Capítulo 13.

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Lean lo del final, juju.

Capítulo 13.

La cena fue totalmente aburrida pero también exquisita. Habían variedades de comidas que jamás había probado, eso habría sido lo único bueno de la cena.

Hayes y yo nos mirábamos detenidamente y sonreíamos de vez en cuando.

Era incómodo. Nash estaba a mi lado y cada vez que mi mirada se posaba en Hayes el apretaba mi mano, en forma de súplica. Algo como dejara de prestarle atención.

Por mi mente pasó -la mayoría del tiempo en que Bart habló- lo mucho que Nash estaría sufriendo. Por esto. Por Hayes interfiriendo en nuestra relación.

No quería terminarle. Le destrozaría el corazón por completo, además que, soy una pésima persona expresándome, no tengo mucha experiencia en romper corazones de chicos mayores que yo.

Y tampoco podría estar con Hayes después de terminarle, eso sería ponerle la cereza al pastel. Todo era exactamente repetidamente un maldito desastre.

Los chicos por suerte después de la cena de inauguración decidieron ir a una discoteca cercana.

Digamos que la noche por fin comenzaba.

- ¿Vienen todos? - dijo Cameron mirándonos fijamente y contando con su dedo índice. Probablemente el guardia de seguridad que media unos diez metros contados habían preguntado cuantos éramos.

Efectivamente.

En unísono todos dijimos que sí incluyéndome. Taylor y América se tenían de las manos, joder, que tiernos eran.

Lily y las perras que la acompañaban murmuraban entre sí, no me miraban, pero sí lo hacían con Hayes. El estaba de espalda mirando su teléfono, y al parecer era la única que las estaba viendo.

Suspire a mis adentros y empuje a Hayes por detrás.

- ¿Sí? - Dijo él captando mi mirada.

- Te.. Ellas.. Tú... Maldita sea. Te están violando con la mirada - Suspire muy audible.

Hayes comenzó a carcajearse poniéndome los pelos de punta. Nunca tomaba en serio lo que le decía, excelente _______, otra vez la cagaste.

Hayes volteó a ver a Lily, y mi mirada fija en ellos dos.

Lily le sonrió torcidamente a lo que me dieron ganas de vomitar. Esta chica tenía la peor sonrisa del mundo.

Acomode mi vestido y golpee a Hayes en el hombro, de pronto comencé a avanzar hasta la puerta y tome a Nash del brazo formando una fuerte llave.

Era hora de comenzar el juego.

Comencé a caminar el largo pasillo de la discoteca hasta llegar a la pista de baile. Habían por lo menos, mil personas atrapadas en ese pequeño salón, nada fuera de lo común, siempre había montones de personas en estas cosas, sudados, bailando, y teniendo relaciones sexuales.

Mi mirada se colocó sobre Hayes.

Mierda, mierda, mierda.

Hayes estaba en medio de la pista de baile con una bebida en la mano, y Lily acariciaba su pecho suavemente. También su cabello, el lóbulo de su oreja, totalmente visible y asqueroso.

quería una chica atrevida, tendría una chica atrevida.

Camine hasta ellos dando zancadas por toda la pista. Lily me miró estupefacta y halé a Hayes con toda la fuerza posible a la que él no se negó.

Me encamine junto a él a las habitaciones de arriba, abrí la puerta y la cerré con mi pie derecho, completamente de espalda. Cerré el seguro.

Hayes me miraba incrédulo en la cama, y me coloque a horcadas sobre él.

mundos opuestos | hayesgrier y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora