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En un momento a otro me puse a pensar en cómo Irina se habia enterado de todo esto, y lo más seguro es que Rubén le contó todo sobre esto.

— Se nota lo bueno que es Rubén al ser silencioso con los problemas amorosos. Reí. — Irina es su mejor amiga así que entiendo esto. Imágenes pasaron en mi cabeza, imágenes de personas que no había visto antes, un dolor fuerte en mi nuca comenzó a sacudirme por completo, no podía ponerme de pie, las piernas me temblaban y estaba empezando a sudar.

— ______, _______, ______. Solo escuchaba las voces de Rubén llamándome para que reaccionara pero no podía moverme, no podía sentir mi cuerpo, me quedé quieta y cerré los ojos.

...

— ¿Qué fue lo que sentiste?

Pregunto Samuel anotando todo en su pequeña libreta, del otro lado de la cama estaba Rubén bien dormido tomando mi mano.

— Me sentí mareada, sin fuerzas como para sostenerme, varias cosas empezaron a pasar mi cabeza y un dolor muy fuerte acá atrás empezó a hacer que mis oídos zumbaran. Samuel me miró raro dejando su libreta a un lado.

— ¿Como te llamas?

— Me llamo _______. Samuel suspiró y me sonrió. —¿Qué hay con mi nombre?

— No es nada ________, mira descansa un poco y si te sientes mal pues tira algo y no dudaré en venir lo más rápido.

— Está bien Samuel. El salió de la habitación y miré a Rubén a lado mío, el tenía la boca semiabierta.

— Si me ves así no podré dormir en paz. Dijo sin abrir aún los ojos y lanzando una sonrisa.

— ¿Cuanto llevas aquí?

— Como 2 días. Quede impactada con su respuesta. — ¿Por qué siempre te quedas dormida por eternidades?

— Yo no sabía que tenía dos días así. Entre algo en pánico. — Pensé que eran unas cuentas horas o minutos. La respiración empezó a irme más rápido.

— Hey, cariño, trata de respirar profundo. El de inmediato abrió los ojos y se sentó a un lado tomando mis dos manos. —Respira lento y profundo. Eso hice y me tranquilice un poco con el a ayudándome.

— Tenía mucho que no me llamabas cariño. Le sonreí recuperando el aire.

— Tenía mucho que no te veía sonreír. Rubén miró hacia el piso todo rojo y no pude evitar reír.

— Sabes quería preguntarte algo.

— Pregunta lo que quieras. Dijo algo risueño.

— ¿Le dijiste a Irina lo que había pasado entre nosotros?

— ¿De que hablas?

El me miró extrañado.

— Olvídalo. Le dije con una sonrisa mirando como la puerta de la habitación se abría.

— Buenos días princesa. Sentí como la mano de Rubén apretaba la mía con fuerza al escuchar a Germán decirme eso, yo miré sorprendida. —Oh Rubén, no me había dado cuenta de que estás aquí. Dijo Germán rascandose la nuca con una sonrisa que no se la borraba ni Auron. —Te traje Helado. Cuento se acercó con ese bote de helado sentí como los ojos me brillaban, tenía años que no probaba esa cosa.

— ¿Como conseguiste helado?

Pregunto Rubén molesto.

— Auron fue tan amable de dejarme ir hasta la cuidad más cercana para ir a comprarlo y traerlo para ______, te recuerdo que yo también la conozco y me enteré de que su postre favorito siempre fue el helado.

— ¿Te aplaudo por saber ese dato?

— Rubén, podrías de dejar de tener esos celos de mierda, Solo estoy siendo atento con ______, ella es mi amiga y solo es un helado.

— Le llamaste princesa a mi novia. Dijo resaltando la palabra mi.

— ¿Estás seguro de que es tu novia?

Germán se acercó más a mi con el bote de helado en mis manos.

— Te juro que me estás reventando las pelotas y mi paciencia tiene un límite. Rubén se puso de frente al otro lado de la cama.

— Cálmate ya, puedo llamarle princesa si yo quiero, te recuerdo que cuando ella andaba conmigo falsamente tú te la estabas ligando muy gustoso sabiendo que estaba con tu disque mejor amigo. Germán alzó la voz y miró mal a Rubén.

— Te recuerdo que yo aún salía con _______ y tú sabiendolo la besaste no sé cuántas veces, no te importo que ella no recordara nada, te aprovechaste de eso y de la confianza que te tenía. Germán se hecho a reír.

— Yo no me aproveche de eso, yo trate de respetar siempre nuestra amistad, mientras que tú la estabas traicionando besándote con otra. Eso me dejó helada. — _______, ¿Acaso de obligue a besarme?, ¿Acaso te obligue a enamorarte de mi?, ¿A caso no te insistí Miles de veces que tenía miedo de enamorarme perdidamente de ti por qué sabía que esto iba a pasar?

Cada una de sus preguntas, cada insulto que se hacían me estaba poniendo mal.

— Yo no la engañe por que quise, estaban controlando mi cabeza.

— Eres un estúpido Rubén, ni aún que hubieran controlado mi mente habría engañado a esta señorita si digo amarla. Rubén se quedó callado. —Ni ella ni yo tenemos la culpa de que todo esto haya pasado, ella no te recordaba y si lo hacía te recordaba de la forma más fea. Rubén me miró para después mirar sus manos. —Yo no tengo la culpa de haberme ilusionado. Las palabras de Germán me llegaron directo y lo mire con los ojos ya llorosos.

— Germán...

— No digas nada _______ y bueno me encantaría que aceptarás el bote de helado, que no fue nada fácil de conseguir pero por ti hago lo que sea. Me sonrió, por un momento miré a Rubén, no sabía si debía aceptarlo.

….....….……
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.........

Decisión estúpida pero importante🤣

Recuerdan que en la antigua temporada les hacía elegir entre dos cosas... Pues esa opción va a volver 7w7

Así que....

Opción 1: aceptar el helado a Germán.

Opción 2: no aceptarlo

(Sé que es estúpida la elección pero igual quiero que comenten cual quieren 7w7)

Espero que les haya gustado el capítulo, no olviden dar amor y comentar ♥️

Chicos de verdad los amo (^^), gracias por todo el apoyo que me das día a día.

Love Loser - Rgd | T2 [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora