Braco y Sebastian son dos chicos que luchan por defender Isla Refugio de las temibles Fuerzas de la Oscuridad: enfrentándose contra robots asesinos, alienígenas temibles y entes demoníacos, haciendo tanto amigos como enemigos en el proceso.
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No iba a dejarme capturar tan fácilmente... tome con fuerza la empuñadura de la espada y empecé a golpear el interior de nuestro captor; una y otra vez, con la intención de romperlo, pero su superficie era en realidad dura.
—¡No te quedes ahí sin hacer nada! —le dije a Sebastian—. ¡Ayudáme a destruir esta cosa!
El siguiente golpe de mi espada contra la superficie desencadenó una fuerte descarga eléctrica sobre nosotros; fue tan fuerte que nos dejó inmóviles mientras sentíamos el dolor recorrer cada parte de nuestro cuerpo... Intente hablar, decirle algo a Sebastian antes de entrar en lo desconocido, pero no pude. Creo que él tampoco podía hablar...
Al momento que el ojo nos introducía en el interior de la nave, y todo se volvía oscuro, yo solo podía pensar en Henry...
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Yo le dije que era una mala idea. En verdad se lo dije. La tome de la mano y le dije:
—White, eso es una mala idea. Tenemos que escondernos como las personas normales —entonces, recordé que estaba cruzando el límite de su espacio personal y la solté—. Lo siento.
Pero cuando esas cosas, las esferas dron espaciales no identificadas, se acercaron, sobrevolando a pocos metros de distancia, ella no podía permitirse ser una persona normal, al parecer... Sin pensarlo demasiado sacó su arma, una pistola diseñada especialmente para enfrentarse a situaciones fuera de este mundo... Una pistola que, por supuesto, yo no tengo, aún.
