Capítulo 11.

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Capítulo 11.

Sentí una mano por detrás y susurrarme "hermosa" en el oído.

Era Nash.

Mi novio.

Nash era un caballero en todo momento, todo lo contrario a Hayes.

Hayes siempre había disfrutado follarse a cualquier chica que se le atraviese, sin amor, y sólo por gusto. También jugar con ellas, estaba claro.

Pero por alguna razón.. Conmigo él era totalmente diferente. Y me lo había demostrado.

No quisiera admitir que en verdad le gusto.

Pero Nash, era todo un caballero, siempre me trataba como cual príncipe trata a su princesa, y todo era entorno a sentirme cómoda y feliz a su lado.

La verdad, era extremadamente tierno y eso me encantaba.

Pero aún no llegaba a sentir algo fuerte o a un extremo, enamorarme de él.

Como lo sentía yo, por Hayes.

- Te ves hermosa, me siento tan afortunado - Sonrió Nash de medio lado.

Él tomo mi mano y acaricio con ella todos mis dedos.

No había terminado de arreglarme si quiera.

Este chico era todo un amor.

Y vino ese maravilloso recuerdo..

Nótese el sarcasmo previamente citado.

De qué estaba jugando con él.

- Gracias.. - Dije suavemente. Una de mis manos acaricio su mejilla.

A decir verdad, me había arreglado un poco más de lo debido para esta cena.

Me negaba rotundamente a admitir que lo había hecho por Hayes y por la maldita de Lily.

En una hora era la cena de la apertura del Tour y estaba algo nerviosa, a decir verdad.

No era fácil ver otra vez a la zorra que le encantaba practicar sexo con cualquiera que se le atraviese desde los quince años.

América había accedido a venir con Nash y conmigo, también; estaba incluido su novio Taylor en el paquete.

Y Hayes...

Había oído que se iría con Lily y su séquito de clones, de parte de América.

Excelente.

- _______.. No te desanimes - América tomo mi mano, y la coloco en sus piernas inmóviles.

- ¿Como no hacerlo? Llega ella y se olvidó completamente de mi existencia - Dije colocando dos manos en mi cabeza - no quiero verlo.

Mientras hablaba con ella, me dedique a apreciar como me veía en el espejo de mi habitación temporal, en casa de los Grier.

América me sonrió de medio lado.

Llevaba un vestido rojo.

Tal y cual como a Hayes le encantaba.

Está bien, sí lo quería sorprender, pero a él.

Aunque la frase "nunca te arregles para un hombre" irradiaba por toda mi mente, no podía evitarlo.

Habían muchas cosas que hacia en función a él.

Flashback.

- Hoy llega Nash.

- Nash... ¿Y..? - Lo mire un poco extrañada.

- Quiere que vayas un rato, y estés con el.

Una risa se me escapo de los labios.

mundos opuestos | hayesgrier y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora