Narra Isabella:
Las películas donde todos los amigos se van a investigar a algún lugar y regresan con una grandiosa experiencia es ¡FALSO!, Totalmente falso. El silencio silencio es incómodo entre nosotros y la noche está por llegar.
-Deberíamos detenernos aquí a dormir un poco- sugiere Aarón señalando un lugar muy bonito en sí. Era un círculo rodeado de árboles y la luz de la luna se reflejaba dentro del mismo.
-Eso hermoso- Chanel toma de la mano a Milo y lo puso dentro del círculo como si de un muñeco se tratase. -¿Nos pueden tomar una foto?- ella abraza a Milo y deja un beso en la comisura de sus labios.
Leonardo se acerca a ellos mientras saca su teléfono de su pantalón para tomar un para de fotos.
-¿Cuando se dará cuenta que está golpeada?- Samantha susurra en mi oído y es cuando mr doy cuenta que a estado bebiendo.
-¿Que estás tomando?- le pregunto mientras me giro sobre mi propio eje para poder verla a los ojos.
-Aguita- ella sonríe sin mostrar los dientes.
-Mentirosa- ruedo los ojos. -Dime la verdad Samantha Walker- la amenazo y ella se encoje de hombros.
-Es mi única cura- dice mientras hace un puchero y baja la cabeza.
-Te tomaremos la palabra Aarón, dormiremos aquí esta noche- dije en voz alta para que todos me escuchen.
-Yo no quiero dormir aquí, hay muchos mosquitos que desean mi sangre- Samantha desliza sus manos por su cuerpo con sensualidad mientas hace un tono de voz sexy.
Niego con la cabeza y la tomo del brazo para poder llevarla al centro del círculo. Al sentarla ella comienza a reír y yo me siento frente a ella.
-¿Que estas tomando Samantha?- mi tono de voz cambia y se vuelve duro y la vez seco lo que me sorprende a mí misma.
-Agua, Isabella- Samantha rueda los ojos, intenta pararse pero falla y cae boca abajo.
-¿A dónde crees que vas?- la tomo de la muñeca y la siento de nuevo frente a mí.
-Bien, lo acepto estuve bebiendo. Me declaro culpable- se cruza de brazos y frunce el entrecejo.
Le quito la mochila de sus hombros y la abro.
-¿Tequila?- pregunto y ella asiente. -¿En qué estás pensando Samantha?, Estás a dos tragos de acabarte la botella. ¿A caso crees que si te da un coma etílico en estos momentos vamos a saber que hacer?, Claro que no Samantha. Tendríamos que enterarte en algún lugar, seguir con nuestras vidas y dejarte en el pasado.
-Lo extraño- Samantha susurra mientras de su ojo sale una pequeña lágrima.
-Si, el te hizo daño. Pero la vida sigue y lo único que estás haciendo es hacerte daño tu misma, deja de torturarte Sam- me acerco para abrazarla, pero antes de que lo haga me detiene.
-Tengo que sacar mis penas en alcohol- dice en un tono melancólico.
Yo niego con la cabeza y ella asiente rápidamente. -Mientras me tengas a tu lado, el licor sale sobrando- ella se acomoda en mi hombro y comienza a sollozar silenciosamente.
-Tuve un sueño donde estábamos Jafet y yo en un cuarto. Charlando, como amigos y de un momento a otro estábamos haciendo el amor. Me desperté confundida, queriendo de nuevo la sensación de el dentro de mi. Lo llamé pero no tenía señal, lamentablemente pensé en voz alta y Chanel escucho lo que dije- siento como mi hombro se comienza a humedecer y sabía que Samantha ya estaba llorando. Espere unos segundos a qué ella se tranquilizara y continuo. -Ella me dijo que tenía una botella de tequila por si la quería, yo la acepte, la necesitaba. Durante toda la mañana bebí y cuando pelié con Chanel fue porque ella me provoco, tu sabes que yo no soy de esa manera solo cuando me tengo que defender. Ella me dijo que el era su hermano y es cierto, Jafet Smith y Chanel Smith, tiene sentido- su voz se quiebra pero ella se resiste u se controla. -El se casa el año entrante. El me prometió que nuestro amor triunfaria ante las adversidades, que tendríamos hijos, que nuestros hijos nos darían nietos, que nuestros nietos nos darían bisnietos y nos haríamos viejitos juntos, me dijo que seríamos la pareja perfecta que jamás pudo existir, pero ya no más, eso se acabó- yo solo acariciaba su cabello mientras ella hacía un charco con las lágrimas que derramaba.
-Recueda que Madeleine destruyó lo que parece el mundo y si te soy sincera no creo que esa boda se lleve a cabo y si es así, tienes a dos personas muy bonitas que te ayudarán a arruinar las cosas como siempre- Samantha suelta una carcajada tan contagiosa que provoca que me ría con ella.
-No quiero perderte nunca Isabella, no se que haría sin tí- me abraza y cuando menos siento ya estaba dormida.
La recosté cuidadosamente sobre si mochila y la tape con mi mantita para que no tuviera frio.
-¡LAURAAAAA!, ¡LAUU - RAAAAA!- una voz ronca hizo que me adentrará al bosque de manera sigilosa.
A lo lejos divisé a un chico alto y por lo visto era muy atractivo. Me acerqué a el lentamente y cuando voltea hace que de un brinquito.
-Hola- me dice con una gran sonrisa, más sin en cambio yo me quedé sin saber que decir o hacer. Era muy atractivo, su nariz era muy fina y sus ojos eran café claro con destellos verdes. Me quedé atónita.
-Hoo- hool- hola- mis palabras salen cortadas y el sonríe de lado.
-Me llamo Matthieu Meller.
-Mucho gusto, Isabella Lepore.
-Oye, ¿Has visto a una chica de piel clara y cabello negro?- me mira esperando como respuesta un si.
-No la verdad no, con nosotros solo está una chica llamada Laura, tiene el cabello negro es alta y delgada- el se ríe y es cuando caigo en cuenta que es la chica a la que se refiere.
-¿Y dónde está ella?.
-Sigueme- me dió la media vuelta y comienzo caminar a dónde están los demás. Al llegar Laura charlaba con Ashley.
-Laura- Matthieu corre a dónde está Laura y la alzó con sus brazos para después abrazarla.
-¿Quien carajos es el?- Leonardo pregunta mientras frunce el entrecejo y cruza los brazos.
-Oigan todos- Laura hablo y todos la miramos. -El es mi primo Matthieu- lo presento.
Samantha se levantó de golpe y corrió a abrazarlo.
-Bienvenido Matthi, sientete como en casa- hablo Samantha un poco mareada.
Leonardo llevo y empujó a Samantha a un lado y ella callo al instante.
-No le hagas caso, está loca y se acaba de dopar. Soy Leonardo Penz- Leonardo se presenta serio.
La noche cubrió el ambiente, las estrellas iluminaban el hermoso cielo silvestre y Samantha, Leonardo, Ashley, Chanel, Aarón, Bruce, Milo, Matthieu, Laura y yo nos atragantabamos con malvaviscos, ya que queríamos demostrar quien aguantaba con más malvaviscos en la boca.
-iajsksnonskspuedo- dijo Leonardo antes de que todos los malvaviscos salieran disparados de su boca como si de balas se tratase. Todos reíamos como focas epilépticas mientras también escupíamos los malvaviscos.
Después de la ridícula competencia comenzamos a acomodar las cosas para dormir. Leonardo miraba con odio a Matthieu y yo lo observaba con diversión.
-No te pongas celoso, es solo su primo- le digo acomodando mi saco de dormir.
-¿Primo?... ¿Primo? Primo mis polainas- leo hablo molesto y yo me senté sobre el piso para observarlo. -Puede que solo este mintiendo y solo quiere quitarmela, yo la gane primero.
-¿Piensas que es un juguete?, Las mujeres no se apartan estúpido.
-Como sea, no voy a permitir que Laurita bebé este cerca de su "primo"- dijo haciendo énfasis en primos a lo que yo reí.
-Estas loco amigo- me puse de pie y golpee su hombro levemente. -Creo que ya es hora de dormir- dije en voz alta para que todos me escucharán y comenzamos a dormir.
Laura se acostó en el pasto y Matthieu se acostó detrás de ella envolviendola en un abrazo acojedor.
-Creo que dormiré aquí- Leonardo se acostó entre Laura y Matthieu.
-Si, yo igual- Ashley se acostó entre Leonardo y Laura haciendo que yo me riera por lo infantiles que eran.
Caminé a Samantha quien dormía como bebé recién nacido, me acosté a su lado y me tape con la manta.
Mañana tenía pensado seguir con el camino y llegar lo más lejos posible sin importar cualquier cosa que se interponga, estos últimos días nos hemos retrasado mucho y ya no hay tiempo que perder.
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Madeline.(Terminada) [En Corrección]
Adventure¿Que es lo que pasa cuando una chica se enamora?, ¿Que pasa si ese amor no es correspondido?. Madeleine estaba tan enamorada que hizo una inexplicable locura por conseguir el amor... Así es, desato una catástrofe en su ciudad y lo que parecía un apo...