Dejé de mirarlo cuando termine de curarlo.
Pero su labio aún seguía hinchado.
Cogió mi mano que reposaba sobre mi pierna.
—Gracias. —me dijo
Asenti.
—Mañana no iré a la Universidad, pero prometeme que tendrás cuidado y no vendrás sola.
Sonreí.
—Esta bien.
—Vamos hablar con Harry.
Nos levantamos del sillón para ir a su habitación.
—¿Harry? —lo llamé.
Él giró a vernos.
Gonzalo entró y se sentó en su cama, a su lado.
—¿Quien te golpeó? —preguntó.
—Eso no es nada, debiste verlo a él, quedó peor. —dijo.
—¿Tú lo golpeaste?
—Oye enano... Golpear al otro son cosas que se deben evitar y si Gonzalo lo hizo con alguien debe tener sus motivos, pero eso no lo justifica la violencia, no todo es golpe ¿entiendes?
—Sí, pero entonces porque golpearon a Gonzalo.
—Es que hice una cosa que no debí y recibí mi castigo.
—Cuando seas mayor lo vas a entender, pero esto tiene que quedar entre los tres ¿si? —pregunté.
Él nos miró.
—Será nuestro secreto. —dijo Gonzalo.
Él asintió.
Me agrada ver que Gonzalo se lleve tan bien con Harry.
Me hace verlo más... Humano.
—Entonces... —hable cuando llegamos a casa.
—Creo que es la despedida. —dijo.
Que dramático.
—Iré a ver a la abuela. —dijo Harry feliz.
Corrió a la casa y se despidió con la mano.
—Ten mucho cuidado. —me dijo.
—Lo tendré.
—Tengo que hacer unas cosas. —dijo.
—Claro, esta bien.
—Adiós.
Giró sobre su sitio para irse.
Odio tener que callar cada vez que pasa algo con Gonzalo, odio que él tenga muchos secretos.
Su vida es una intriga total, no se absolutamente nada de él.
Y él de mí, sabe mucho.
—Hola mamá. —saludé entrando a casa.
—Hola cariño, ven acompañanos. —me dijo mamá.
Ellos estaban sentados en la mesa, Harry tenía un vaso de leche en sus manos y mamá estaba bebiendo café.
—¿Te sirvo? —preguntó.
Asenti.
Ella fue a la cocina y yo me senté al frente de Harry.
—Black, dice la abuela que mañana saldremos con el abuelo. —dijo.
—¿Que? ¿a donde?
—No lose, sólo dijo que iremos a pasear con el abuelo. —dijo.
Que rara noticia.
—¿Y tú no tienes clases? —pregunté.
—No, mañana hay reunión de profesores.
—Aquí tienes cariño. —me sirvió mamá.
—¿Como es eso que saldrán mañana? —pregunté.
—Ah si, tu papá me comentó que tenía que comprar unas cosas y lo acompañaremos. ¿Quieres ir?
Ni muerta.
—No, tengo clases así que no puedo.
—Bueno, esta bien.
Lo bueno de mi madre es que nunca me obliga hacer algo que no quiero, talves en cosas que ella tiene razón como por ejemplo pedir perdón a algo que hice yo, pero por lo general me da mi espacio.
—Harry me contaba lo bien que la pasaron montando bicicleta. —me dijo.
Pero si no montamos bicicl...
—Si, la pasamos genial. —mentí.
Harry es un pequeño mentiroso, pero si lo hizo por cubrir a Gonzalo, supongo que esta bien.
Porque fuera de que mienta, esta cubriendo el secreto que tuvimos y esta desarrollando su lealtad.
—Black... No puedo dormir. —entró Harry a mi habitación con su pijama enteriso.
Me causaba risa cuando se lo ponía.
—¿Porque? —pregunté.
—Aún no puedo borrar de mi mente la cara golpeada de Gonzalo.
Rayos, eso no es bueno.
—Ven...
Subió a mi cama.
Dejé mi libro a un lado para prestarle atención a mi pequeño sobrino.
—No puedo imaginar como le hicieron eso.
—Harry... Escucha, en la vida hay personas malas, que quieren hacer daño y nosotros tenemos que protegernos de eso.
—Papá siempre dice que hay peligros en las calles.
—Y tiene razón, Harryto cuando seas más grande lo entenderás...
—¿Tu me vas a cuidar? —preguntó.
—Porsupuesto.
Le di un beso en su frente.
—Vamos a dormir.
Apague la luz y nos cubri con la manta.—No, no, no de ninguna manera —decía Connor— No es versátil que pase.
—Después de la última vez, creo que será difícil convencer a tus padres. —le dijo Anne.
—Ni me digas, me han castigado —dijo— y para "ayudar" mi tío le contó sobre la suspensión que tuve.
—¿No lo sabían? —preguntó Is
—No genio, me iban a castigar.
—Pero ahora estas castigado el doble—dijo Anne.
—Bueno, sobrevivirán sin mi ¿no?
—Si, no te preocupes por eso. —dijo Charlie.
—Oye! ¿y tú? —preguntó Connor— ¿estas aquí?
—Si, si.
—Como si fuera menos, ese día desapareciste.
—Recibí una llamada de papá y tenía que ir volando ya saben como es.
—Blake, él volvió a...
—No! —lo interrumpi.
—¿Y esas marcas en tu brazo? —preguntó Anne.
—Es... —me lo cubri con mi chaqueta— Harry... Ya saben como son los niños.
Ellos me miraron dudando.
Cambie mi mirada, saben perfectamente que ese tema es incómodo para mi.
No es agradable contar que mi padre me golpea desde niña... hasta ahora.
—Bueno... ¿vamos? —preguntó Connor— si llego tarde me subirán el castigo.
Todos nos levantamos de la mesa para ir al estacionamiento y subir al auto de Ismael.
—Connor... ¿En la fiesta no paso nada? —le pregunté antes de subir.
—Se más específica Williams. —se quejó acomodando sus lentes negros de sol.
Todo relajado él.
—Si paso algo extraño, ¿algún escándalo? —pregunté.
—Pues no que yo sepa... Todo estuvo tranquilo hasta que llegaron mis papás.
Que extraño.
Pero esos chicos estaban llevándose a otra chica y probablemente haya sido la siguiente víctima.
Tal vez el que yo los haya visto hizo fracasar su misión.
¿Porque Gonzalo estaba tan preocupado esa noche?
Él sabía que iban a secuestrar a una chica más y quería asegurarse que yo no estuviera ahí.
Por eso vino a salvarme cuando le dije que estaba en la fiesta.
Pero porque no me lo contó.
—¿Ya vas a entrar? —me preguntó Connor aburrido.
Me había perdido en mis pensamientos.
—Entra ya Blake! No tenemos todo el día. —me regaño Ismael.
Entré y me acomode en medio de Charlie y Connor.
Pero las preguntas en mi cabeza aún seguían ahí, todas sin respuestas y al parecer se quedarán así por un tiempo más.
Hoy no lo vi para nada en la Universidad, dijo que no vendría y lo cumplió.
—Nos vemos mañana chicos. —dijo Connor al bajar del auto.
Ismael siguió conduciendo.
—Charlie ¿entraras al juego de mañana? —preguntó Ismael.
Olvide mencionar que él es el capitán de fútbol.
—No lose, talvez.
—Anímate amigo... —lo motivó.
—No estarás sólo —le dijo Anne.
—¿Tú que dices Blake? —me preguntó
—Si quieres hacerlo, hazlo Charlie, estaremos ahí de todos modos.
Él sonrió.
—Lo intentaré. —dijo.
Finalmente llegamos a casa y bajé, ellos se fueron.
Mi cabeza no deja de pensar en Gonzalo, es que me preocupa y más si no me ha escrito en todo el día.
—Hola mamá! —salude entrando a casa.
—Hola cariño, ¿como te fue?
—Todo bien.
—Me alegro...
—¡Hola black! —vino corriendo Harry.
Ah si, hoy no tenía clases.
Esa escuela es muy vaga.
—Hola enano ¿como la pasaste hoy?
—Bien, el abuelo me compró helados y también unos jueguetes nuevos.
—Que bueno pequeño.
—¿Quieres verlos? —pregunté.
Sus ojos brillaban, estaba tan feliz.
Seguro se divirtió mucho con sus abuelos. Papá quiere mucho a Harry, ojalá a si también pueda quererme a mí.
—Seguro.
Él feliz se fue a su habitación a traerlos.
Me tiré al sillón y saque mi teléfono.
Escribí un mensaje.
-"No he sabido nada de ti en todo el día, al menos dime que estas bien."
Enviar.
Gonzalo se esta robando gran parte de mi atención.
—Aquí están! —me los trajo poniéndolos todo en el sillón.
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Soñando Despierta
Science FictionJamás imagine encontrar a alguien totalmente opuesto a mí, literal. Somos muy diferentes, como el agua y el aceite que nunca pueden combinarse, y si lo hiciera no podrían adherirse. Él llegó así nada más, a alterar mis emociones, a desestabilizar mi...