Amelia
Es curioso cómo pueden cambiar las cosas en cuestión de minutos. Hace poco más de diez minutos atrás estaba poniéndome ropa seca y pensando en lo idiota que se comportó Gerónimo y ahora estoy sentada en la isla, rodeando a Luca con las piernas, acariciando su pelo, sintiendo su boca contra la mía, en mi cuello, sus manos en mi cara, mi espalda. Hasta que... el teléfono tenía que sonar a la distancia. Es el de su casa.
-Voy a tener que atender eso. Puede ser Zoe. Un minuto.
Sale de la cocina por el pasillo que conduce al baño y a otras partes de la casa. Se escucha cuando atiende, así como también cuando comienza a discutir. No quiero escuchar, así que me bajo de un salto y trato de distraerme tomando mates, escuchando la música, pero es inevitable escuchar cuando habla de Zoe y repite el nombre Malena, la mamá de Zoe. Me pongo a revisar mi celular y las cosas que tengo que hacer para la semana próxima.
Un momento más tarde Luca rascando su cabeza. -Disculpa, es que Malena quería venir a buscar a Zoe y cuando le dije que se quedaba en casa de mis papás hizo un escándalo.
-Está bien, no tenes que explicarme.
Le doy una sonrisa tranquilizadora.
-Así que... ¿termino de una vez la lasaña o...?
-Creo que habría que terminarla, estoy empezando a sentir el hambre.
-¿Hambre de mí?
-¡Qué egocéntrico!
Él se ríe mientras comienza a preparar la salsa.
-¿No tenías una perrita, Winky?
-Sí, Zoe la quiso llevar con ella. Juntas a todos lados.
Me lanza ciertas miradas cada tanto, cuando alguna canción menciona algo referido a besos, a un romance naciente, y toda esa clases de cosas. Pongo los ojos en blanco, o le sonrío de vuelta.
Teniendo la salsa ya lista, me dice:
-¿Queres probar?
-¿La salsa o a vos?
Sí, dos pueden jugar este juego. Pero esa no es la mejor parte, su reacción y respuesta lo son. Levanta la vista de la salsa y me mira, con los ojos muy abiertos. Lleva sus manos a la cabeza y se da la vuelta:
-Aaah, vas a matarme.
Estallo en risas. Se voltea y me mira por entre los dedos de una de sus manos, pone la otra en su corazón.
-¿Por qué me haces esto? No empieces algo que no vas a terminar. No juegues con fuego. Y todas las frases hechas que se te ocurran que puedan aplicar a la situación.
Lentamente me encojo de hombros.
-Está bien, pero yo no empecé esto.
-¿Ah, no? Porque yo creo que sí.
-¡VOS ME BESASTE!
-No, no. Yo te besé, pero vos me llevaste al beso.
Me cruzo de brazos.
-¿Ah, si?
-Hey, no copies mis expresiones.
-¿O qué?
-¡VES! Esas cosas son las que me llevan a besarte. Vos lo inicias todo. Agitadora.
Lo miro extrañada.
-No me mires así.
Sigo mirándolo "así". Supongo que por eso, con un rápido movimiento, en dos segundos tengo la mejilla manchada con salsa.
-No te atrevas a volver a hacerlo. Además, ¡qué asqueroso! Es salsa, no... crema o algo no sé...
Con su mejor tono de burla e imitación me dice:
-¿O qué? ¿Qué pasa si lo vuelvo a hacer?
Qué infantiles somos. Me rindo, levanto las manos al aire. Luca se acerca para limpiarme, pero lo hago más rápido que él. Me queda mirando, herido hasta que suena el timbre repetidamente y los dos nos quedamos mirando en dirección a la puerta de entrada.Luca va a atender la puerta y yo aprovecho para lavarme la cara. Me quedo quieta en el lugar cuando escucho que la voz de Luca trata de sonar razonable mientras que la de una mujer suena histérica.
-¿De quién es el auto que está afuera? Ése no es tuyo.
-Eso no tiene porqué importarte.
-Sí, si me importa porque seguro tenes acá a una cualquiera y por eso hiciste que Zoe duerma en otro lugar.
-¿Qué te pasa? ¿Cómo funciona tu lógica?
-¿Dónde la tenes?
-¿A quién?
-¡A la zorra!
-Malena, deja de meterte en mi vida. Solamente tenemos a Zoe en común, y ella ni siquiera te importa.
Trato de mantenerme calmada cuando oigo acercarse dos pares de pies.
-Malena, te estoy hablando muy en serio. Arreglemos cuándo queres ver a Zoe y te vas a tu casa. No tenes nada que hacer acá.
-¿Por ella dejas a Zoe en cualquier lado?
-¡No seas tan descarada! Y sobre todo no la metas a ella, no la conoces y no sos quién para meterte, juzgar, ni siquiera estar en mi casa haciendo esta escena.
-Luca, va a ser mejor que me vaya.
-¡Ah, bueno! También se mete donde no la llaman.
Malena hace toda una exageración con los brazos, después se cruza de brazos, y definitivamente está tratando de asesinarme con la mirada. No me inmuto.
-No, vos no tenes que sentirte incómoda ni irte. Es mi casa, ella es quien tiene que irse.
-¿Puedo hablarte un minuto?
Le señalo a Luca en dirección a la entrada de la casa, agarrando mi celular y llaves de camino.
Una vez en la puerta, Luca me toca el codo y susurra:
-No te vayas, por favor. No quiero involucrarte, pero quiero que te quedes.
-Va a ser lo mejor, ¿si? A parte, gano yo, me debes dos favores, ya que no probé la lasaña y cumplí con la devolución del favor, ¿no te parece?
Me mira por unos segundos.
-Está bien, me parece justo. Voy a pensar en el siguiente favor.
Saca la cerradura y abre la puerta, se apoya en ella. Le sonrío, y logro sacarle una media sonrisa. Me provoca besarlo, así apoyado en la puerta... lo beso en la comisura de los labios.
-Tenes mi número de teléfono. Espero que puedas solucionar todo. -me encojo de hombros- Nos vemos.
Retrocedo de espaldas hacia afuera. Él avanza los pocos pasos que di, me da un beso, corto y dulce.
-Voy a volver a verte, eso es seguro.Es difícil no pensar en todo lo que pasó hasta ahora en el día y que todavía no haya terminado. Lo creo más todavía cuando veo en la otra plaza de estacionamiento que me pertenece la moto de Gerónimo. Este día parece infinito.
No quiero lidiar con más cosas hoy, ni siquiera consideré que él fuese a quedarse después de nuestra conversación, pero tampoco tengo muchas opciones. Así que bajo del auto, y me dirijo al ascensor. De nada va a servir postergar lo impostergable.
Abro la puerta y Gerónimo se levanta del sillón de un salto.
-Llegaste...
Ana mira de uno al otro, como en un partido de tenis.
-Si, eso parece. Vamos al balcón a hablar. Ana, voy a hacerte esperar un rato más.
-No hay problema. - señala la comida que tiene en la mesita y el televisor. También me da una mirada que no tengo intención de interpretar ahora, pero asumo que tiene que ver con mi cara.
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Antes del amor [en proceso]
Roman d'amour¿Alguna vez se preguntaron qué es el amor? Yo sí. ¿Se preguntaron cómo saber cuándo es amor? ¿Cuándo es el momento en que entregamos nuestro enamorado corazón? ¿Cuántos tipos de amor existen? ¿Se puede amar a dos personas a la vez? Bueno, también me...