Cap. 12

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Estamos a la espera de Charlie en la casa de Connor.
Hemos cantado algunas canciones mientras lo esperamos, pero nada que se aparece.
—Estoy cansada de esperar las ganas de Charlie. —se quejó Anne.
Que por cierto ya se amisto con Ismael.
—No es justo que siempre le dejemos hacer lo que quiere... Al menos pudo habernos avisado si no podía venir.
—Anne debe estar avergonzado con lo de su suspensión. —le dije.
—Pudo haber avisado.
—Más que avergonzado esta enojado, recuerdas por quien fue la pelea ¿verdad? —me dijo Connor.
—Ni me lo recuerdes.
—¿Entonces debemos dejar que se le pase? —preguntó Is.
—Supongo.
Mi celular vibró en mi bolsillo, lo saque.
Es un mensaje de Gonzalo.
"Hey linda, ¿me sacas del aburrimiento?"
Sonreí.
"Estoy en una reunión con mis amigos, ¿nos encontramos?"
Respondí.
"Y para esa reunión, ¿no deben estar todos los integrantes?"
Preguntó.
"Bueno, Charlie aún no ha llegado y creo que tampoco lo hará, ¿como sabes que no esta uno de nosotros?"

"Pues porque acabo de ver a Charlie saliendo de un minimarket"
Ósea que tiene tiempo de ir a comprar y no de avisarnos su ausencia.
"Te veo en diez minutos en el lugar de siempre"
Guarde mi teléfono.
—Chicos, en vista de que no viene Charlie, creo que me iré a casa. —dijo Ismael.
Que bueno que haya sido él quien finalice la reunión.
—Sí, también yo. —agrege.
—Bueno, me avisan si saben algo de Charlie. —dijo Connor.
Me despedí de los tres y salí rápidamente.
No quería estar con Ismael y menos con Anne, que cree que todo el mundo gira a su alrededor.
—Llegas un minuto tarde. —me dijo recostado en su auto.
—No creí que fueras tan puntual.
—Ya me vas conociendo. —sonrió de lado.
Abrió la puerta de copiloto para subir.
—¿A donde vamos? —pregunté.
—A comer algo, tengo hambre. —dijo.
—Bueno, pero primero vamos a mi casa para sacar dinero. —dije.
—No, yo invito.
—Ni hablar, todas las veces que hemos "salido" has pagado tú, ahora dejame hacerlo a mí.
—No... Blake... ¿Sabes cuanto bajaría mi ego? —Preguntó avergonzado.
—Oye! —puse mi mano en su pecho— yo pagaré! Sino, no voy contigo.
Él suspiró cambiando su mirada.
—Tú eliges.
—Definitivamente contigo no se puede. —dijo volviendo a mirarme.
Sonreí.
—Esta bien vamos. —término aceptando.
Subí al auto y después él.
Condujo hasta mi casa donde bajé y entre rápidamente, mamá llega esta noche.
Saqué dinero y también mi casaca porque seguro que más tarde hará frío.
Volví al auto y me encontré con él hablando por celular.
—Esta bien jefe, yo haré ese seguimiento... —me puse el cinturón— déjelo, seguro esta de malas, pero no permita que él la siga.
¿De que estaría hablando?
—De acuerdo, empezaré lo antes posible.
Colgó y suspiró.
—¿Estas bien? —preguntó.
—Ya me pasaron los datos de la otra chica. —dijo.
Tomé su mano.
—No la hagas daño. —dije.
Él me miró.
—Jamás lo haría.
—Promete algo. —le pedí.
Él asintió.
—Si hay al menos una mínima posibilidad de salir de ahí, vas hacerlo. —dije.
—Es difícil Blake, además de pensar en mí, pienso en todas las chicas que pueden ser maltratadas o abusadas, no podría vivir con eso en mi conciencia.
—Acabaremos con todo esto, denunciaremos y ellos se irán a la cárcel. —dije.
—Suena tan fácil hacer todo eso.
—Lo será si tú tomas la desición, yo estaré para apoyarte.
Se acercó a mí.
—No hagas eso... —dijo.
—¿Hacer que? —pregunté sin entender.
Nuestros rostros estaban cerca.
—Mirarme con esos ojos y decir cosas que me llenan el alma.
Es tan tierno.
—No lo haría si no me importaras.
Sonrió.
Nuestras narices se rozaban, tan sólo habían pequeños centímetros entre nosotros, sentirlo así de cerca me hace feliz.
Pensaba en muchas cosas y a la vez en nada, sólo disfrutaba el momento.
Cerró sus ojos.
Sus pestañas largas me encantaban.
Al primer roce de sus labios con el mio, cerré mis ojos.
Él no se animaba a coger mis labios con los suyos y yo tampoco lo hacía.
Pero tan sólo de tenerlo así, me sentía muy bien.
Como si sólo fuéramos él y yo ahora mismo, nadie más.
Su teléfono sonó en su bolsillo.
—Mierda. —susurró.
Se alejó de mí y respondió.
Sentí un ligero rubor en mis mejillas.
—Ya hablé con él —dijo al teléfono— no te metas, yo lo haré.
Parecía enojado.
—Es la última vez que te lo digo, la tocas y te la verás conmigo. —dijo y colgó.
Eso me hizo recordar cuando me salvó de Elvis.
Cuando ese tipo me hizo sentir asco de mi misma.
—¿Nos vamos? —pregunté.
Él me miró por última vez.
¿En que estaría pensando cuando me mira?
—Sí.
Condujo nuevamente hasta llegar a un grifo.
Se estaba convirtiendo en nuestro lugar favorito.
Compramos café y unas galletas para mí, porque el se eligió un plato de pure.
—¿Te pasa algo? —preguntó mirándome.
Negué con la cabeza.
—Parece que estas pensando en la bida —dijo— sí, con B.
Reí.
—¿La conoces? —pregunté refiriéndome a su próxima víctima.
—No, no conozco a nadie de la Universidad ¿olvidas que soy nuevo?
—Claro, que tonta.
—A la única que conozco es a ti.
—Y a Kelly. —Agregue.
—Bueno, sólo hablamos... Pero no se nada de ella.
—De mi tampoco, soy igual que Kelly.
—Hay una gran diferencia entre tú y Kelly.
—¿Así?
—Sí.
—¿Y cual es? —pregunté
—Es que confío en ti.
Me tomó unos segundos entenderlo, pero después me di cuenta que soy la única que él aprecia.
Sonreí.
—¿Donde viste a Charlie? —le pregunté cambiando de tema.
—Estaba saliendo de un minimarket... Había comprado cerveza. —contó.
—¿Que?
—Y después se fue en un auto, creo que estaba acompañado.
—¿Pero que le pasa? —pregunté.
El alzó los hombros en forma de "no lo se"
Saque mi teléfono para enviarle un mensaje.
"Si no ibas a venir, al menos ten la amabilidad de explicar el porque."
Enviar.
Sé que no tendré respuesta ya que esta muy resentido conmigo. Y no se el porque.
—No te enojes, es normal que él la este pasando mal.
—¿Para refugiarse en el alcohol? No me parece.
—A mí no me parece que las chicas vayan de compras cada que es tan deprimidas. —dijo.
—Es diferente... —agregue— además yo no voy de compras... Prefiero quedarme a ver películas con Harry o dormir.
—Para huir de la realidad. —dijo.
Asenti.
Nunca nadie había adivinado del porque duermo tanto, todos decían que era una floja o que estaba cansada.
Pero lo cierto es que me encanta dormir, porque es como morir un ratito.

Soñando DespiertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora