15.-El sueño.

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Narra Isabella:

Todo era oscuro y el frío se sentía en mi cuerpo, sentía mis piernas temblar y tambalearse cuando empecé a caer, mi voz no salía y cada vez que intentaba gritar sentía como la garganta se desgarraba por dentro.

-¿Se siente bien el llevar a tus amigos a la muerte?- una voz nada conocida retumbo en mis oídos haciendo eco en el extraño lugar.

Un destello me deslumbró haciendo que cubriera mis ojos con mis manos; al quitarlas todo mi panorama era blanco, blanco y más blanco, lo que era negro ahora es blanco cuando sentí un pequeño golpe en mi espalda.

Me pare y mire hacia abajo al sentir el agua correr por mis pies descalzos, el agua que corría era roja pero un rojo tenue.

-¿Se siente bien sentir la sangre de tus amigos?- la misma voz sonó haciendo eco.

Mire a todos lados intentando ver a alguien o algo y así fue que encontre los cuerpos de mis amigos sobre un gran  pedestal, en la punta estaban Samantha y Leonardo, en el medio estaban Aarón, Bruce y Ashley, hasta abajo estaban Milo y Chanel. Todos tenían una especie de espada clavada justo en el pecho.

-Ayúdanos Isabella- sus voces sonaron al unisono, quisiera correr a ayudarlos pero no podia, no avanzaba por más que intentaba, mis piernas no avanzaban al pedestal.

Una criatura sumamente extraña apareció detrás del pedestal, al observar bien a la criatura pude recordar a la criatura que vimos en la escuela, el día que todo empezó, el jodido día en que todo empezó a  cagarse, el día que deje a mis padres, el día que me despedí de mi pequeño renepucio pensando que sería de ayuda, el día en que hice que mis amigos destruyeran sus vidas y todos esto es mi culpa por alguna razón me siento un tanto culpable de lo que está pasando. Madeleine siempre tuvo una obsesión con Leonardo y sabiendo que tal vez podía lastimarlo le vendí el conjuro, todo lo cague yo, siempre la cagó yo y nada de esto podrá cambiar.

La criatura rugió con fuerza haciendo que me estremecíera y me encojiera dentro de mis piernas como una niña pequeña.

El grito desgarrador de mi mejor amiga hizo que me estremecíera aún más y al ver que estaba siendo desmembrada por Madeleine me daba pavor y así siguió con todos los del pedestal.

Yo gritaba y gritaba pero no salía algún sonido de ella solo salía sangre y más sangre.

-asi querías verlos ¿Cierto?-  la voz sonó y yo negué con la cabeza.

-estas estúpido o que, son mis amigos y me duele verlos sin un pie o sin cabeza- dije con rabia, el rostro me ardía y tenía los dedos encarnados en mis manos.

-eso lo hubieras pensando antes de venderme el conjuro- la voz de Madeleine sonó en mi oído, volteo para ver si la encontraba pero no fue si.

-Hola querida Isabella- la voz de Madeleine volvió a sonar pero la sentía tan cerca de mi, gire mi cabeza lentamente y me encontre a Madeline pero como si fuera un demonio si así se le podía llamar a esa repugnante cosa.

Pero no me sorprendió verla de cerca a ella si no ver al extraño ser detrás de ella.

Ese extraño ser tenía dos cabezas en forma de pirámide, su cuerpo parecía estar hecho de metal, agujas y objetos puntiagudos, tenía cuatro brazos y dos pares de pierna, las cuencas de sus ojos estaban vacíos y negros.

Madeline.(Terminada) [En Corrección]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora