8. De deudas y compromisos

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Osaka, Japón.




Yuta estaba agotado mentalmente, ha tenido unos días pesados y no podía no sentirse frustrado cuando había tenido tanta calma últimamente.

Los negocios traficando armas y demás habían salido bien y no había tenido ningún problema hace más de una semana, lo cual era un récord, siempre tenía a alguien quien lo sacara de sus casillas y él por su puesto estaba decidido a volarle la tapa de los sesos a esa persona.

Ahora está la cuestión de cierto chino que tiene como rehén, no puede hacer nada con el hombre. Al menos aún.

HyunAh y Jurina le dijeron que era mejor tenerlo, lo cuál es cierto, después de lo hablado con las dos mujeres se dio cuenta que el rubio es una pieza clave en la situación que tienen.

Sin embargo, no le va a decir nada al chino. Aunque parezca un muñequito, por cierto uno muy caliente, no le quita que haya matado a gran parte de sus hombres y eso significaba claro peligro, peligro que a Yuta no le importaba correr, pero al que si debe mantener bajo control.

Después de haber terminado la reunión con aquellas mujeres se dirige a su despacho, debe atender ciertos asuntos que le están empezando a colmar su paciencia.

Mientras se mueve por la mansión se encuentra con HyunAh y los dos hombres que siempre están detrás de ella; Hui y E'Dawn, ambos siendo la mano derecha y amantes de HyunAh, los dos tipos eran asesinos por excelencia, juntos parecían complementarse bien en el campo e incluso se complementaban para hacerle compañía a HyunAh.

El trío está bastante entretenido comiendose entre ellos que siquiera notan la presencia del japonés hasta que Yuta aclara su garganta observándolos con diversión.

—No sabía que los pasillos de mi mansión ahora eran los de un motel— dice mientras engancha los dedos en la cinturilla del pantalón.

Los tres pares de ojos lo voltean a ver sin inmutarse por su presencia, incluso E'Dawn y Hui no dejan de besar el cuello de HyunAh mientras ella le sonríe con sus labios rojos.

—Estas muy tenso Yuta, deberías unirte con nosotros y tener un poco de diversión, los cuatro podríamos pasarla bien— Yuta ríe al momento de ver como el dedo índice de la mujer se dirige hacia él llamándolo.

—Muy amable de tu parte al invitarme a tu faena, pero no estoy interesado— responde con pena fingida en su voz.

—Tú te lo pierdes cariño— responde al momento de agarrar el cuello de la camisa de los dos hombres para pasar por su lado, y detenerse a la par —Pero... Si quieres divertirte las puertas del cuarto estarán abiertas para ti— guiña un ojo hacia el japonés y retoma su camino por el pasillo.

Yuta bufa ante la propuesta de la mujer, HyunAh suele ser muy directa y a Yuta le gusta eso de la mujer pero nada más allá, siempre eran negocios.

Cuando llega a su despacho empieza a observar la pila de papeles que tiene encima de su escritorio, tiene unos importantes, otros sobre deudas por cobrar, de esos debe hablarlo al día siguiente con Mina quien lleva con detalle el registro de todos los deudores, las personas que están dispuestas a pedir un préstamo por parte de los Yakuza sabían que deben tener cuidado. Hay unos inteligentes que pagan antes, otros no tanto. Esos corren con la mala suerte siempre.

Cuando termina de ver la mayoría de los documentos son las dos de la mañana, no sabe en qué momento pasó el tiempo tan rápido, pero para Yuta está bien cuando cae a la cama como un peso muerto.

ENDGAME [YUWIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora