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Me quedé leyendo el libro amarillo, intentando distraerme un poco al menos, me hacía reflexionar bastante sobre todo lo que estaba sucediendo en mi vida, todos estos cambios extraños, esto tan nuevo en mí, los sentimientos incontrolables por Kara, la necesidad de proteger y ayudar a Sam, la sensación de que ese lugar vacío en mí se estaba llenando pero a su vez, estaba vaciando otro. Mis ojos pesaban mucho, me dormí y creo que desperté lista para ir a la operación.

Había un montón de agujas conectadas a mi brazo, otras cuantas en mi torso, una luz brillante sobre mi cara, sonidos metálicos, voces a la distancia, distorsionadas, chillidos, sangre, demasiada sangre. Unas manos se acercaron, una vacía y en la otra un bisturí goteando, los ojos de aquella persona miraron directo a los míos, frunció el ceño, bajó la mascarilla, manchándola con sangre; de pronto me sonrió, mi padre me sonreía, todo comenzó a dar vueltas. "Bienvenida a Luthor Corp" oí una y otra vez; aquella cara sonriente se derretía, goteaba un líquido extraño mezclado con sangre. "Somos uno, sola no eres nadie, aquí perteneces" de un momento a otro, aparecí en una sala enorme, por un lado estaba llena de personas siendo operadas y por el otro habitaciones adornadas arriba del vidrio con la palabra "Proyecto" y números consecutivos en cada una; las puertas se abrieron y los proyectos se abalanzaron, me tomaron y mi madre, vestida de forma extraña, hizo camino con su mano hasta mi pecho, con una rapidez y fuerza irreal, sacó mi corazón. "Esto" dijo.

Desperté de golpe, ahogando un grito, sudando frío, mi corazón latía rápido, estaba temblando, desorientada, perdida, aterrada, todo había sido un sueño, de pronto mi puerta se abrió, mi corazón se aceleró de forma increíble y una enfermera se dejó ver.

-¿Lena? ¿Estás bien? ¿Qué ha pasado? -encendió la luz y se acercó a mí.

-Nada. -me apresuré en contestar.- Estoy bien. -puso su mano en mi frente.

-¿Por qué tiemblas? ¿Tienes frío?

-No es nada.

-Llamaré a la doctora Gordon.

-No, estoy bien. -vi la hora en el móvil, 04:56 a.m.- Fue una pesadilla, no es nada malo.

-¿Estás segura? -asentí.- Te pondré esto, aquí. -me puso una extraña muñequera conectada con una especie de plástico.- Si tu corazón se acelera demasiado, me avisara y vendré enseguida.

-Vale, que no pasa nada.

Salió de la habitación, apagando la luz y cerrando la puerta tras de sí; no sé de qué había ido toda la pesadilla, no sé en que momento me dormí, pequeñas imágenes se repetían en mi mente, nunca había ido a la compañía, nadie que no formara parte de ella tenía conocimiento de lo que allí hacían, todo era invención de mi mente, no era real, eso no pasaba, nada era cierto, fue solo un mal sueño. Luthor Corp generaba aparatos tecnológicos, no hacía proyectos ilegales a personas, todo lo que se creaba tenía la finalidad de facilitar nuestra vida, al menos eso era lo que siempre oía decir a mis padres, Lex nunca comentaba nada sobre sus visitas a la compañía y este extraño sueño me hizo pensar ¿por qué nunca lo hacia?

Intenté acomodarme en la cama otra vez, aun me quedaban dos horas de sueño, no podía desperdiciarlas, tomando en cuenta que no podría desayunar, debía seguir durmiendo. Me di varías vueltas, incómoda, aún asustada, un pequeño dolor en el pecho que no me abandonaba, encendí la lámpara, respiré profundo, exhalando todo el aire que tenía, era un ejercicio de respiración, inhalé durante cuatro segundos, contuve el oxígeno en mis pulmones durante siete segundos y finalmente exhalé todo en ocho segundos, cerré los ojos, por alguna razón, funcionaba bien, me sentía cansada y me volví a dormir.

La alarma me despertó, ya eran las siete de la mañana, mi cuerpo pesaba, aún recordaba la pesadilla sin sentido, me duché, me vestí, deje mi cabello en una trenza, lavé mis dientes y volví a la cama; le envié un texto a Kara, los buenos días, el te quiero, porque debe saber que la quiero. La quiero.

A las siete con cincuenta y cinco minutos ya estaba en la recepción, la tierna doctora Gordon apareció un minutos después, se veía bastante contenta, quizás trataba de generarme confianza, funcionaba un poco. Hubo poca charla, la verdad es que no tenía ganas de hablar; me dieron la extraña ropa plástica para la operación, un gorro de baño y ya lista sobre la camilla, estaba yo con mi armadura para operación, unas enfermeras poniendo agujas, me recostaron, la pesadilla se me repetía, aunque intentaba ignorarla, seguía ahí, en alguna parte de mi mente. Me llevaron al quirófano, me pusieron una mascarilla, me explicaron que me dormiría y que también usarían anestesia local. Me dormí pero no estaba totalmente inconsciente.

Estaba en un concierto, Kara estaba dando un concierto, se veía hermosa, todos le aplaudían, comentaban lo talentosa que era, me acerqué a Kara con un ramo de flores, tenía esa sensación de alegría, se volteó y si rostro reflejó terror, miedo, como si estuviera viendo un fantasma o peor, miré mi ropa, manchada de sangre, volteé a un espejo que apareció de la nada, mi rostro estaba cortado, sangrando, tenía un ojo robótico y piel viva a la vista.

No estaba del todo inconsciente, estaba soñando de nuevo, oí la maquina, al pianista, tenía que tranquilizarme, quizás el gas no me había hecho dormir lo suficiente y como si pudiesen leer mi mente, oí como soltaban más y pasaba a través de la mascarilla, me dormí otra vez.

Estaba en un momento tan extraño, las operaciones me generaban más pánico que nunca, estaba teniendo sueños extraños, me encontraba abrumada, mi mente esta demasiado confundida entre lo que era real y lo que no, físicamente no sentía nada, tenía suerte de saber donde estaba situada mi cabeza porque a este punto era todo lo que sentía de mi cuerpo.

Todo daba vueltas, estaba tan confundida, como extraviada y eso me molestaba, no sabía que pasaba, si estaba todo bien o si estaba todo mal y lo peor es que no lo sabría hasta un par de horas más, cuando volviera a ser consciente, si es que llegaba a ese punto, cuando Kara estuviera junto a mí. Kara. Siempre terminaba pensando en ella, incluso ahora, que todo me es bastante confuso, borroso, Kara es lo único que tengo claro.

Un corazón. [Supercorp AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora