mundos opuestos | hayesgrier y tú

Capítulo 5.

Capítulo 5.

Mi ex-novio Matt Espinosa estaba justo al frente mío, mis ojos no sabían a donde mirar, y me puse nerviosa. Matt siempre intentaba arreglar las cosas conmigo, pero nunca le daba la oportunidad. No quería estar bien con el, rompió mi corazón completamente.

- ________... - Matt se acerco a mi, y su flequillo amarillo era lo que más se le veía salir por la gorra.

- ¿Que quieres? - Lo mire desconcertada.

Sentí un brazo rodear mi cuello, y cuando voltee me encontré con el rostro de Hayes, sus ojos me miraban diciendo "Estoy aquí.."

Sólo sonreí un poco.

- Hayes.. bro - Matt acerco la mano de hasta la de Hayes e hizo el típico saludo que hacen todos los malditos hombres en la tierra.

Matt miro a Hayes desconcertado, seguramente por que estaba tan cariñoso conmigo. En los 8 meses que estuve con Matt, pude contarle mi mucho que odiaba a Hayes y toda su existencia.

- Oh Matt.. Te presento a mi novia, __________ - Matt lo miro intentando comprender lo que le dijo, y yo sólo intente sonreír.

- Yo creo que la conozco, y muy bien - Matt intentó sonreír. Pero fue un intento fallido.

Algunas chicas llamaron a Matt del sillón, y yo sólo lo vi irse. Me voltee hacia Hayes y lo mire.

- ¿Tu novia? - Lo mire completamente sin entender.

- No quiero verlo molestándote.

- Sé cuidarme sola.

- __________, sólo quería ayudarte. Sabemos que es un idiota, te engaño, sólo quería ayudarte - Hayes acerco su mano y la acerco junto a la mía, y la juntó complemente.

En pocos minutos me jalo hasta afuera de la casa.

- ¿A dónde vamos? - Lo miré confundida.

- A donde siempre íbamos cuando ... Bueno, tu me querías - Hayes río con esa sonrisa que tanto me encantaba.

- ¿A dónde te dije que me gustabas? Gran error - Reí por debajo, y el me miro sonriendo.

- Nunca me dejaste decirte que tú también me gustabas - Hayes empezó a caminar a mi lado, y acariciaba mi mano suavemente.

- No te gustaba, teníamos 8 años cariño - Sus dedos eran tan suaves, su mano era tan suave.

- Bebe.. - Hayes se detuvo por un momento, y quedo al frente mío.

- ¿Todavía lo recuerdas? - Lo mire confundida.

- Sí. Me encantaba que me dijeras así..

No respondí, y voltee mi cabeza a otro lado. No quería mirarlo en ese momento, no quería que notara el enrojecimiento que tenía, y que era causado por él.

En poco tiempo llegamos a una casita de árbol, que Hayes siempre tuvo desde pequeño, allí siempre nos veíamos, hablábamos, y jugábamos. Después de todo extrañaba esos momentos, no todo era tan confuso y diferente. No existía odio y rencor, pero esa noche, existía otra cosa. Tenía que saber que era.

- ¿Te ayudo a subir? - Hayes me miro mientras intenta escalar la escalera.

Su mano toco uno de mis muslos, y lo mire sorprendida. Por alguna razón, no dije absolutamente nada.

¿Qué demonios me pasaba?

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