Love Loser - Rgd | T2 [TERMINADA]

1

Narra Rubén...

A veces una persona llena tanto tú vida... Tanto que deja un espacio en tu corazón, un espacio en tu alma, un gran espacio en tu vida que nunca vuelve a llenarse.

La ausencia de la persona a la que amamos es peor que la muerte y frustra la esperanza de forma más severa que la desesperación, que el deseo interminable de querer acabar con tu miserable vida.

Me siento vacío, solo, aún que este rodeado de gente, me siento la persona más miserable, me siento la única persona en el mundo.

Por qué... ¿Que se supone que debes de hacer o sentir cuando pierdes al amor de tu vida?

Cuando no puedes verla más...

Solo por un descuido, solo por un maldito descuido en el que dejaste que se fuera.

En un mínimo momento en el que dejaste que se la llevarán, en el que no dejas de culparte por qué no pudiste protegerla.

Recuerdo muy bien ese día.

Ese día lleno de tragedia donde yo la tenía en mis brazos, donde yo le prometía tener una vida normal. Conteniendo esas enormes ganas de llorar al verla tan débil, y cuando ella sonrió sentí como mi cuerpo se llenaba de felicidad. De verdad creí que después de eso ella y yo seríamos felices.

Pero entonces...

Ese golpe, ese golpe que hizo que quedara sin noción alguna.

Ese golpe que me saco de la vida por segundos.

Y que al abrir los ojos solo mire como Irina, Mangel, Álex y Yuta estaban en círculo mirándome, sus caras llenas de preocupación se aliviaron un poco cuando me vieron despertar.

FlashBack

— Rubén estás bien. Dijo Irina casi llorando de emoción, dándome un abrazo muy fuerte. —Estas bien, no de que haríamos sin ti...

— Me duele un poco. Ella me dió mi espacio y comencé a mirar a todos lados. — ¿Donde esta Germán y _____?... ¿Donde esta mi ama?. Me levanté algo alarmado por no verla en ningún lado.

— Rubén, necesitas descansar. Yuta estaba llorando, eso era raro en ella, ella siempre era fuerte, pero por mas fuerte que seas, la tristeza y la realidad pueden ser tan hijas de puta que no tendrán ningún tipo de piedad contigo.

— Yo necesito verla

— Amigo... Ella...

— Alex es mejor que dehjemos que descanceh.

— Pero yo necesito verla. Comencé a exaltarme, a moverme a todos lados por mas de que sintiera dolor, solo note como Irina se acercaba a mi inyectandome una especie de liquido azul en el brazo izquierdo.

Senti dolor.

Lo senti...

Me senti como cuando era un niño con el cual experimentaban y me llenaban de inyecciones a cada instante. Me controlaban.

Les daba miedo que yo pudiera leer sus mentes y me inyectaban un liquido como el que Irina me habia puesto en el brazo.

Eso hacia que mi mente se bloqueara y se pusiera borrosa.

Recuerdo cada instante, cada momento en el que sentía que mi vida era un desastre, hasta que llego esa niña, de la cual me dio miedo encariñarme, por que tarde o temprano todos te dejan y crei que ella seria la excepción.