Cap. 24

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Llegué a la Universidad con las pocas fuerzas que tenía, mi vida cada vez se desmorona más y no quiero volver a caer en depresión.
—¿Blake? —preguntó detrás de mi.
Giré a ver.
—¿Anne? —pregunté mirándola.
Me dio un abrazo y no dijo nada, es justo lo que necesitaba un abrazo silencioso.
—Vamos a clase. —me dijo.
Caminamos sin decir nada, ya habrá momento de platicar abiertamente.
—Hasta que llegó la fugitiva. —dijo Charlie.
Al parecer le levantaron la suspensión y puede retomar las clases.
Me alegró verlo ahí.
—Hola Charls. —se dieron un abrazo.
Al instante entró Connor junto con Is.
Es lo que necesito, a mis amigos juntos.
Todos nos saludamos con un abrazo fuerte, a diferencia de Anne e Ismael, al parecer siguen distanciados.
Me senté con Anne y Charlie mientras Ismael atrás de nosotros con Connor y una chica que no conocía.
Después de un largo rato, note la presencia de Gonzalo en el aula.
No sabía que teníamos clases juntos.
Aún me dolía verlo, porque todavía despertaba todos los sentimientos que tenía hacía él.
—Bien, pueden hacer este trabajo en grupos y presentarlo la semana final. —indicó el profesor.
Todos se alistaban para ir al receso.
—Nos vemos en la cafetería, traeré algo de mi casillero. —dijo Charlie saliendo rápido.
Nos miramos entre nosotros y salimos.
—Blake! —me llamó Briana, una compañera de química— te mandé el URL para el examen.
—Ah gracias, no revise mi e-mail aún.
—Bueno ahí esta, puedes descargarlo y estudiarlo.
—Te lo agradezco Bri.
Asintió sonriendo, toda linda ella.
Giré para irme y me encontré con Gonzalo.
Al parecer quería hablar conmigo.
—Permiso. —le pedí sin mirarlo a los ojos.
—¿Podemos hablar? —preguntó.
—Déjame pasar.
—No hasta hablar contigo.
Lo empuje y pase.
Fui a mi casillero a dejar mi cuaderno del curso terminado.
Pegué un suspiro de cansancio.
Nisiquiera tuve tiempo de maquillarme, seguro mis ojeras delatan la mala noche que tuve.
—Blake... Por favor. —escuché su voz detrás mío.
—Gonzalo déjame en paz.
—Necesito hablar contigo.
—¿Porque no sólo me ignoras? Como siempre lo haces aquí.
—No lo hago a propósito.
—¿Sabes que? Estoy cansada del mismo pretexto. Adiós.
Cerré mi casillero y fui a la cafetería con mis amigos.
No quiero más estrés departe de él, no quiero más falsas ilusiones.
—Blake! ¿tienes algo que hacer después de clases? —preguntó Connor.
—Pues creo que no! —dije.
—Entonces vamos a mi casa. —dijo feliz.
Miré a los demás, todos tenían una sonrisa dibujada en sus labios.
—Este viernes es la batalla de las bandas, tenemos que ensayar. —dijo Charlie.
—No hay problema. —afirmó Connor.
Si hay problema.
Yo y mis inmensas ganas de vivir.
—Entonces vamos ahora mismo, tengo la casa libre. —dijo.
Suspire.
—Chicos, no... Yo... Me siento indispuesta. —les dije.
—¿Porque? —preguntó Anne— ¿te duele la cabeza?
—No...
—¿Estas con tu período? —preguntó Charlie.
—No...
—¿Estas cansada? —preguntó Ismael.
—Si... Estoy un poco cansada.
—Te invito una cerveza y se te pasa. —me dijo Connor pasando su brazo por mis hombros.
Necesito tanto el apoyo de mis amigos, pero sin decirle lo que estoy pasando.
Sonreí.
—Ya pues Blake! Di que si. —pidió Charlie.
—Esta bien, vamos.
Nos levantamos todos y subimos al auto de Ismael.
Anne quería estar conmigo y se sentó atrás con Charlie y yo.
Connor fue de copiloto.
—Espera. Las enanas están en casa. —dijo Connor leyendo su teléfono.
—No importa, igual nos agrada.
Seguimos en marcha, era casi imposible sacar a Gonzalo de mi cabeza, siempre esta presente y creo que permanecerá ahí un tiempo más.

(...)
—Buen ensayo chicos, excelente. —dijo Connor.
—Blake, espectacular como siempre.—agregó Charlie.
—Sí, todo estuvo muy bien chicos... Creo que ya estamos listos para el viernes. —dijo Anne.
Estábamos sentados en el patio de Connor.
—Tenemos que estar puntual —dijo Connor— y te lo digo a ti Ismael.
Él río.
—Bueno chicos, ya tengo que irme. —interrumpió Anne.
—Sí, también yo. —dijo Charlie.
—Ah entonces vamos juntos. —le dijo.
—Anne... ¿podemos hablar un momento? —preguntó Ismael tímido.
—Si claro.
—¿Charlie vamos juntos? Tengo que contarte algo. —le dije.
Para que la pareja pueda amistarse.
—Esta bien.
Nos fuimos juntos a casa y en el camino compramos unas cervezas de lata para el camino.
—Extrañaba esto Blake, mejor dicho... Extraño a mi mejor amiga. —me dijo
—Yo siempre estoy para ti Charlie.
—Lo se, y lamento haberte ofendido alguna vez.
—No te preocupes, para eso estamos las amigas... Para aguantar todas las tonterías.
Él río.
Llegando a casa me lleve una gran sorpresa y se me quitó toda la ebriedad que tenía.
Beber al aire libre no es nada bonito.
—Blake! ¿donde estabas? ¿porque no contestaste el teléfono? —preguntó papá.
Esta vez no tenía tono amenazante o  enfurecido.
—Estuve en la casa de Connor ensayando. —le dije.
—Hannah esta muy preocupada... Se supone que tenías que ir por Harry.
—¿Que? Pero hoy no me tocaba ir por él, mamá tu lo sabías...
—Harry no estaba en la escuela. —me dijo.
—¿Que? ¿como que no esta? ¿y donde esta?
—Creíamos que estaba contigo. —dijo papá.
—No esta conmigo! —dije.
—Creo que... Secuestraron a Harry. —afirmó papá.

Soñando DespiertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora