6- Juego sucio

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Osaka, Japón.



Sicheng está en problemas, en muy serios problemas. La herida en su rodilla duele como la mierda y está completamente desarmado.

El hombre que le disparó se acerca a él. La mirada en sus ojos es la de un cazador cuando ve a su presa. 

Llega a donde esta Sicheng, la sonrisa socarrona en sus labios hace querer meterle una bala entre ceja y ceja, lástima que no tiene ninguna. El sujeto se agacha, ladea su rostro ligeramente a su altura. El arma en su mano derecha se acerca al rostro del rubio, el cañón de la pistola rozando su mejilla y el calor residual del disparo amenazando con quemar al chino.

—¿No sabes quién soy, Ningyō? —pregunta pronunciando esto último en japonés. Sicheng no tiene ni jodida idea de lo que eso significa, poco le importa cuando empieza a ejercer un poco más de presión en la mejilla de Sicheng con el arma. Sicheng gruñe, el hombre solo sonríe de lado. La mirada en sus ojos haciéndose cada vez mas oscura.

—Déjate de juegos, Nakamoto Yuta y mátame de una maldita vez, no estoy de humor para soportar tus estupideces —es lo único que dice Sicheng.

Yuta deja salir una carcajada con ganas. Aleja el arma de la mejilla de Sicheng para reemplazarla con su mano abierta en una cachetada que le dobla el rostro por completo.

—Eres muy grosero —niega el japonés con la cabeza mientras se levanta. Sicheng intenta suprimir los jadeos de dolor provocados por la herida y lo ve caminar hacia el fondo del espacio donde se encuentra el cuerpo de su compañero. Yuta chasquea la lengua antes de volver a dirigirse a él. —Ningyō —llama a Sicheng, ganándose una mirada fulminante de parte de él. —¿Me lo mataste? —pregunta al tiempo que patea el costado de Yuto como un intento de despertarlo.

—Ojalá —Sicheng se atreve a responder con una sonrisa sarcástica adornando sus labios manchados de sangre por el anterior golpe.

Un quejido de dolor sale de la boca del hombre en el piso cuando Yuta le propina otro golpe — Despierta Yuto, no es hora de tomar una siesta —es lo único que él dice mientras ve como el otro hombre se incorpora lentamente.

Sicheng solo observa la escena desde el lugar en donde está, se lleva la mano derecha a la boca para poder limpiar la sangre que corre por la comisura de esta. Toda la situación se ve grave, Nakamoto Yuta no lo va a dejar ir con vida, el jodido loco necesita sacarle información y por una mierda que Sicheng nunca se la va a dar, prefiere morir antes que traicionar a su gente.

De hecho, él debe morir antes de hacer eso.

Yuta y Yuto se acercan a Sicheng, el más alto tiene un moretón gigante en el ojo, así como el labio partido y la nariz con restos de sangre, el pómulo derecho está comenzando a inflamarse y  viene agarrándose del costado, caminando con algo de dificultad seguramente por el golpe propinado en sus parte.

Sicheng opta por soltar una carcajada al recordar el golpe que le dio YuQi y el suyo cuándo le pego en las bolas, para ser un Yakuza es uno muy estúpido. 

—¿Te duelen mucho las pelotas, imbécil? —Sicheng suelta un intento de carcajada ignorando el dolor que la vibración le envía. Puede ver como Nakamoto disimula una risa aclarándose la garganta. Al japonés alto en cuestión parece no gustarle el gesto de ambos porque antes de que Sicheng pueda continuar riéndose, el puño del más alto se estrella contra su rostro, volteándoselo del impacto.

Yuta no se inmuta ante el golpe de Yuto hacia el Chino. Camina hasta rodear su maltrato cuerpo arrodillado en el suelo y le da un golpe seco en la nuca con su arma.

ENDGAME [YUWIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora