Capítulo 12

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—Capítulo 12—

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—Capítulo 12—

"Estoy sola: a pesar del amor, a pesar de lo que tomo y lo que doy, a pesar de toda tu ternura, a veces me pesa vivir".

—Sara Teasdale.

El cuerpo de Asmodeus se cierne sobre mí en cuanto vuelvo a tener lucidez. Todo ese mareo constante, la excitación y las imágenes que estaba plantando en mi mente ya no están. Solo veo la imagen de un hombre en traje que aumenta su tamaño cada vez más hasta convertirse en un monstruo de tres cabezas.

La gente grita y sale despavorida. Las copas caen al suelo, los guardaespaldas de Asmodeus intentan llegar a por mí, pero una segunda figura tira de mis brazos. No llego a tocar el suelo, porque Luhan está sosteniéndome desde atrás.

—Arriba, mademoiselle—dice en un tono divertido—¡Es hora de divertirnos!

No sé cómo, pero de pronto Luhan grita algo y la casona se llena de revuelo y música electrónica. Me esconde detrás de su cuerpo mientras que busco a Scott. No alcanzo a verlo por ningún lado. Luhan sigue haciendo que retroceda mientras que con un cuchillo ataca a los guardias de Asmodeus.

—¡Sácala de aquí!

Scott aparece con sus tinieblas a unos pasos delante de nosotros. Asmodeus triplica su tamaño, su aspecto cambia de un segundo a otro: es un monstruo con garras y cojo, y no puedo asimilar que la masa de piel regordeta que tengo delante de mí posea tres cabezas: una de oveja, otra de toro y una última de hombre que escupe fuego. El cuello de dragón y la cola de serpiente completan su repulsiva fachada.

El demonio de la lujuria es grande, aterrador y corpulento. Pero el collar en su cuello parece que lo va a degollar en cualquier momento. Sin embargo, cuando da el primer golpe hacia Scott, éste lo esquiva rápidamente. Scott se mueve con la agilidad de un gato, tiene reflejos tan vertiginosos que no soy capas de llevarle el ritmo.

Luhan tira de mí hacia el suelo en cuanto uno de los guardias de Asmodeus intenta clavarme una de sus garras. Como si estuviéramos bailando, el hermano de Scott me sujeta del brazo y no permite que mi cuerpo toque el suelo. Cuando le clava el cuchillo en la cabeza al guardia, éste se desvanece en el aire, dejando las mismas tinieblas que posee el hijo del Diablo al desaparecer.

—¡Dansons, dansons...! —grita Luhan con una mirada perdida y una sonrisa de oreja a oreja plasmada en su rostro.

Justo cuando pienso que Luhan va a esquivar a otro demonio, éste lo lleva por arriba y ambos caemos contra el suelo. Me golpeo la frente y por unos segundos pierdo la conciencia. Veo los puntos de colores al cerrar los ojos, pero todo vuelve a la normalidad de a poco. Cuando puedo levantarme, uno de los tacos se me rompe y un demonio viene hacia mí con pedazos de vidrios en las manos.

Grito del pánico y me agacho mientras que me cubro con los brazos la cabeza, lista para el contacto. Pero el golpe jamás me toca. Scott está delante de mí, con un cuchillo entre las manos. Sostiene al hombre contra su pecho y le clava el cuchillo en la garganta dos, tres y hasta cuatro veces hasta que el demonio se desvanece en el aire.

✔ Tenebris/ Los hijos del Diablo  1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora