—Lamento interrumpir algunos minutos disponibles que tienes Blake... —me dijo.
—Mike, esta bien... Dime ¿que pasa?
—¿Recuerdas la vez que entramos escondidas a la biblioteca? —preguntó.
Asenti.
—Nos descubrieron!
Lo miré asustada.
—Ahora querrán expulsarnos. —me dijo.
Put* vida! Lo último que me faltaba era eso.
—Es broma! —río— debiste ver tu cara.
Solté todo el aire comprimido del susto.
—Dios mío Mike, no vuelvas a bromear así.
Él seguía riendo.
—Ya pero hablando enserio, quería hacerte una pregunta.
—Ujum, dime.
—La otra semana Bea hará una fiesta en su casa, quería saber si quisieras ir...
—Ah! La verdad es que estábamos buscando un lugar donde divertirnos con mis amigos... ¿esta bien si vamos todos? —pregunté.
—Si claro, mientras más... Mejor. Supongo...
—Entonces les diré. Gracias por avisarme Mike.
—De nada... Tú me caes bien.
Agradezco que haya sido solamente una invitación de amigos.
Llegué a casa y encontré a Harry con mamá, platicando un poco, hoy no fue a la escuela precisamente por lo que paso.
Hannah llamó para preguntar como esta su hijo, como toda madre.
Fui a mi habitación a descansar un par de horas.
Cogí mi teléfono y envíe un mensaje al grupo que tenemos en whatsapp con los chicos y uno aparte para Gonzalo. Avisando que llegue bien y no tenían de que preocuparse.
Apague mi teléfono y cerré mis ojos.(...)
—Black! —me llamó Harry.
Lo escuchaban de muy lejos.
—¡Black, despierta! —subió a mi cama y se tiró encima de mí.
—Enano déjame dormir.
—No podrás dormir más tarde... —me dijo.
—Yaaaa...
—Gonzalo esta abajo.
Me levanté de golpe.
—¿Que? ¿porque?
—Vino hablar contigo. —dijo.
—¿Y el abuelo? —pregunté.
—Aún no llega.
Dios mío, si papá ve a Gonzalo me matará.
—Dile que ahora bajo.
—Ok.
Salió de mi habitación.
Me cambié rápidamente y bajé a verlo.
Creí que esperaría mi llamada.
—Hola hija. —me saludó mamá.
—Mamá... Hmmm... Saldré un par de horas ¿esta bien? —pregunté.
—¿Con el chico guapo y agradable? —preguntó.
—¿Que? —pregunté riendo.
—Hablo de Gonzalo, tu nuevo amigo.
—Hola. —apareció él a su lado.
Dios Santo, Gonzalo esta en casa y con mamá.
—¿Que haces aquí? —pregunté.
—Si estoy bien Blake, ¿y tú?
Mamá río.
Los miré confundida, ambos reían.
—Esta bien, vayámonos. —me dijo Gonzalo.
—¿Que?
—Le pedí permiso a tu madre para salir contigo, ella aceptó. —contó.
Miré a Mamá.
—Con la condición de llegar temprano y avisar cualquier retraso. —agregó mamá.
Asentí.
Gonzalo cogió mi mano y me sacó de la casa, sin siquiera haber reaccionado para despedirme de mamá.
—Duermes mucho ¿eh? —me molestó.
Subí al auto y luego él.
—¿A donde vamos? —pregunté.
—A las estrellas. —dijo.
Reí y me puse el cinturón de seguridad.
Condujo por la carretera un largo tramo.
Con buena música y la mejor compañía, el viaje es mejor.
Al llegar a las estrellas, literal.
Porque era un café que tenía de nombre "las estrellas" bajamos y ordenamos.
—¿Pudiste descansar lo suficiente? —preguntó.
Asentí.
—Así que hablabas enserio cuando pregunté a donde veníamos.
—Que te puedo decir. —alzó los hombros riendo.
Cambié mi mirada.
—¿Y como te fue con Mike? —preguntó.
—Bien... —respondí.
Alzó una ceja, esperando a que continúe.
—Que...
—¿Bien? ¿nada más? —preguntó.
Reí.
—Para ser hombre eres chismoso. —dije.
—Sólo con las personas que me importan.
Sonreí irónica.
—Me invitó a salir. —mentí.
Bueno, no hay mucha mentira en esa frase.
En realidad si me invitó a la fiesta de Bea.
—Y supongo que no aceptaste. —dijo.
—Si acepté, no tengo planes para el otro fin de semana... Así que dije ¿Porque no?
—Porque estas conmigo. —respondió rápidamente.
—Ah si, lo olvide... Es que tenía que pedir permiso a MI DUEÑO ¿no? —pregunté sarcástica.
—Oye! Lo que más me gusta de ti es la forma en como defiendes tu criterio y tus decisiones y sé que no necesitas mi permiso para hacer lo que quieras...
—Gracias...
—Sin embargo, considero que es maldad pura aceptar salir con alguien, ¡que sabes! que le gustas, sabiendo que yo me muero por ti.
Ok... De todo lo que dijo Gonzalo, hubieron dos cosas que me llamaron la atención.
¿Gustarle yo a Mike?
Y... ¿Él dijo que se muere por mí?
—A ver... —suspire— vayamos por partes... Primero, yo no le gusto a Mike.
—Ayyyy por favorrrrrr! —tapó su rostro con sus manos— no te hagas Blake.
—Hablo enserio, él y yo sólo somos compañeros de clase y poco a poco amigos, nada más.
—Esta bien, ¿pero no te das cuenta que le gustas...?
—Noo...
—Pues hay noticias Blake, a Mike le gustas y mucho.
—Estas delirando.
—Que no te des cuenta, es otra cosa.
—Yaaaaa —renege— segundo; ¿enserio te mueres por mí? —me burle.
—Aún que me cueste admitirlo... Sí y lo sabes! —dijo frustrado.
—Si te cuesta tanto, ¿entonces porque lo admites?
—Porque estoy en peligro, Mike puede ganarme.
Sonreí.
—Si no me lo dices, ni siquiera tendría idea.
—Es porque no prestas suficiente atención a los tratos que recibes.
—Gonzalo, yo prefiero no hacerme ilusiones contigo porque sé como va terminar.
—Sé que has esperado varias cosas de mí y lamento si no cumplí tus expectativas, pero créeme que cada día me esfuerzo... Intento no alejarte de mí.
Sonreí de lado.
—Eres lo más bonito que me ha pasado.
Admito que me sonroje.
—Y no quiero perderte...
—Aquí esta su pedido jóvenes. —nos trajo nuestros cafés.
Todo lo que dijo Gonzalo, hace que mi corazón se sienta bien, y se encariñe con él. Eso es lo que estoy evitando, encariñarme.
Porque después cuando se vaya, seré yo quien sufrirá.
—Que te parece si te llevo a otro lugar. —me dijo.
—¿Ahí me dirás que es eso taaaaaan importante que tenías que decirme en el estacionamiento?.
—Si en parte.
Asentí.
Volvimos a su auto y nuevamente condujo a un lugar desconocido para mí.
Es un mirador.
Un mirador de estrellas.
—Esta vez si estamos en las estrellas. —dijo.
Sonreí y lo abrace.
Él lugar es muy hermoso y agradable, más abajo de nosotros hay personas con sus parejas, compartiendo de esta hermosa noche.
—Es muy bonito. —le dije.
—Algo especial para la persona más especial...
—Oye! —me ofendí.
—....en mi vida. —agregó.
Eso cambio toda la oración.
Cogí sus mejillas y miré profundamente a sus ojos.
—¿Que es eso tan importante que querías decirme? —pregunté.
—Durante todo este tiempo contigo, separados, juntos, discutiendo, metiéndote en problemas, exponiéndote al peligro... Me di cuenta de lo que realmente quiero... y es a ti. Y tal vez no creas mucho en mí...
—Shh... —Junte mis labios con los suyos— creo ciegamente en ti.
Él sonrió.
—Blake... Yo... Te quiero... Y desearía tanto que fueras mi acompañante en esta misteriosa, trágica, pero divertida vida que llevo...—hizo una pausa— Eres la única luz que me motiva estar vivo todos los días... Y siento que tengo que protegerte...
—¿Que pasa con las personas que quieren hacerme daño? —pregunté.
—No te tocarán... Porque yo estaré para defenderte.
Acarició mi mejilla.
—Por favor acepta estar conmigo...—sonreí sobre sus labios— yo sé que...
—Si... —susurre interrumpiendo— acepto estar contigo Gonzalo.
—Pero sin sarcasmos por favor. —pidió cerrando sus ojos.
—No es sarcasmo, hablo enserio.
Unimos nuestros labios en un beso.
Espero que con el pasar de los días esto no cambie y podamos seguir así, tranquilos y felices.
—¿Ahora que? —preguntó.
Reí.
—Ya conseguí lo que quería, ahora no se que hacer. —dijo acomodando mi cabello.
—Gonzalo... Sólo promete dos cosas.
Él asintió mirándome.
—Nunca vas a mentirme, y por más dura que sea la verdad por favor dímelo...
—Lo prometo.
—Y segundo... Si te cansas de mí, también quiero que me lo digas, no importa cuán doloroso sea, pero prefiero que me digas que te enamoraste de otra.
Él sonrió.
—Oye... No creí que fueras insegura. —dijo.
—Bueno... Yo...
—No pasará, ¿porque piensas que me aburriré de ti? —preguntó.
—Hmmm... alguna vez todos solemos aburrirnos de algo o de alguien y... Los dejamos.
—Yo no funciono así. No hay ninguna otra chica como tú para poder cambiarte.
Sonreí.
—Te quiero así, tal y como eres... Renegona, impaciente, preocupada y despreocupada a la vez, celosa, cuidadosa, insensata —reí— con tu fuerza y forma de defender lo que quieres.
Lo volví a besar.

ESTÁS LEYENDO
Soñando Despierta
कल्पित विज्ञानJamás imagine encontrar a alguien totalmente opuesto a mí, literal. Somos muy diferentes, como el agua y el aceite que nunca pueden combinarse, y si lo hiciera no podrían adherirse. Él llegó así nada más, a alterar mis emociones, a desestabilizar mi...