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Era el, tal y como recordaba su rostro, las piernas me empezaron a temblar y las manos a sudar, estaba llena de nervios y asombro.

Solo sentí como sus brazos me rodeaban mí me apretaban como si yo fuera algo tan valioso para el.

— Te... Te extrañe tanto. Sentí como éste empezaba a llorar, cómo me sujetaba como si yo fuera a irme.

Correspondí su abrazo, sentí por un momento que todo lo malo había terminado.

Pero como siempre, la cruda realidad nos despierta de aquel sueño que a veces parece interminable.

— Bravo, Bravo, Bravo. Empezó a aplaudir. Me alegra mucho que se hayan encontrado pero lamento arruinarles el momento. Sentí como jalaban a Germán de mis brazos y este ponía fuerza, yo trate de acercarme pero aquella tipa me sujeto bien.

— ¿Qué quieres pedazo de imbécil. Le dijo Germán al líder de sangre, al ver este acto este se acercó y se le puso en frente.

— Tenía mucho que no nos veíamos. Sonrió.

— Créeme que no quería encontrarme contigo ni con tu padre.

— Mi padre ya no está, pero como su hijo ahora todo lo que era de él es mío.

— Vaya, otro hijito de Papi. Dijo Germán burlándose. —¿Cuando será el día que puedas limpiarte las necesidades tú solo? ¿Cuando será el día que puedas conseguir algo por ti mismo?

— ¿A caso no lo estoy haciendo ahora?

— Me das pena.

— Llevencelo. Vi como otras dos chicas estaban siendo llevadas por los cómplices de Auron.

— No, porfavor no. Dije con lágrimas en los ojos.

— ______ vas a estar bien. Me dijo Germán mientras los tipos no lo querían soltar, era la única persona que en ese momento se me hacía muy familiar, con la única que quería estar en ese sitio.

— ¡SUELTENME!
Grite, sin controlar mis fuerzas hice que los dos guardias terminarán sangrados en el suelo. Germán me miró con asombro, parecía sorprendido.

— Vaya pequeña, cada vez te haces más y más poderosa, cada ves me sorprendes más. Dijo el estúpido de Auron. — Hagamos un trato Germán.

— ¿Qué quieres?

— Trabajas para mí, así estarás cerca de tu amada. Le sonrió. —Podras defenderla, como siempre lo quisiste.

— ¿Y mis amigas?

Pregunto el.

— Ellas se quedarán encerradas en un sitio vigilado, en donde las trataremos bien, y si tú haces algo mal ellas sufrirán las consecuencias. Germán lo pensó mucho.

—Hecho. Auron Sonrió. —Con la condición que me dejes verlas cada día.

— De acuerdo. Hizo señas a sus hombres para que soltaran a Germán. — Te tendré bien vigilado. Se retiró junto a sus hombres dejándonos solos, no dude dos veces y volví a abrazarlo.

— Sabes Rubén estaría muy feliz de ver que estás a salvó. Me separé a escuchar ese nombre, mi estómago se revolvió por completo.

— ¿Rubén?

— Nena, ¿A caso no recuerdas a ruben?

— Yo... No recuerdo nada. El tocó su cabeza.

— Maldita sea. Le dió un golpe a la pared. — ¿Esos desgraciados te borraron los recuerdos?

— No, eso me lo provoque yo misma, por lo que me explico Samuel, yo estaba a punto de morir y esta cosa me ayuda a controlarme. Señale ese aparato conectado a mi cuerpo.

— Pues, te apuesto que cuando él venga vas a recordarlo y te va a abrazar y a decirte lo mucho que....

Al parecer se quedó pensando.

— ¿Lo mucho que?

— ¿Cómo recordaste mi nombre?¿Cómo es que me recuerdas a mi y no a los demás?

— Yo... Yo te soñé varias veces. Le dije algo roja. —Tu me besabas y creí que éramos pareja... Pero creo que fui muy tonta para no corresponderte. Dije tímida.

— Yo no soy tu pareja, creo que el pasado pisado y bueno... tu novio es... Rubén.

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Espero que les guste

Os amo

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Love Loser - Rgd | T2 [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora