Un corazón. [Supercorp AU]

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Quiero pedirles una disculpa por mantener esta historia abandonada, realmente mi celular no quiere cooperar, he intentado de todo, así que he comenzando a usar wattpad web, me es complicado también porque mi mamá ha iniciado su propio negocio (🎉) y trae mi computador por las noches. Además les quiero contar que lo he logrado con la PSU, he entrado a psicología y estuve a cuatro puntos de entrar a la Universidad que deseaba, igualmente tenía otras opciones y estoy muy orgullosa de mi esfuerzo.

Espero que este capítulo logre compensar mi falta.

Quiero agradecerles por hacer de esta historia algo inolvidable, por su contante apoyo y por no imaginarse lo importante que es para mí siendo la primera historia que publico, les aprecio un montón y cada uno/una/une de ustedes significa mucho para mí. 💖

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Este capítulo contiene lenguaje explícito, de considerarse sensible a dicho contenido, favor abstenerse de continuar la lectura.
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Lex nos llevó a casa en silencio, Kara parecía estar realmente molesta y herida, volteé a verla un par de veces, estaba perdida en su pensamientos. Sé que su relación con Alex es importante, que confían todo la una a la otra, se apoyan, son, de cierta forma, el pilar de la otra y ahora mi novia parecía estar devastada.

-¿Discutieron? –susurró Lex, negué con la cabeza.– ¿Mal día?

-Algo así... lo solucionará, tranquilo. –asintió.

-Entonces –dijo fuerte.– ¿Comerán pizza mientras hacen los deberes?

-Ese es el plan. –respondió Kara, fingiendo una sonrisa.

-¿Está permitido hurtar uno o dos trozos si no hago mis deberes? –ambas reímos.

-Claro, no es problema, todos merecemos un pedazo de pizza.

-Me agradas, pequeña Kara.

-Es adorable ¿no? –sonreí.

-Es un alma bondadosa que le regala pizza a su irresponsable cuñado.

Lex sabía como tranquilizar el ambiente, sabía que decir en el momento indicado, Kara sonreía y reía ocasionalmente, intentando apaciguar sus otras emociones, nos entregaba su rostro amable, gracioso, ese lado brillante que generalmente podía ver. Pocas veces recuerdo que se haya molestado, creo que solo fue una realmente grave, hace unos días en el hospital cuando le hablé feo y hoy, cuando me ordenó subir al auto, la diferencia era que en la segunda estaba más herida que molesta. Llegamos a casa, Kara me ayudó a bajar, lentamente me acomodó en la silla, puso las cajas de pizza sobre mi regazo, colgó su mochila en su hombro y comenzó a empujar mi silla, las ruedas giraban con pereza; al entrar, Annie nos recibió sonriendo.

-Dejé todo preparador en su habitación, señorita.

-Gracias, Annie, subiremos.

Annie asintió, Lex cerro la puerta detrás de él, caminó a la cocina, sin decir nada. Subí a la plataforma, comenzando mi viaje hacía el segundo piso, Kara caminaba detrás de mí, pasando a cada escalón pausadamente; llegamos arriba, bajé de la plataforma, la elevé, Kara me observaba sonriente.

-¿Qué? –sonreí.

-Nada, es solo que te ves muy bonita. –sonrió inclinándose a robarme un beso.