ENDGAME [YUWIN]

30. Liuyedao

Recomendamos regresar al final del capitulo 29. La única verdad para tener contexto y refrescar los conocimientos xd ¡Disfruten estas 10.2k de palabras para compensar el tiempo sin actualizar!

⚠️Advertencia⚠️
Contenido explícito, uso de drogas, prostitución.

Osaka, Japón.

La puerta de su oficina está abierta. Incluso puede escucharla desde el pasillo hablando serenamente en su idioma.

Sicheng entra con duda cuando la ve ocupada en el teléfono. Sin embargo ella levanta su índice indicándole que le dé un momento.

— ¿Cuándo ibas a decirme que era su cumpleaños?

Jurina alza la cabeza del teléfono que acaba de colgar, escaneándolo de arriba a abajo. Su mirada curiosa sobre él lo incomoda y trata de ordenar los mechones que caen por su frente para componerse o por si se ve algo fuera de lugar.

Su cabello aún luce fresco por la ducha y sabe que las horribles bolsas negras debajo de sus ojos se han esfumado.

La noche ya había caído cuando Yuta y él decidieron regresar a la mansión. No cenaron ni tampoco hablaron de más o de lo que había sucedido. Terminaron tumbados en la cama besándose hasta que el japonés soltó su boca y decidió esconder su rostro en el cuello de Sicheng y quedar totalmente profundo allí.

Contento de sentir algo tibio en su pecho y no precisamente del tipo físico, se abrazó a él y no le importó que ambos quedarán dormidos con la ropa del día y un jodido montón de problemas qué resolver fuera de esas cuatro paredes.

—Pensé que sabías. —regresa de su ensoñación cuando Jurina chasquea la lengua con una mueca pensativa. — ¿Sabes? Los hombres son tan... extraños.

La ignora y en cambio pregunta: — ¿Cuándo es?

—Exactamente en dos semanas. El veintiséis.

Sicheng suspira cansado y pasa una mano por su cabello.

—Pudiste consultarme si enviarle o no una invitación al idiota de mi hermano.

—Ha montado un espectáculo ¿Verdad? —Jurina ríe entre dientes y cierra la tapa de su computadora para darle toda la atención al hombre frente a ella. —Debí suponerlo. No le di importancia.

— ¿Yuta no está enterado que los ibas a invitar?

—No. —niega pensativa. —Yo me encargo de eso. Si él lo hiciera, créeme sería un desastre.

Sicheng siente un poco de alivio. El pensamiento que tuvo al día anterior cuando Yukhei mencionó aquella estúpida invitación, sobre si Yuta lo hacía simplemente para joderlo y buscar que esa bomba explotara, seguía carcomiéndolo aunque lo evitaba sólo para no darle gusto a las palabras de su hermano.

Ahora que ha aclarado esto, sabe que Yukhei sigue sin tener la razón.

— ¿Hablaste con él? —pregunta ella con algo de preocupación en sus ojos y Sicheng asiente incómodo bajando la mirada. Sabe que sin decirlo, Jurina comprenderá que no le ha caído del todo bien esa llamada.