27

3.9K 324 130
                                    




Aquella tarde con Kara había sido completamente diferente a cualquier otra que habíamos compartido, estuvimos varias horas descansando, ella se acurrucó tiernamente junto a mí, acariciaba mi estómago por debajo de la ropa, haciendo suaves círculos, nos mantuvimos en completo silencio por diez minutos, solo descansando; luego nos besamos, sin prisas, sin miedo a nada porque no lo habíamos notado entonces pero ya éramos libres, nuestras familias nos apoyaban, íbamos de la mano en libertad y eso me parecía algo hermoso. Quizás aún soy muy joven para decirlo pero quiero estar con esta preciosa chica toda la vida, toda la que me queda, quiero compartir más momentos íntimos, quiero besarla antes de dormir, quiero abrazarla cuando esté triste, quiero prestarle mi hombro cuando desee llorar, quiero ver esos ojos y sentir que estoy volando, quiero a Kara toda mi vida pero aún no puedo admitirselo a ella.

Mis padres apenas pudieron saludarla, llegaron demasiado tarde, Eliza había venido por ella, propuse la idea de que se quedara mañana, básicamente porque mis padres no estarían en casa, Lex probablemente estaría en alguna fiesta y Annie de seguro se dormía temprano; así no pasaba la noche sola. Acordamos que yo iría por ella al instituto, compraríamos pizza, la ayudaría con su proyecto y luego disfrutaríamos nuestra pequeña cita nocturna con algo de papas fritas y películas que seguramente no vería por más de una razón.

Mi familia decidió pedir comida china, cenamos juntos, parecíamos una familia feliz de algún comercial navideño cliché, no puedo negar que me agradaba la idea pero seguía siendo extraño, supongo que lo único que mi familia necesitaba era darse cuenta que ya había crecido, que no debían protegerme en exceso y que algún día dejaría la casa para hacer mi propia familia feliz.

-¿La pasaron bien con Kara? –preguntó mi madre.

-Seguro que sí. –respondió Lex.

-La pasamos bien, Lex nos llevó algo para comer y descansamos de su aterradora forma de conducir.

-¿Eso es todo?

-Sí.

-¿Nada de...? Ya sabes. –mi padre hacía ese tipo de preguntas a Lex casi todo el tiempo.

-¿Podemos no hablar sobre eso? Sé que ustedes hablan sobre sexo cuando pasa pero a mí no me hace sentir cómoda.

-¿No confías en tus padres? –intentó hacer ojos tiernos pero se veía gracioso.

-Confió en ustedes pero ¿para hablar de sexo? probablemente no aún, además ¿En qué me ayudarían si quisiera saber algo? El hecho de que tú o Lex se hayan acostado con mujeres no significa que me puedan dar algún consejo.

-¿Por qué no?

-Son hombres, ustedes tienen... No voy a hablar de esto. No es lo mismo el sexo entre mujeres que entre hombre y mujer.

-¿Cómo sabes la diferencia? –Lex levantó las cejas varias veces.

-Sé que no es lo mismo.

-De todos modos, lo que sea, puedes preguntar. –habló mi madre.

-Existe el internet, estaré bien y no se preocupen, no habrá ningún embarazo inesperado.

Todos rieron, como si aquello fuese el mejor chiste que habían escuchado, quizás era lo incómodo de la situación o realmente les había hecho gracia, lograron sacarme una sonrisa. Me parecía demasiado extraño tener momentos familiares, el hecho de haber sido secuestrada había cambiado a estas personas, que solían ser lejanas a mí, las había atraído, como a un imán, buscándome, deseando ser parte de mi vida, no solo como viejos recuerdos y si, en algún momento, dejo este plano... ellos quedarán como nuevas memorias, unas más claras, más felices.

Un corazón. [Supercorp AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora