Tras la muerte de su hermana mayor y la aparición de una nueva familia en el pueblo de Ashbourn, Blas Stanford se ve envuelta en un gran misterio: ¿acaso su hermana cometió suicido o...la asesinaron?
Todas las respuestas que busca solo se las puede...
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—Capítulo 27—
Cuando Dios construye una iglesia, el diablo construye una capilla.
(Martín Lutero)
La oscuridad te arrincona.
Te transforma.
Te lleva a la locura.
La oscuridad puede teñir de negro a tu corazón, a tus emociones y a tus deseos más profundos. Pero también te enseña a alejar los miedos. Ayuda a combatir a tus demonios internos. Te hace fuerte ante adversarios inmortales; te da el valor y el coraje que se necesitan para hacerle frente a la vida.
Me dejo caer contra el respaldo de la silla y me cruzo de brazos.
Gale murió. No puedo creer que no pude hacer nada para salvarlo. De nuevo, me siento tan...patética que lucho contra mis propios pensamientos.
Todo mi cuerpo tiembla. Tengo marcas por doquier, hematomas y rasguños.
—¿Qué va a pasar ahora?
—Tendré que hacerme la manicura de nuevo—responde Luhan a mi lado, mirándose las uñas—No puedo creer que se me haya roto una uña...lo reviviría y lo haría pedacitos de nuevo solo para que pague—deja caer las manos.
—¿Qué pasará con nosotros?
Pega la espalda a la silla y se encoge de hombros.
—Tendré que volver a Francia—habla luego—Asuntos Internos ya me dió un ultimátum. Behemoth murió. Asmodeus también. Supongo que los demás harán una junta.
—No vuelvas—pronuncio—Quédate conmigo.
Esboza una sonrisa tímida.
—Me encantaría, es una buena oferta.
—Podremos esconderte en el armario de casa cuando mi madre regrese del trabajo. Y podríamos salir de compras y hacer todo lo que quieras.
—¿Todo lo que quiera?
—Absolutamente todo.
Luhan estira un brazo y me pega a su cuerpo, abrazándome. Dejo que lo haga. Me acerco a él y apoyo la cabeza contra su hombro.
—Y cuando seas el Rey del Infierno—me atrevo a decir—Tocaré a tu puerta y te llevaré esmaltes. Lo prometo.
Él no emite palabra alguna. Desvía la mirada hacia otro lado.
—Hay algo que no está bien—susurra. Se despega de mí y me mira de reojo, buscando la manera adecuada para decir lo siguiente: —Debí cortarle la cabeza. Debí matarlo. Pero fue tan rápido que...no pude.
—Lo que importa ahora es que estamos bien. Scott vivirá. Y nosotros...
Escucho mi nombre por algún lado. Luego unos pasos que se acercan hacia nosotros y Logan aparece con papeles entre las manos.
