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Sentí como si hubiese estado muerta por tanto tiempo, me dolía el pecho, la cabeza me explotaría, mis manos estaban congeladas, de pronto una calidez suave comenzó a pasar sobre ellas, no había duda que era Kara, intenté decir su nombre, moverme, hacer algo pero mi cuerpo no cooperaba en absoluto.

-La doctora Gordon dijo que me escucharías si te hablaba, estoy aquí, en tu habitación, me gustan los libros que hay en tu escritorio y también quiero que sepas... -suspiró.- Esto es un tanto ridículo.

Sabía que en algún punto lo tendría más claro, era ridículo estar conmigo, estaba medio muerta ahora mismo, debía verme pésimo; pasó algo sobre mi frente, debía estar sudando, soy un desastre, soy penosa.

-Esa trenza te queda muy bien, todo te queda muy bien. Traje un juego de mesa ¿sabes? tal vez cuando despiertes podamos jugar.

Beso mi manos izquierda, acarició mi cabello, dejó un suave beso sobre mis labios. Kara era demasiado perfecta para estar conmigo, no me entraba en la cabeza que quisiera estar realmente aquí, cuando podría estar fuera, con alguien normal o al menos más sano que yo. Es preciosa, es tierna, es graciosa, a veces es un poco tímida, algo curiosa, besa muy bien, es cuidadosa... Es todo lo que definitivamente no me merezco. Mi cuerpo comenzó a reaccionar, fruncí el ceño, así debe sentirse que un camión pase sobre tí.

-¿Lena?

-Kara. -susurré.

-Hey, hola, -intenté moverme.- no te esfuerces demasiado aún, estoy aquí. Debo llamar a la doctora ¿si?

Su mano soltó la mía, escuché como salía de la habitación mientras yo intentaba abrir los ojos, me dolía demasiado el pecho, mis manos tocaron mi cara, era la sensación más extraña del mundo, todo iba tan lento, mi boca tenía un sabor extraño; la voz de Kara hizo eco en mí.

-¿Esta reaccionando ya?

-Comenzó a moverse y dijo mi nombre.

Finalmente abrí los ojos, todo estaba demasiado iluminado, los cerré nuevamente, pestañee lo más rápido que podía para que mis ojos se acostumbraran a luz.

-Hola, tesoro.

-Hola. -dije bajito.

-Voy a revisarte ¿vale?

-Sí.

Comenzó por tomar mi temperatura, luego revisó el parche que tenía en el pecho, no lo había notado, pasó a oír los latidos de mi corazón con su estetoscopio, frío, muy frío.

-Todo está muy bien, tienes un poco de fiebre, pondremos unas compresas y traeremos tu comida, llevas mucho sin comer.

-Bien.

-Te dejaré con tu novia ¿sí?

-Sí.

Mi cardióloga sonrió, sabía que Kara no era mi novia pero aún así lo decía, hizo su camino a la puerta, haciendo anotaciones en la ficha, Kara tomó asiento junto a mí.

-Al fin despertaste.

-Si viniste.

-Te dije que estaría puntual.

-¿Y las clases?

-Está bien, Eliza llamó esta mañana.

-No creo que estuviese feliz de que faltaras.

-No te preocupes por eso, está todo bien, en serio.

-Te ves muy linda hoy.

-Tú también te ves muy linda hoy.

Un corazón. [Supercorp AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora