí.

—Vine a comprar dulces -dijo sarcástica- ¿Quieres uno?

—¿Sigues aquí? -interrumpió la voz de mi padre.-

—Yo solo... Buena yo...

—Solo conversábamos -dijo aquella chica- tengo que hacer mi llamada ¿Les importa?

—5 minutos y de vuelta a tu celda.

Ella la miró con seriedad y volvió a tomar el teléfono alejándose un poco mientras uno de los oficiales iba a sus espaldas. Aún sin entender los motivos de eso di media vuelta y caminé directo hasta la salida, paré en cuanto me tomaron del brazo.

—¿Que hacías hablando con ella?

—¿Importa? -pregunte a mi padre curiosa- solo fueron algunas palabras y ya, no veo nada de malo en eso.

—¿De dónde la conoces? -la paciente de mi padre comenzaba a desaparecer- ¿Es amiga tuya?

—No, no lo es. Solo sentía curiosidad de saber por qué estaba aquí.

—No quiero volverte a ver cerca de ella ¿Me oyes?

—¿Por qué tanto problema en eso?, Digo, no es como que haya asesinado a alguien, de ser así no estaría en una estación de policía.

—Déjate de bromas María José -mi padre realmente hablaba en serio- es mejor que salgas de aquí ya, hablaremos de esto después.

—Bien.

Mi padre me dio un beso en la frente y le sonreí de lado antes de que se alejará. Retomando mi camino, llegué hasta la puerta de la estación y sentí la necesidad de darme la vuelta para darle un último vistazo a la estación de policía.
Mis ojos se encontraron con los de aquella chica y me dio una ligera sonrisa mientras le colocaban las esposas con las manos en la espalda. Algo noté en su mirada que posiblemente ninguno de los que estaban presentes lo harían, mostraba alguna angustia, preocupación y tristeza en ellos. Sentí un pequeño apretón en el pecho sin explicación alguna y decidí salir de ahí con aquella imágen de ella siendo arrestada en mi mente.


_____


—¿Y qué opinas?

—¿Sobre qué?

—Lo que acabo de decir. Poché estás muy distraída, ¿Todo anda bien?

—¿Recuerdan aquella chica que les conté? -mire a mis amigos y ellos asintieron- pues hoy en la tarde visite a mi padre en su trabajo y ella estaba allí.

—¿Trabaja en la Policía? -pregunto Javi algo confundido.-

—No. Ella estaba arrestada. -deje salir un ligero suspiro y le tomé una rebanada de pizza- ¿Es extraño que me preocupe por alguien que apenas conozco?

—Para ser sincera... Sí -dijo Sofi- ¿Segura de que no la habías visto anteriormente?

—Completamente. Tal vez solo sean idea mías, oh mi necesidad de ayudar a los demás.

—Siempre tan buena -rio Juana- Poché, deberías bajar un poco de nivel de preocuparte por los demás y enfocarte más en ti misma.

—Por más egoísta que eso haya sonado -Ami miró a Juana y después a mí- ella tiene razón. A veces es necesario serlo.

—Yo creo que alguien está enamorada.

—¿¡Qué!? ¡Claro que no! -golpee la cabeza de Javier.-

Aun que gran parte de mi vida había tenido relaciones con chicos había algo que no me hacía sentir cómoda con ellos y siempre les ponía fin en menos de 3 meses. Hace tiempo que me sentía confundida respecto a mis sentimientos, es decir, hace algún tiempo mi atracción por una chica había salido a flote pero no paso más allá de eso.

—Yo digo que mejor volvamos a la práctica -decidí cambiar el tema de conversación- tenemos poco tiempo para la competencia.

Sin decir algo más todo asintieron y nos dividimos la cuenta, dejando el dinero en la mesa tomamos nuestras cosas y nos dispusimos a salir de la pizzería.

—Entonces Poché, ¿Si te enamoraste?

—Eres insoportable Javier.


_____



Narrador's POV.



—¿Y ahora qué harás?

—Juliana no empieces.

—¡Vamos, defiendete!

—No hagas esto de nuevo -susurro Valentina con su mirada puesta en el suelo- por favor, solo quiero irme a casa.

—¡Siente como es suplicar! -grito la más grande mientras reía.-

Valentina intento levantarse del suelo pero le fue en vano ya que recibió un golpe en rostro por Juliana, una gota de sangre apareció en el suelo y ella se tocó el labio para rectificar que se lo había lastimado, jamás había llegado a ese grado.

—¿Que te eh hecho para que me trates así? -las ganas de llorar se hacían presentes pero Valentina decidió retenerlas- solíamos llevarnos bien.

—¡Eso terminó cuándo tu padre destruyó a mi familia! -la mayor tomo de la camisa a Valentina- ¡Por su culpa mi hermana ya no está más conmigo!

—No sé de que estas hablando -Valentina cerro fuertemente los ojos y tomo un poco de aire- yo no tengo nada que ver con el trabajo de mi padre.

El aire era cada vez menos en Valentina, por la fuerza de Juliana, la camisa le apretaba el cuello y eso le cortaba la respiración.
La mayor soltó a Valentina dándole un empujón y esto hizo que ella golpeara fuertemente contra la pared.

—¡Que tú padre no se vuelva a meter con mi familia! -grito en su cara- dependo de ello que yo dejé de molestarte.

La menor poco a poco fue perdiendo las fuerzas en sus piernas, otro golpe en el estómago fue suficiente para hacerla caer por completo a el suelo y el aire realmente le faltaba, tociendo intento levantarse agarrándose de la pared pero la agresora provocó que esta regresará a el suelo.

—Para -dijo con dificultad- no puedes... Hacerme resp.... Responsable por el... El trabajo de mi padre, él solo... Solo hace su deber.

—¿Separar a las familias? -rio irónicamente la mayor- Oh sí, que gran trabajo hace.

—¡No es culpa mía que tu familia sea un desastre!

Diciendo eso Juliana volvió a tomar de la camisa a Valentina y la azotó en la pared.

—¡Idiota! -la azotó de nuevo- ¡Eso es lo que eres!

—Juliana no... No puedo...

Esas fueron las últimas palabras de la menor antes de quedar inconciente.



Scary Love. »Caché.« ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora