Capítulo 14

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—Capítulo 14—

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—Capítulo 14—

Dejadme así vivir, oculto, desconocido, dejadme así morir, sin ser llorado, substraído del mundo, sin siquiera una lápida que anuncie que yazgo ahí".

—Alexander Pope.

Paseamos por los alrededores de Ashbourn deteniéndonos solo cuando la lluvia retomaba su curso. Gale me compró una botella de agua y unas palomitas. Estuvo explicándome ciertas cosas de su trabajo para distraerme. Cada cinco pasos me preguntaba si estaba bien.

Llegamos a casa a eso de las seis de la tarde, justo cuando el sol comenzaba a ponerse. Luego de casi un mes sin haber tenido tiempo de pensar en algo que no sean monstruos con cuernos, puedo asegurar que me he divertido mucho.

No es que me guste Gael, es solo que...él es lo normal que estaría necesitando en este momento.

Hace varios días que no hablo con Logan. Tampoco tuve la iniciativa de llamarlo, pero tengo la extraña sensación de que tarde o temprano lo haré.

Salgo del auto. Gale y yo corremos directo al porche de casa y se ríe en cuanto un par de gotas me caen sobre el cabello. La lluvia no ha cesado desde que salimos del centro del pueblo. Hace frío y ahora en lo único que pienso es en darme una ducha caliente para relajarme y disfrutar de lo que resta del día.

—¿Tu madre está en casa? —pregunta él.

—No lo sé. Suele hacer turnos dobles en el hospital, así que todo es incierto cuando se trata de ella—me doy cuenta de que me está mirando los labios. Creo que quiere besarme. Creo que no preguntó aquello solo por mera casualidad—¿Sabes? Me la he pasado bien esta tarde.

—También lo he pasado bien—responde y me da un pequeño empujoncito—Aunque la próxima vez, solo di que quieres verme.

En el porche de casa, a centímetros de la puerta, vemos cómo cae la lluvia. El cielo se está oscureciendo, una brisa que me congelas las manos, un perfume a tierra mojada y a eucalipto.

—Es una oportunidad para que veas Clímax—dice él—Puede ser un poco turbia y capaz necesites verla dos o tres veces más para entenderla, pero es buena.

—De acuerdo. La miraré.

—¿Promesa?

Gale se ríe. Tiene una bonita sonrisa.

—Si, es una promesa.

—¿Y qué tal si te mando mensaje mañana? Podríamos...no sé, vernos de nuevo.

Se acerca un poco más a mí. Siento sus dedos rozando los míos, el perfume que trae puesto se asemeja al olor de las rosas.

—Es una buena idea.

—Podríamos...salir a comer. Ver una película, lo que sea.

—Escoge tú. Soy mala para tomar decisiones.

✔ Tenebris/ Los hijos del Diablo  1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora