Love Loser - Rgd | T2 [TERMINADA]

17

— Mangel le dijo sobre lo de nosotros a Germán, y el dijo que ese día se escaparía con ella. Soltó unas carcajadas. —Rubén eres tan tonto, ese chico se llevó a su amada y se llevó a la dichosa arma que podía ser nuestra ruina. Quería morirme en ese mismo instante. —Realmente no estás enamorado de mi. La miré directo con tanta irá. —Todo este tiempo te he dado en tus bebidas una droga que te hizo creer que no necesitabas de tus amigos de antes, Rubén de verdad fuiste tan tonto.

— ¿Cómo pudiste?

Tenía ganas de llorar de la ira, de verdad había sido el mayor tonto de todos.

— Rubén, Rubén, Rubén. Repitió mi nombre lentamente. —Con nosotros nadie se mete, yo no soy tonta, aún que debo de admitir que ya me estaba divirtiendo contigo. Guardo el arma en su pantalón. —Aun que podríamos seguir haciéndolo. Se acercó a mí para volver a besarme pero la tome fuerte del cuello sin piedad contra la pared.

—Yo solo amo a una chica, mi corazón solo es de una chica, tu papá, tu maldita asociación, tus malditas armas y tú se van arrepentir de lo que hicieron, debieron pensarlo, nadie se mete con lo que más amo, NADIE.

—Ru-Ruben Su-Suéltame. Dijo ya morada y sin aire.

Miré como personas armadas entraron y me apuntaron, tome a Natalia y su arma y la puse directo a tu cabeza.

— Matenme, pero ella se irá conmigo. Grité dando 5 pasos hacia atrás.

— Podemos negociar. Dijo el coronel acercándose.

— No negociare con ustedes. Cargué la pistola, solo tenía que apretar el gatillo.

El coronel hizo señas de que bajarán sus armas y así hicieron.

— Suelta el arma, no le haremos nada a la chica, ni a tus amigos, los dejaremos libres, solo ayúdanos a acabar con los reyes de sangre y después podrán irse para siempre, no volverán a saber sobre nosotros jamás.

— ¿Como sé que cumplirán su palabra?

El tomo un control en el cual pude ver cómo dejaban a Mangel y a Álex en libertad.

Ellos se negaban a irse pero les apuntaron con armas y Mangel me hizo señas con los brazos.

"volveré por ti"

Ellos comenzaron a correr, hasta que las cámaras no los captaban más.

— Soy un hombre de palabra. Estiró su mano, yo no sabía si estaba haciendo lo correcto y solté a la chica acercándome al coronel y tomando su mano.

De repente sentí como mi vista se hacía borrosa y caía al suelo, pude ver la sonrisa del coronel.

Habían clavado algo en mi cuello, estaba débil, no podía moverme.

— Juro que cumpliré mi promesa cuando todos los reyes de sangre estén bañados de sangre. 

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Espero que os guste

los amooooo ahahaha

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